Reclamo en la plaza y en sede policial

Indignación en Chañar Ladeado

ante la muerte de un productor

Dos o más delincuentes robaron un establecimiento rural, atacaron a tres ancianos y con su acción provocaron la muerte de uno de ellos, un hombre de 83 años de edad.

José Luis Pagés

jpagé[email protected]

La muerte de un productor agropecuario en Chañar Ladeado, en el marco de un asalto, encendió los ánimos de los habitantes de esa localidad del departamento Caseros y también de las poblaciones vecinas, al punto que al cierre de esta edición anunciaban una manifestación popular en la plaza 25 de Mayo y una caminata hasta la comisaría local.

“El hombre fallecido anoche es el mayor de tres hermanos y el segundo productor que muere como consecuencia del accionar delictivo en poco tiempo”, exclamó Eduardo Larroux, vicepresidente de la Sociedad Rural de Chañar Ladeado.

“Ya mismo estamos pensando en marchar a la comisaría que podríamos ocupar pacíficamente hasta que se hagan presentes la autoridad judicial y los responsables de la seguridad pública, ministro y secretarios del área”.

En lo personal, Larroux se mostró escandalizado por las trágicas consecuencias que arrojó la incursión delictiva que tuvo lugar anoche en establecimiento que Primo Papili compartía con sus dos hermanos, un hombre y una mujer que, ancianos como él, también fueron atados con alambre y encerrados en su dormitorios.

Recién ahora nos estamos anoticiando de los detalles del caso -dijo Larroux- porque del crimen recién nos enteremos esta mañana. Creemos que los hermanos Papili fueron sorprendidos y atacados en las últimas horas de ayer, momentos antes que se desatara la tormenta”.

Ánimos caldeados

El vicepresidente de la Sociedad Rural de Chañar Ladeado agregó que junto a él se estaban reuniendo los presidentes comunales de las poblaciones vecinas como Beravebú y Godeken, este mediodía. Según el ruralista, ésta será una pueblada anunciada y pacífica, desde que la decisión fue comunicada a la propia policía.

Por su parte, las fuentes informativas a las que habitualmente acudimos dijeron que ciertamente, como indican los productores de Chañar Ladeado, ésta es la segunda muerte en ocasión de robo que se registra en la zona. En agosto, Luis Mogliatti fue asesinado mediante un disparo de pistola calibre 9 mm.

No obstante, en esta oportunidad la fuente oficiosa indicó que el mayor de los hermanos Papili murió como consecuencia de una descompensación cardíaca, que sobrevino a los terribles momentos vividos.

Primo Papili, de 83 años de edad, había sido encerrado en su dormitorio -al igual que sus hermanos José y Adelina, de 74 y 76 años de edad- y una vez atadas sus manos con alambres fue presionado por que revelara el sitio donde guardaban el dinero.

El infarto

Los delincuentes serían no más de dos hombres jóvenes, que se alejaron de la casa dejando a sus víctimas atadas y libradas a su suerte, de modo que recién una hora más tarde Adelina se liberó a sí misma, e hizo otro tanto con José; pero lamentablemente, cuando lo desataba, Primo sufrió una descompensación y ya nada se pudo hacer por mantenerlo con vida.

El golpe que se registró alrededor de las 22, poco antes de que en la región se desatara una tormenta, corrió por cuenta de dos sujetos jóvenes, al decir de las víctimas, dos personas que tienen serios problemas visuales.

Una comisión policial la Unidad Regional IV se hizo presente en el lugar de los hechos alrededor de las 22.40, luego que recibieran el llamado de auxilio de Adelina. La mujer refirió acerca del asalto y dijo que desde su dormitorio los ladrones robaron unos 18 mil pesos en efectivo y también una escopeta. Adelina dijo que fueron sorprendidos por los delincuentes cuando se disponían a sentarse a la mesa “era la hora de cenar”, y porque fueron violentamente separados. Desconocía si acaso también se llevaron el dinero que supuestamente su hermano Primo guardaba en su dormitorio.

Trágico antecedente

Igual suerte corrieron el 24 de agosto los esposos Mogliatti, quienes a unos veinte kilómetros de los Papili, fueron blanco de un atraco, que en horas de la madrugada protagonizaron unos cuatro enmascarados que portaban armas de grueso calibre.

Luis Mogliatti, reducido al igual que su esposa, fue obligado a revelar dónde guardaba el dinero -4 mil dólares-, y cuando lo hizo uno de los hampones le disparó a la cabeza y lo mató en el acto.