Fueron adjudicadas a la comunidad aborigen Com Caia

Tierras de Recreo, en el ojo de la tormenta

Las 327 hectáreas adjudicadas por el gobierno provincial a la comunidad Com Caia se han convertido en un botín de guerra. Unas 50 familias reclaman poder trabajarlas, pero están siendo explotadas por un particular.

Tierras de Recreo, en el ojo de la tormenta

Los aborígenes que reclaman trabajar las tierras le exigieron al cacique Pedro Coria una respuesta de por qué estaban siendo sembradas por un particular. Foto: Flavio Raina

De la redacción de El Litoral

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Hay muchos intereses en juego en torno de las tierras adjudicadas por el gobernador Hermes Binner a la comunidad mocoví Com Caia en agosto de 2008. Son 327 hectáreas, ubicadas en el Km 490 de la Ruta Nacional 11, que fueron cedidas a esta comunidad. Sin embargo, todavía sigue en marcha el proceso de titularización y los aborígenes no han podido ocuparlas.

Mientras tanto, un particular sigue sembrando soja, como lo hizo durante los últimos 15 años. A cambio, “coopera” con la comunidad Com Caia. Este dinero -no se sabe cuánto paga ni bajo qué condiciones- es manejado por la comisión directiva de la comunidad aborigen, cuyo cacique es Pedro Coria.

La siembra de la discordia

Esta situación despierta sospechas. “El cacique del barrio está alquilando las tierras a un blanco, cuando nos las tenía que dar a nosotros para trabajarlas”, denunció Carla, una aborigen de Recreo. Este reclamo se repitió en boca de varios aborígenes que se instalaron hace dos meses en el Km 491, en el espacio que queda entre el sembradío y la ruta.

En tanto, el director provincial de Asuntos Indígenas, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Santa Fe, Raúl Britos, aseguró que “hay un reclamo absolutamente justo de la comunidad, que es saber por cuánto tiempo y por cuánto dinero se ha alquilado este terreno; eso es algo que tiene que dar cuenta la comisión directiva de Com Caia”.

Por su parte, Pedro Coria explicó que “este hombre (el sembrador) hace 16 años que está sembrando ese campo” y que desde que fueron adjudicadas las tierras se produjo una cosecha. A cambio, el hombre “coopera con la comunidad”. Consultado acerca de cómo se distribuye ese dinero, el cacique respondió que “no se distribuye, sino que se destina a las necesidades que tienen los miembros de la misma”.

En tanto, Britos adujo que “una vez adjudicada la propiedad, quien define el uso es la propia comunidad”. Sin embargo, Coria señaló que hasta tanto no se realice el traspaso de titularidad, la comunidad no puede disponer libremente de las tierras.

División y asentamiento

“Cuando nos enteramos el año pasado que nos iban a dar las tierras estábamos contentos porque nos íbamos a instalar. Nosotros mismos íbamos a trabajar la tierra porque eso es lo que sabemos hacer”, contó Gabriela, una joven mocoví. Sin embargo, esto no sucedió.

Ante la falta de respuestas, unas 50 familias decidieron instalarse y armar sus viviendas con palos y silobolsas. Hace dos meses que viven en condiciones precarias -sin agua y sin luz- y reclaman poder trabajar las tierras, que aseguran les pertenecen.

Sin embargo, el cacique sostiene que no pertenecen a la comunidad Com Caia, por lo que no tendrían derechos sobre las tierras. Algunos de ellos aseguran que sí forman parte, pero que no están de acuerdo con la política de Coria, motivo por el cual decidieron instalarse en las tierras. Otros reconocen pertenecer a otras comunidades, pero también reclaman por el territorio.

Más allá de esta disputa interna acerca de si pertenecen o no a Com Caia, surgen otras preguntas: si no todos los aborígenes de Recreo son de Com Caia, ¿por qué el Estado sólo le dio tierras a esta comunidad y no al resto de los aborígenes? ¿Por qué cedió tierras que estaban siendo explotadas por un particular? ¿Por qué no interviene para desalojarlo? ¿Alcanza sólo con adjudicar las tierras o es necesario garantizar su ocupación? ¿No haría falta, además, contemplar un proyecto educativo y productivo para las comunidades?

Las preguntas son muchas. Las respuestas, por el momento, no son claras ni contundentes.

Una zona codiciada

No es la primera vez que estas tierras son el centro de disputas entre distintos intereses. El año pasado se frustró el proyecto del senador Juan Carlos Mercier de constituir un parque industrial Recreo en esa zona. El obstáculo fue la ley Nº 12.086, sancionada en 2002, que regula la adjudicación de tierras públicas, “con carácter de reparación histórica a los pueblos originarios y preexistentes a la Nación”.

Por su parte, la Municipalidad de Recreo -que impulsaba como Mercier la alternativa de desarrollo industrial- planteó superar el conflicto con una consulta popular, la que fue desactivada tras una queja formal del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y El Racismo (Inadi).