Buenas y malas

En el día del periodismo agropecuario, renovamos el compromiso de reflejar la realidad de un sector que no termina de salir adelante.

Federico Aguer

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En este número de Campolitoral, publicamos un informe central muy especial. Se trata de dos casos puntuales que reflejan una tendencia mayor de cierre de tambos en la Argentina.La semana pasada llevamos a nuestros lectores un caso diametralmente opuesto. El de un tambero norteamericano que redobla la apuesta productiva con inversión, capacitación y un sostenido incremento productivo, en un marco de estabilidad económica, política y social. Las caras opuestas de dos realidades.

Los nuestros, los que esta semana cerraron sus puertas, lo hacen por una misma razón: el planteo hace rato que ya no les cierra económicamente. Cansados de perder plata y “renegar”, decidieron dar vuelta la página. Se trata de dos pequeños emprendimientos, a los cuales el poco apoyo oficial recibido no les alcanzó, en función de sus escala familiar de producción. Ambos liquidan sus animales, los que pasarán a producir en otro establecimiento más grande, y prepararán su campo para la producción agropecuaria. La confección de rollos y la indefectible apuesta a la soja asoman como las alternativas más factibles.

Como ellos, miles de familias viven en la zozobra de no saber hasta cuándo el tambo les proveerá una fuente digna de trabajo. Nosotros, metidos en el campo no como productores, sino como escribas, volvemos a conmemorar un nuevo día del periodista agropecuario. Desde un 1º de septiembre de 1802, cuando Hipólito Vieytes creaba el “Semanario de Agricultura, Industria y Comercio”, esta rama del periodismo ha sabido reflejar el crecimiento de uno de los sectores más dinámicos de nuestra Nación. “La agricultura bien ejercida, es capaz por sí sola de aumentar la opulencia de los pueblos hasta un grado casi imposible de calcular y no hay pueblo alguno que pueda prosperar una vez que llegue a desatender a su agricultura”, decía el mismo Vieytes.

Cumpliendo ese legado, intentamos seguir en el camino, mostrando las buenas y malas. Destacando a aquellos que se la “rebuscan” para seguir adelante, yalertando sobre la situación de los que quedan en el camino. Pero sobre todo, con la certeza del ideal productivo como único motor que nos hará salir adelante.