por su dedicación

Rindieron homenaje a tres ex docentes en Villa Ocampo

De la Redacción de El Litoral

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En un acto realizado en el patio de la escuela provincial 6110 Carlos Saavedra Lamas la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Villa Ocampo homenajeó “En vida hermano, en vida” a tres docentes jubiladas “por el trabajo, el esfuerzo, la dedicación, el compromiso, la trayectoria con las instituciones y con la comunidad”.

Julia Escobar de Robledo, nacida en Lanteri, estudió en Reconquista donde se graduó como maestra normal nacional, llegando a Villa Ocampo en 1958 a ejercer un interinato en la escuela 470. En 1959 fue nombrada maestra fundadora de la escuela 1088 de Fortín Charrúas; en 1960 se titularizó en la escuela 699 de San Vicente, donde se desempeñó como personal único, por esos tiempos decidió arraigarse definitivamente formando su familia.

A Nora Getar de Ferrer. Estudió en el Colegio Virgen Niña en Buenos Aires desde los 14 hasta los 17 años; el 30 de marzo, cuando cumplía 19 años, ya estaba trabajando en la escuela nacional 110, en el edificio frente a la comisaría.

Y Lidia Macuglia de Yermanos. Nació en Las Toscas, cursó el secundario en el Colegio de Itatí de Resistencia (Chaco); luego cursó tres años en la escuela Normal de Reconquista donde se recibió de maestra. En 1948 comenzó realizando reemplazos en Las Toscas, en la Escuela Fiscal y también en la escuela del Yaguareté; en 1951 se casó con Hugo Eduardo Yermanos, donde se instaló y comenzó a trabajar en la escuela Nacional 110, primero como reemplazante hasta que se titularizó y donde se desempeñó durante 28 años, especialmente en los grados inferiores 1º, 2º y 3º.

Escuela 470 de festejos

Con un acto realizado en el patio del establecimiento, la comunidad educativa de la escuela 470 Domingo Faustino Sarmiento festejó su 85º aniversario.

En la oportunidad, la directora de la institución, Marisa Dubouloy, recordó “con nostalgia y emoción a todos los que construyeron este espacio de integración social a partir del proceso enseñanza-aprendizaje y la proyección comunitaria que formó parte de su proyecto institucional. La 470, como todos la identifican, albergó hombres y mujeres que en sus diferentes funciones de directivos, docentes, no docentes, cooperadores, alumnos, han sabido construir una escuela que supo responder a las diferentes demandas de la sociedad ocampense”.

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Por su compromiso, las autoridades municipales ocampenses rindieron un merecido reconocimiento a las educadoras norteñas.

Foto: El Litoral