El escenario para el año que viene
Hay inquietud empresaria por 2010
La encuesta de Idea señala que si bien existe optimismo en el plano económico, en lo político hay incertidumbre. “Hasta se habla de derogación de leyes”, advirtieron.
Gustavo Ripoll, titular de Idea.
Foto: Archivo El Litoral
De la redacción de El Litoral
El titular de Idea, Gustavo Ripoll, sostuvo hoy que “hay optimismo de acuerdo con la encuesta semestral que realizamos en el sector, pero se trata de optimismo económico, la mayor incertidumbre se da por el clima político, la cuestión es qué va a pasar el año que viene, si hasta se habla de derogación de leyes”.
Según Ripoll, un cuadro de situación semejante “demora las inversiones”.
Por otra parte y según algunas de las principales conclusiones de la encuesta de Idea, los ejecutivos de las empresas que más facturan en el país creen que el año próximo será de mayor conflictividad social que 2009 y que el gobierno necesitará financiamiento para cubrir los vencimientos de la deuda.
A la hora de confesar sus proyecciones económicas, los entrevistados sólo estuvieron de acuerdo con la letra del Presupuesto 2010 en la previsión de crecimiento. Sin embargo, en la meta de inflación, que el gobierno pautó en 6,1% para todo el año, y en el tipo de cambio, que fijó en $ 3,95, no hubo coincidencia.
El resultado fortaleció un par de nociones de los paneles durante las tres jornadas: el descreimiento en el papel del gobierno, lo que debería cambiarse para lograr más eficiencia y, sobre todo, la intención de asumir una posición más proactiva en cuanto a políticas estratégicas para el país.
Las campañas
En otro orden, si se aprueba la reforma electoral que propone el gobierno, será muy difícil identificar a los financistas de las próximas campañas electorales. Así lo denunciaron organizaciones dedicadas a combatir la corrupción y legisladores de la oposición, que después de analizar artículo por artículo el proyecto oficial están convencidos de que la ley podría servir para ocultar el origen de los aportes proselitistas.
Según el diario La Nación, “cuando todavía resuenan los ecos del escándalo de la mafia de los medicamentos y su supuesta conexión con el financiamiento de las campañas del kirchnerismo, la reforma limita el acceso a información esencial, como la identidad de quienes aportan a cada partido, y prohíbe las donaciones de empresas, con el peligro de que esos fondos se canalicen a través de intermediarios de esos intereses. También se elimina el informe de gastos de campaña que los partidos debían presentar 10 días antes de los comicios, el único que le permitía al votante vislumbrar cuánto iba a gastar su candidato y quiénes los financiaban antes de sufragar; además de prohibir que los partidos contraten publicidad en medios audiovisuales”, señaló.
Para el matutino porteño, entre los artículos más cuestionados en materia de transparencia, está el 58 bis. Allí se establece que en su informe final de gastos los partidos deberán informar a la Justicia “el monto de los aportes recibidos, la naturaleza de los mismos, el destino y el total de las sumas gastadas”. No menciona la identidad de los aportantes, ya que por naturaleza del aporte se entiende si recibió dinero en efectivo o especie, como servicios de transporte o de publicidad.