Mediante engaños la llevaron al sur

Santafesina rescatada de un prostíbulo

Se trata de una joven de 24 años a quien trataban de localizar sus familiares con apoyo de la Policía Federal y Secretaría de Derechos Humanos.

 

El Litoral/Agencia DyN

En la provincia de Santa Cruz la Policía Federal informó que logró rescatar de un prostíbulo de Pico Truncado a una mujer de 24 años, oriunda de Santa Fe.

La joven, dijeron fuentes oficiosas, era retenida para explotación sexual en un local nocturno.

La policía allanó el club nocturno Kathy y la vivienda de su regente donde rescataron a la joven santafesina que “era intensamente buscada por las fuerzas federales”.

La denuncia de sus familiares acerca de su desaparición fue oportunamente informada por la Secretaría de Derechos Humanos y publicada por El Litoral entre otros medios de prensa.

El allanamiento lo dispuso la jueza federal de Comodoro Rivadavia, Eva Parcio de Seleme, por presunta infracción a la Ley de Trata de Personas.

Los investigadores dijeron que “la mujer había sido mantenida contra su voluntad y obligada a ejercer la prostitución en el club nocturno”.

Tras el accionar de la policía quedó detenida la dueña de la casa, Delia Cazar, quien deberá ser indagada por la Justicia.

Del procedimiento participó un grupo de efectivos de la División Trata de Personas de la Policía Federal quienes arribaron desde Buenos Aires.

También intervino personal de la Dirección de Migraciones de Comodoro Rivadavia y el Consejo Provincial de la Niñez, Adolescencia y Familia para contener y asistir a las víctimas.

Migraciones comprobó la legalidad de la presencia en el país de mujeres centroamericanas que trabajarían en el club nocturno, que finalmente fue clausurado.

Sobre el mediodía de hoy personal del Servicio Penitenciario Federal trasladaba en dirección a Río Negro a un hombre detenido por este motivo, presuntamente en nuestro medio.

Cabe recordar que fue precisamente en nuestra ciudad donde pocos días atrás tuvo lugar el primer juicio oral por trata de personas que se llevó a cabo en nuestro país.

Susana Trimarco

Mientras tanto la embajadora de Estados Unidos, Vilma Martínez, destacó la labor de Susana Trimarco en la lucha contra la trata de personas durante una visita que realizó a su fundación en Tucumán.

La diplomática del gobierno estadounidense se mostró conmovida e incluso en un momento se emocionó durante su visita a la sede de la fundación María de los Angeles, donde resaltó que la labor de Trimarco “arranca el corazón”.

Testigos del encuentro revelaron hoy que la embajadora visitó ayer por la mañana en forma sorpresiva la sede de la fundación en la que Trimarco brinda asistencia a jóvenes víctimas de la trata de personas y desde donde continúa la búsqueda de su hija, Marita, secuestrada por una organización hace seis años.

“Tenemos mucha confianza en lo que ella hace y va a seguir haciendo”, dijo la embajadora Martínez. Asimismo, señaló que “gracias al liderazgo de Susana Trimarco más y más personas en el país, así como el Poder Judicial, han podido entender más acerca de este delito y sobre lo que se debe hacer”.

Por su parte, Trimarco resaltó el “compromiso” de la embajadora y señaló que su visita la colmaba “de fuerza y orgullo”. Trimarco recibe desde 2007 apoyo del gobierno estadounidense luego de que el Departamento de Estado le entregó en Washington el premio Mujeres de Coraje.

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Susana Trimarco, quien lucha contra la trata, recibió la visita de la embajadora estadounidense en el norte; mientras en el sur, una santafesina era rescatada de la red prostibularia.

Foto: Archivo

Diez años de prisión

El 26 de noviembre una mujer de Cabaña Leiva fue condenada por la Justicia federal por el delito de trata de persona, en nuestra ciudad. Las víctimas son dos jóvenes de 13 y 19 años de Coronda y Recreo. La menor aún está desaparecida. El Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó a la pena de 10 años de prisión a Julia Arminda Núñez, acusada de haber captado engañosamente a una niña de 13 años y una joven de 19, bajo falsas promesas de trabajo, para luego entregarlas a una red de prostitución que operaba en la zona y en el oeste de la provincia de Buenos Aires.