Se ejecutan dos programas

Ayuda económica y emprendimientos

para reinsertar a ex presidiarios

Los internos que pasan una evaluación reciben 500 pesos mensuales durante seis meses a cambio de una contraprestación. Otros participan en microemprendimientos y reciben las herramientas en comodato. Por ahora, se trata de experiencias piloto.

De la redacción de El Litoral

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Mediante la aplicación de dos nuevos programas que instrumenta el Ministerio de Justicia, el gobierno pretende reducir índices de reincidencia delictiva y contribuir a la reinserción social de ex presidiarios. Se trata del Fondo de Asistencia Post Penitenciaria y del Fondo de Microemprendimientos. El primero prevé el otorgamientos de recursos a los internos que cumplieron su condena, a cambio de contraprestaciones controladas; el segundo consiste en la capacitación laboral con herramientas entregadas en comodato, y microemprendimientos.

La incorporación de los reclusos a estos programas se realiza tras la evaluación de un equipo interdisciplinario de la Dirección de Control y Asistencia Post Penitenciaria, dependiente de la Subsecretaría de Asuntos Penales.

Por el programa de Asistencia Post Penitenciaria, desde agosto ya son diez las personas que realizan tareas inclusivas, y las autoridades aspiran a que hasta fin de año se sumen otras veinte. De esas diez, dos son mujeres que trabajan actualmente en la delegación Santa Fe y Rosario de la Dirección de Control y Asistencia Penitenciaria; cinco son varones que se desempeñan en el Registro Civil de esta ciudad y otro en Rosario. A ellos se suma un tutelado en la Dirección de Despacho del Ministerio de Justicia y otra en un Centro de Asistencia Familiar, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social.

Emprendimiento

En cuanto al programa de Microemprendimientos, hay 18 que están vigentes desde el año pasado. Se trata de actividades laborales para autoconsumo o para comercialización realizadas por el tutelado de manera individual, grupal o familiar. Pueden ser agrícolas o de producción de bienes o servicios, y ya se han desarrollado emprendimientos relacionados con talabartería, pesca, panadería y rotisería, jardinería, refrigeración y bicicletería, entre otros.

Para la puesta en marcha de los programas, los insumos son adquiridos por los propios beneficiarios y las herramientas, obtenidas por el Estado provincial y entregadas a los tutelados en comodato; en un año, tienen que devolverlas. En este tipo de iniciativas están involucrados alrededor de veinte internos.

Quienes acceden al desarrollo de un microemprendimiento también deben cumplir ciertas contraprestaciones personales y familiares en materia de salud, educación y documentación, mientras gradualmente van reponiendo los insumos y regularizando su situación fiscal ante los organismos correspondientes. Asimismo, están obligados en el plazo de un año a devolver las herramientas otorgadas en comodato y a adquirir las propias.

Evaluación

En diálogo con El Litoral, la directora de Control y Asistencia Post Penitenciaria, María Cecilia Vranicich, aclaró que los programas son “dinámicos” porque mientras algunos se incorporan, otros obtienen la baja. De todas maneras, se mostró satisfecha con los resultados que hasta ahora se han logrado.

“A un solo chico tuvimos que darle de baja la ayuda económica porque no cumplía la contraprestación. Por lo demás, venimos muy bien. Son más que importantes el acompañamiento y seguimiento que podamos hacer de cada beneficiario”, manifestó.

La funcionaria reconoció que todavía es bajo el número de internos involucrados en este tipo de actividades, pero aclaró que esperan aumentarlo según los resultados.

“Estos programas son experiencias piloto y propios de nuestra Dirección. Pero trabajamos coordinadamente todo el tiempo con Educación, Desarrollo Social y con los municipios en otros programas. Lo que pretendemos es no darles todo regalado; por eso les damos las herramientas en comodato”, ejemplificó.

En el mismo sentido, defendió el criterio de no otorgar la ayuda económica de manera “automática” a los internos, sino después de pasar una determinada evaluación. “Si son programas masificados, terminan convirtiéndose en asistencialismo. Por eso no damos el dinero de manera automática, como se propuso en algún otro momento”, insistió.

Función del ex Patronato

La Dirección de Control y Asistencia Pospenitenciaria trabaja con personas en infracción con la ley penal desde la perspectiva del respeto de su dignidad y con el objetivo de reducir los índices de reincidencia y de promover la inclusión social.

Se trata de una reconversión del ex Patronato de Liberados. Pero ahora, el área no se orienta sólo a la población pospenitenciaria (liberados condicionales y asistidos, egresados con pena cumplida o agotada, absueltos o sobreseídos) y arrestados en su domicilio, sino que también trabaja con tutelados no penitenciarios, es decir, aquellos que sin haber sufrido encierro, deben cumplir ciertas medidas judiciales no privativas de la libertad o con condenas de ejecución condicional.

Las principales funciones de la dirección son, además de la asistencia, el control, que consiste en acompañar a los tutelados para evitar la reincidencia delictiva, y supervisar el cumplimiento de las reglas de conducta y tareas comunitarias.

Pesos

Las personas que cumplieron con su condena y resultan beneficiarias del Fondo Pospenitenciario reciben por mes una ayuda económica de 500 pesos durante seis meses no prorrogables, a cambio de diferentes contraprestaciones. Además de las tareas inclusivas (administrativas o de mantenimiento) en reparticiones públicas o privadas, se realizan trabajos relacionados con la educación, la salud y la documentación. Para ser tenidos en cuenta en el programa, los interesados deben documentar que han cumplido con la escolaridad primaria (de lo contrario, deberán iniciarla o continuarla) y que sus hijos están escolarizados, entre otros requisitos.

/// EL DATO