Gran superioridad de Vélez ante la Academia
No hubo equivalencias
Redacción El Litoral
Télam
Las imprecisiones de Racing le permitieron al local monopolizar el balón durante los primeros diez del partido, tal era así que las primeras indicaciones de Vivas desde el banco de suplentes fueron casi una suplica: “Agarren la pelota”. Sin embargo, el entusiasmo y la profundidad que supo tener Vélez en los primeros minutos se desinfló de a poco y el partido cayó en un pozo donde predominaron la rispidez y los pases errados.
A los 24 minutos, Racing tuvo su primera aproximación seria al arco rival que fue coronada por lo que es una constante últimamente en el fútbol argentino: los goles en contra. Es que luego de un centro desde la izquierda, Gastón Díaz cabeceó defectuosamente contra su valla y venció a Montoya. Partido uno a cero y la obligación para Vélez de volver a encontrar precisión y profundidad en las acciones.
Dicho y hecho, los de Liniers apretaron el acelerador y tras una serie de rebotes en el área de De Olivera, Caruso tuvo revancha y mandó a la red un zurdazo a los 29 minutos. Casi de inmediato, y en una jugada muy parecida, López envió un centro desde la izquierda que cabeceó Cabrera en el segundo palo para que el equipo que buscó y dominó tuviera su premio a los 35 minutos del primer tiempo.
Sobre el cierre de la primera etapa, los locales armaron la mejor jugada del partido con toques de primera y profundidad, pero el tercer gol anotado por López fue invalidado por fuera de juego.
A los seis minutos del segundo tiempo, De Olivera impidió que López amplíe la diferencia a favor de los locales con una atajada sobresaliente. A los ocho, Lucero desbordó por derecha y lanzó un buscapié que ni Lugüercio ni Ramírez pudieron conectar.
Un minuto después, Vélez volvió a demostrar por qué es uno de los equipo con más contundencia del fútbol local, porque cuando Racing comenzaba a apretar en busca del empate, López fusiló a De Olivera de cabeza y dentro del área chica para poner el 3 a 1 y comenzar a liquidar la historia.
A partir de ese momento, el dominio velezano fue casi total, lo que provocó que, en medio del “ole, ole” que bajaba de las tribunas, Vivas decidiera mandar a la cancha a Grazzini al campo de juego en lugar de Wagner, para intentar acortar diferencias.
Recién a los 18, Racing inquietó a Montoya cuando, luego de una serie de rebotes dentro del área, la pelota le quedó a Lucero, quien mandó su remate por encima del travesaño. Cuando parecía que los de Vivas tenían alguna chance de acercarse en el marcador, Cabral, que había ingresado por Caruso, liquidó el partido al marcar el 4 a 1.
A los 36, y como adorno al resultado, Grazzini tomó la pelota por el sector derecho de su ataque y con un remate cruzado y bajo, puso el 2-4. Los restantes quince minutos, fueron un suplicio para los de Avellaneda y un trámite para los de Liniers.