Fiesta en la pasarela

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Para celebrar sus cincuenta ediciones y 25 años de vigencia en la vanguardia de la moda, la Cibeles Madrid Fashion Week concentró las colecciones de prestigiosos diseñadores que adelantan la primavera-verano que viene.

 

FOTOS AGENCIA EFE

Una de las grandes citas de la moda en Europa, como es la Cibeles Madrid Fashion Week, celebró este año su 25 aniversario, con un total de 50 ediciones por las que han pasado más de 200 creadores.

La prestigiosa feria concentró las propuestas de 56 modistos consagrados, además de 35 promesas de la moda que presentaron sus colecciones en esta pasarela, que fue testigo del regreso de los grandes modistos españoles Adolfo Domínguez y Roberto Verino.

Además, la edición de este año rindió homenaje a otro de los diseñadores españoles más influyentes, Elio Berhanyer. La dosis de glamour hollywoodense la puso Gwyneth Paltrow, que fue la protagonista del front row de Adolfo Domínguez.

También se pudieron apreciar diseños de Alma Aguilar para su colección primavera-verano 2010, de Javier Larrainzar, de Victorio Lucchino y de Miriam Ocariz, entre otros.

Lemoniez marca tendencia

Sencillez y mucha elegancia pudieron apreciarse en la propuesta de Fernando Lemoniez, una moda práctica y versátil para una mujer urbana a la que le gusta sentirse cómoda sin renunciar al estilo. na vez más, la prenda estrella es el vestido, que el diseñador donostiarra envuelve de ligereza, haciendo que las prendas caigan sobre el cuerpo femenino de forma natural y envolvente. Apuesta, por otro lado, a los conjuntos de camisa y falda que se presentan en esta colección de forma sumamente femenina.

El modisto otorga todo el protagonismo a la silueta femenina, y para acentuar su sensualidad ajusta las prendas al torso a través de líneas más ceñidas al cuerpo. Con el mismo objetivo, se ayuda de cinturones de tela anudados a la cintura o ajustados por debajo del pecho.

Lemoniez centra su apuesta en el largo por la rodilla, aunque tampoco renuncia a los cortes más largos o incluso hasta los pies para las ocasiones más especiales. Las prendas más atrevidas se confeccionan con volúmenes en la espalda, escotes pronunciados o escotes en movimiento.

El modisto vasco apuesta por confeccionar sus diseños en crêpe de Chine, incluyendo detalles como cuellos camiseros o mangas largas ajustadas en la muñeca.

La paleta de colores se mueve entre los tonos tierra, como el marrón y el beige, el berenjena, el blanco o el negro, a los que suma pequeñas pinceladas de verde. En general, se decanta por los diseños de un solo color, aunque en algunos incluye sobrios estampados geométricos, combinando el negro y berenjena o el marrón y beige.

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