El escenario que viene

Menos carne, con mejor precio

En los próximos años y con una oferta de ganado para faenar que no va a superar los 12 millones, la industria frigorífica, que creció con fuerza en los últimos años, deberá resignar poder de compra sino quiere tener capacidad ociosa.

Ignacio Iriarte

Analista del mercado ganadero

El escenario futuro muestra una caída progresiva de la oferta de ganado para faena a lo largo de 2010 y una recuperación de los precios, que desencadenará un proceso de retención de hembras y machos jóvenes, y acentuaría aún más la merma prevista en la oferta de carne.

A favor de una progresiva normalización climática y de la oportunidad de repoblar millones de hectáreas exclusivamente ganaderas que hoy están vacías, se registrará una demanda muy firme por terneras, vaquillonas y vacas, cuyos precios subirán y realimentarán para los criadores las expectativas alcistas.

Éstas se basan en que, por varios años, la oferta de carne será muy reducida y no alcanzará para el consumo y potenciales ventas al exterior. El proceso de retención será financiado por mejores precios de las categorías que vende el criador, tonificados por la escasez, las expectativas positivas y la entrada de capitales ajenos al sector, incentivados por la creencia generalizada de que el negocio entra en un período largo de rentabilidad razonable.

Se exportará menos —entre 400 mil y 500 mil toneladas— pero a precios FOB entre 15 y 30 por ciento superiores a los de la primavera de 2009, a favor de la escasez de oferta que se prevé en todos los países del Mercosur y de la desvalorización del dólar.

Con una demanda internacional en franca recuperación, y una oferta sudamericana declinante, los mejores precios externos compensarán a los exportadores argentinos el menor volumen de ventas. Esas subas previstas también tendrán como efecto una mejora en el poder de compra de la industria .

Las fuertes inversiones registradas en la industria frigorífica, en especial los exportadores, en el período 2005/2008 han incrementado la capacidad instalada de faena en el país a no menos de 16 millones de cabezas. En los próximos años y con una oferta de ganado para faenar no mayor a los 12 millones, la industria deberá resignar cualquier “reserva en el poder de compra” para captar el escaso volumen de hacienda disponible.

La inevitable ociosidad, en un negocio muy sensible al peso de los costos fijos, llevará a una lucha por la hacienda disponible y a pagar precios inclusive por encima del poder de compra teórico .

Así, el desfasaje entre la capacidad instalada y oferta real de ganado se convertirá en un factor adicional de firmeza en los precios. La mayor parte de la industria frigorífica, o es de capitales extranjeros que están dispuestos a enfrentar un período de pérdidas o pertenece a grupos nacionales con resto financiero, o con la firme decisión de no salir del negocio justo cuando lo peor parece estar pasando y las expectativas de ahora en más lucen favorables.

Si se vuelven a pagar los subsidios, de acá a marzo o abril, la presión que se va a ejercer sobre una oferta de invernada reducida, lo que va a llevar el precio del ternero a valores inéditos. Pero la situación fiscal empeora continuamente, las demandas de planes sociales y de plata por parte de las provincias son cada vez mayores y no parecería que en este contexto el Gobierno vuelva a pagar.

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Bien cotizadas. Se registrará una demanda muy firme por terneras, vaquillonas y vacas, cuyos precios subirán y realimentarán para los criadores las expectativas alcistas.

Foto: DyN

La inevitable ociosidad de los frigoríficos, en un negocio muy sensible al peso de los costos fijos, llevará a una lucha por la hacienda disponible y a pagar precios inclusive por encima del poder de compra teórico .