Apuntes de política provincial
Desatinos de la política
Teresa Pandolfo
Desde la óptica de esta periodista se advierte que la confusión se ha adueñado de la política y que como consecuencia del espiral confrontativo que tiene lugar en Santa Fe entre el oficialismo y oposición, no se mide el impacto institucional que deriva de los hechos políticos producidos por la dirigencia.
Un ejemplo de lo planteado fue la Asamblea Legislativa que dio acuerdo al defensor del Pueblo, Edgardo Bistoletti, y a cuatro integrantes para el directorio del Enress: Alberto Muñoz, Oscar Pintos, Héctor Brachetta y Juan José Giani, no así a un quinto, Carlos Bermúdez, sugerido por el gremio. Esta propuesta no tuvo rechazos pero tampoco obtuvo ningún voto a favor.
Es grave la imputación que hace el justicialismo reutemanista respecto de que las designaciones para el Enress no podían tratarse porque no había dictamen de la Comisión Bicameral de Acuerdo. No es menor tampoco que al pliego de Bermúdez no lo haya apoyado el Frente Progresista porque, en definitiva, si bien había sido nominado por Oscar Barrionuevo por el sindicato de Obras Sanitarias, a los nombramientos los envía el gobernador. En los hechos, no hubo del oficialismo un aval a la propuesta remitida por Hermes Binner.
Fueran las que fueran las causas que se tenían para no votarlo a Bermúdez, lo que aparece en la superficie es que se llegó a una Asamblea sin un mínimo de consenso en cuanto a posturas y procederes. No todo debe salir aprobado de la sesión especial pero si había cuestiones tan de fondo, como las que esgrime una parte del justicialismo que impedían el tratamiento de los pliegos, debieron plantearse antes del comienzo de la Asamblea e incluso públicamente.
En igual rango que la primera aseveración habría que ubicar que dicha sesión puso en blanco y negro la situación del justicialismo provincial, que hoy aparece desgajado para no decir hecho hilachas y con problemas de conducción.
Algunas lecturas
Las disidencias planteadas a nivel nacional por reutemanistas y obeidistas con las políticas kirchneristas que llevaron a la escisión de los bloques parlamentarios en el Congreso han tenido un repique fuerte en la provincia y no sólo con la separación de bancadas en la Cámara de Diputados.
La ruptura en el peronismo provincial se manifesta como un hecho político claro y contundente. Difícilmente, quienes militan en el Frente para la Victoria y en Santa Fe Federal puedan volver a verse unidos en posiciones ante la Casa Gris.
El primero le es funcional al Frente Progresista en la provincia a la hora de las votaciones legislativas de la misma manera que el Socialismo lo hace en la Nación dando quórum o apoyando en general los proyectos del Ejecutivo, aunque luego se rechacen algunos artículos de la norma o se publicite una oposición al kirchnerismo.
En la provincia, todo indica que Santa Fe Federal seguirá un camino y otro paralelo, la línea que responde a Agustín Rossi. Dos años atrás, la lectura que se hacía era que el Frente Progresista había llegado a la Casa Gris, que tenía una mayoría natural en la Cámara de Diputados, y que el justicialismo mantenía su dominio en el Senado y en la Asamblea Legislativa. En esta última institución, el peronismo ahora dividido perdió esa mayoría.
El Frente para la Victoria sigue un ideario -la política kirchnerista- y tiene dirigentes que marcan el rumbo como Agustín Rossi o Luis Rubeo. No sucede lo mismo en Santa Fe Federal que adolece de una conducción orgánicamente organizada. ¿Existe diálogo para conciliar posiciones entre los reutemanistas del Senado y los obeidistas de Diputados o con Nicotra y Alejandra Vucasovich, que pertenecen a otro bloque? ¿Hay definida una estrategia sobre cómo proceder desde la oposición sin convertirse en obstrucción?
Lo que vuelve a aparecer en la superficie son los mutuos recelos por futuras candidaturas: muchos aspiran a ser el próximo candidato a gobernador pero nadie muestra igual empeño o cuenta con margen político para ordenar la militancia y un mensaje convincente al margen de la defensa de la producción. Se observa más chicana que sustancia en el esgrima verbal que se escucha en la geografía santafesina.
Lo ocurrido el jueves fue lamentable y también lo es que no hubiera de parte del justicialismo un llamado de atención a la docencia para evitar un paro que resulta injusto para alumnos y el gobierno. No debió haberse olvidado que muchos días de clases se perdieron por la gripe A y que la supuesta recuperación de contenidos por Internet fue mas patrimonio de los colegios privados que de la enseñanza pública.
Al reutemanismo-obeidismo y dirigentes afines les falta diálogo interno y conducción por más que los aglutine la figura de Carlos Reutemann.
Una buena y otras dos, no
Fue esperanzador que el gobernador Hermes Binner haya reiterado el apoyo de su gobierno a la construcción del Nuevo Puerto de Santa Fe sobre el río Paraná. Volvió asumir ese compromiso ante la calificada dirigencia empresaria que concurrió a la celebración de los 125 años de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
Las malas noticias provinieron del magisterio con su anuncio de paros de 48 horas en dos semanas consecutivas y las expresiones del ministro Antonio Ciancio relacionadas con la licitación por los acueductos. Sigue frenado un proyecto de mucha significación social.
