La pensión que se viene, los bancos nuevos, el estadio 2011...

En medio de las obras...

¡Un monumento al “Bichi”!

En medio de las obras... ¡Un monumento al “Bichi”!

Está en el corazón de todo el pueblo sabalero. Cuando El Litoral pidió las banderas del conteo a los 100, aparecieron los trapos. ¿Se animará algún fanático sabalero a darle forma a la estatua o monumento del “Bichi” Fuertes en Colón? Podría ser así, como en este festejo.

Foto: Pablo Aguirre

Con la tripleta superó otro récord: con la “20” de Colón llegó a 107 goles y es el máximo goleador en la provincia de Santa Fe vistiendo una sola camiseta en Primera.

Darío Pignata

[email protected]

Una pensión para 80 chicos en el predio deportivo sobre la autopista. Una flamante remodelación —a la europea, con césped sintético y flores— en la zona de los bancos de suplentes. Tres canchas de fútbol “5” en la sede social. Una idea de segunda bandeja en la cabecera de J.J. Paso para la Copa América 2011. Si algo no le falta a Lerche es poner ladrillos en su plan de gobierno. Claro que, en medio de tantas obras, hay que hacerle un monumento al “Bichi”: arena y cemento no van a faltar; albañiles voluntarios, mucho menos; sólo hay que buscar el artista plástico que mejor lo imagine al “20”.

La leyenda de Esteban Oscar Fuertes se reinventa día a día, noche a noche, partido a partido. Gol a gol, claro está. Cada vez le quedan menos récords individuales por quebrar. Primero alcanzó a la “Chiva” Di Meola, después la superó. Primero entró, con la camiseta de Colón, al famoso Club de los 100, donde se instalan los jugadores del fútbol argentino que pasan esa marca en Primera. Después, llegó a los 100 con la camiseta de Colón. Ahora, los 107 gritos que descubrió con la tripleta de anoche, sirven para colocarlo como el futbolista profesional que más goles marcó en el ámbito de la provincia de Santa Fe con una sola camiseta en Primera, superando al “Condorito” Víctor Rogelio Ramos que se quedó en 104 tantos con la rojinegra de Newell’s Old Boys de Rosario.

“Si hago el tercero, te lo dedico”, le dijo en el entretiempo al “Lalo” Vega, ex delantero de los “70 y actual médico del plantel profesional. En el fondo, el abrazo era —más allá del acierto en el pronóstico— un agradecimiento siempre vigente por la rodilla, la operación, la recuperación. Por estar vivo a los 37 años en un fútbol cada vez más físico, con las dos rodillas rotas y con tantas presiones a cuestas. O, por lo menos, como dijo Maradona, “responsabilidad, no presión”. Porque la gente va a la cancha de Colón a ver sus goles. Va el abuelo, el padre, el hijo, los nietos. Todas las generaciones de sabaleros sufren y gozan por él. Entonces, cuando se trata de responder a tanta ilusión, el tipo cumple. Siempre cumple. Y esto no deja de estar bueno. En tiempos donde pocas cosas generan tanta fe en algo cada siete días de almanaque.

Se abraza hoy con Quilez como hace 12 años se abrazaba con el “Negro” Ibarra. Le hace goles a Daniel Islas y pensar que arrancó cuando el que atajaba era Luis, su hermano. Los 107 goles en 212 partidos hablan por sí solos. Suponer en estos tiempos que un jugador aporte “medio gol” por cada juego o “un gol cada dos partidos” es algo impensado. Mucho más jugando en Colón. Porque Palermo tiene a Riquelme al lado y Calderón tuvo a Verón. Pero, respetuosamente, hay que decir que en muchos de estos años, Fuertes se las arregló solito en Colón.

Un repaso de las últimas batallas del gladiador marca que en el Apertura 2008, cuando volvió después de la última fractura en Chile, no arrancó de titular las primeras cinco fechas. Volvió con Lanús en la sexta, no jugó desde el vamos con San Lorenzo. Conclusión: 11 goles en 13 partidos como titular. En el otro torneo, el Clausura 2009, jugó de movida los 19 partidos e hizo 12 goles. Ahora, arrancó con tres gritos en 2 juegos como titular. Así, alistando 34 veces entre los once, festejó 26 goles. En virtud de esta numerología sabalera, su promedio de gol cuando es titular trepa mucho más todavía.

“Si metía estos tres en la fecha anterior, lo hacía dudar a Diego”, bromeó con el llamado de Maradona a Palermo para el partido de esta noche contra Brasil en Rosario por Eliminatorias.

Aunque hace años no se escucha en una cancha, anoche pareció volver en Colón el viejo cantito: “¡Arena... Cemento... al “Bichi” un monumento!”.


¿Por qué no uno al “20”?

El cinco veces campeón mundial de automovilismo Juan Manuel Fangio tiene su propio monumento en Puerto Madero: lo donó Repsol YPF y vino sir Stirling Moss cuando lo inauguraron. El de Diego Armando Maradona está en el Museo de Boca: mide más de tres metros, pesa 300 kilogramos y es de fibrocemento. El popular “Mostaza” Merlo se ganó el suyo cuando sacó campeón a Racing después de más de 30 años. Carlos Monzón tiene dos en Santa Fe: uno en la Costanera y otro en el lugar de su muerte, idea del santafesino Roberto Favaretto Forner.

El “Bichi” Fuertes es el máximo goleador de la historia del Club Atlético Colón y a esta altura el ídolo más importante de todos los tiempos. Tiene banderas, canciones, poemas, peñas, filiales. Falta el monumento, muchachos.