Las grandes no tienen problemas

Pequeñas metalmecánicas con reintegros fiscales demorados

Tienen un retraso mayor al año en la devolución del bono que subsidia el 12% de las compras de los productores. Tampoco pueden recuperar el denominado IVA técnico. Con insumos en alza, padecen graves problemas financieros.

Juan Manuel Fernández

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Las ventas de maquinaria e implentos muestran cierta reactivación a nivel nacional, aunque no todos puedan aprovechar el momento en igual medida. Mientras las grandes firmas operan con normalidad, las Pymes tienen serios inconvenientes financieros producto de las dilaciones burocráticas que demoran hasta año y medio los reintegros fiscales. Los principales problemas son la devolución del bono con que el gobierno nacional subsidia el 12% de las compras a los productores y el denominado “IVA técnico” que genera abultadas sumas imposibles de recuperar.

Año y medio

Germán Nanzer, titular de Tecno Campo, empresa radicada en la localidad santafesina de San Jerónimo Norte, sufre estos problemas. Su empresa, que opera con una dotación de sólo 5 empleados, abastece de implementos a los productores de la zona, en su mayoría tamberos, y padece graves contratiempos financieros por el desfase entre el costo de los insumos y el retraso en el reintegro del 12% de cada venta.

Durante el último remate de primavera de la Asociación Unión Tamberos, del que participó con sus productos, señaló a Campolitoral: “a las empresas chicas, lamentablemente, nos pagan a un año o año y medio después de hacer un largo camino, cuando por ahí otras empresas grandes en pocos días los tienen”. Luego agregó: “cada 10 máquinas pierdo una que no la puedo cobrar o tardo muchísimo en cobrarla”.

Uno de los mayores inconvenientes se le presenta por el encarecimiento de los insumos, en particular del hierro que “está aumentando un 2 o 3% mensual y es el 90% de lo que yo uso”. Para colmo tiene que competir con la industria brasileña, que (entre otros beneficios) compra el hierro a la mitad de lo que vale en la Argentina.

Por otra parte, la diferencia entre el IVA de la compra de materiales, que es del 21%, y el de venta de las máquinas, del 10.5%, ya le generó a Tecno Campo un crédito fiscal de $210.000 que es muy difícil de recuperar. “Gente que tiene contactos en la AFIP me garantizó que podían recuperármelo, pero me pedían el 30% de comisión”, se quejó Nanzer.

Por su cuenta

La Pyme de San Jerónimo Norte lleva 16 años fabricando todo tipo de implementos como balanzones hidráulicos, tanques de combustible, acoplados, mixer, descompactadores, carros y pinches para rollos, entre otros.

A pesar del repunte estacional de ventas, que en los últimos meses levantó la demanda de rastrillos laterales, palas frontales, discos y tanques, la firma todavía siente la retracción que viene sufriendo el mercado en el último año.

“Yo hago unos 10 implementos al mes y hace un año y medio atrás tenía vendida la producción por 4 o 5 meses; hoy apenas tengo vendida la producción de un mes”, aseguró Nanzer.

Según el industrial “el problema es que el productor gana menos, o casi nada, y entonces no puede invertir”.

El contexto también lo obligó a modificar la estrategia de comercialización. Con la producción orientada al tambero, el grueso de sus ventas se concentran en un radio de 40 kilómetros. De los 1.500 implementos vendidos en la zona el 60% los compraron socios de la cooperativa AUT, que hace unos años intermediaba financiando a los productores. “Ahora la situación del país hace que hayan caído las ventas y entonces hemos decidido que yo vaya por mi cuenta; ellos (la cooperativa) por ahí me pasan el dato de quién quiere comprar”, explicó.

Uno de los mayores inconvenientes es el encarecimiento de los insumos, en particular del hierro que está aumentando un 2 o 3% mensual

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Repunte estacional. Por la época del año reciben más consultas, pero el nivel de actividad es muy inferior a de 2 años atrás.

Foto: Juan Manuel Fernández

Una mala

Según un reciente informe publicado por la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES), el sector de Maquinaria e Implementos Agrícolas registró una baja del 47,8% en su nivel de importaciones y del 60,7% en exportaciones entre enero y setiembre últimos, respecto a igual período del año pasado.

El de los tractores fue el rubro más afectado con una disminución de las ventas al exterior del 90,3% interanual. En los primeros 9 meses del año la facturación por exportaciones alcanzó u$s 189.000.000 y las importaciones llegaron a u$s 414.000.000.

En el mismo lapso de 2008 las ventas externas habían totalizado u$s 362.500.000.

Una buena

Ayudadas por el precio de la soja y las lluvias en varias zonas productoras, más los créditos oficiales, en el tercer trimestre

del año se registró una mejora en la venta de maquinaria agrícola.

Según datos de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), la comercialización de sembradoras y pulverizadoras se incrementaron entre un 15 y un 20%, respectivamente, respecto del tercer trimestre de 2008.

Gracias a esta reactivación varias fábricas que habían paralizado casi totalmente su actividad retomaron horas extras y algunas no tienen disponibilidad de equipos hasta diciembre.

/// el dato

El contexto es el freno

En su libro “Agroalimentos II”, AACREA dice sobre la matriz metalmecánica argentina: “La capacidad técnica y la disponibilidad de conocimientos que tienen muchas de las empresas argentinas de maquinaria agrícola las sitúan en una posición favorable comparadas con firmas de otras partes del mundo para innovar y crear nuevos diseños. De todas maneras, el contexto donde se desempeñan y los impedimentos derivados de la evolución histórica de esta industria no permiten el logro de un mayor desarrollo. Entre ellos se puede citar la inestabilidad de demanda, un mercado local reducido combinado, por épocas, con un bajo poder de compra, la carencia de protección y normalización de los procesos de producción y la falta de escala”.

/// eN RELACIÓN