“Alcohol y boliches bailables”

Rodolfo Juan Oviedo

DNI. 6.613.060.

Señores directores: Claudio tiene 47 años y es alcohólico desde los 20.

Sin familia, sin trabajo, sin futuro, sin nada, sólo con amigos adictos como él, su destino anunciado es la indigencia inmediata y la muerte por cirrosis. Lo sabe, y pese a ser inteligente y tratar de luchar contra su condición, la adicción lo supera y lo lleva una y otra vez a las miserias del alcohol. Comenzó a embriagarse, como tantos adolescentes, en sus incursiones a los “boliches bailables”; y ya no paró. Claudio era mayor de edad y sus padres “sabían” adonde iba. Falló él y falló la familia, ¿Y nadie más?

Los cientos y cientos de Claudios que hoy vemos de jueves a domingos, salir de los mismos lugares bailables, en las mismas condiciones de destrucción inmediata y futura que nuestro protagonista ¿no deben tener ayuda verdadera y eficaz?

¿Deben ser sólo la inmadurez propia de la edad y el colapsado tiempo familiar los únicos elementos de contención oponibles a este flagelo?

¿Debe el Estado desentenderse de esta problemática que afecta a uno de los componentes fundamentales de su futuro?

La “libertad empresaria”, la “subsidiariedad del Estado”, “la libre voluntad individual” ¿deben prevalecer sobre la salud y el futuro de las jóvenes generaciones”?

Todos sabemos cuál es la solución al problema del alcoholismo juvenil en nuestra ciudad. Pero quienes tienen que ponerle el cascabel al gato miran para otro lado y con bombos y platillos acuerdan medidas paliativas que nada solucionan.

¿Quién dice que para ir a bailar, para ir a divertirse hay que alcoholizarse? ¿En qué receta médica, psicológica, docente o formativa está así prescripto?

Prohibamos entonces, de una buena vez y totalmente, el dispendio de alcohol en los “boliches bailables”. Esa es la única solución cierta y eficaz.

Y todos lo sabemos.

Maestro olvidado

Dolly Campana

L.C. 1.049.195.

Señores directores: Maestro / que siempre fuiste olvidado / por los que al poder llegaron.// ¿Acaso no recuerdan / que cuando niños / el ABC les enseñabas / y sus ojitos brillaban / al leer nuevas palabras?// Te daban sus manitas / y amor te demostraban, / pero ahora, por ti maestro, / a los grandes, / cómo vives, no les interesa, / ya no te tienden sus manos, / te tienen relegado, / sin pensar en / tus ingresos magros / y que tú fuiste / el comienzo / de sus triunfos logrados.