“El teatro es mi forma de comunicarme”
Adrián Airala
Descubrió el mundo del teatro sin proponérselo, aunque en su familia tenía antecedentes de artistas. En la década del ‘80, llegó a Buenos Aires para finalizar la Licenciatura en Filosofía pero descubrió una pasión más fuerte: la actuación.
TEXTOS. MÓNICA RITACCA. FOTO. GUILLERMO DI SALVATORE
LOS INICIOS. “Me inicio en la actuación por el año 1980, cuando fui a Buenos Aires a terminar la carrera de Licenciatura en Filosofía y comencé con los primeros talleres. La verdad es que me entusiasmé tanto con el teatro que opté por posponer la finalización de la carrera hasta el año siguiente, cosa que después no hice pese a que sólo me faltaba la tesis. De cualquier manera, la Filosofía siempre estuvo vinculada a mi trabajo como dramaturgo. La apliqué muchísimo en la dramática del teatro porque el tipo de teatro que siempre me interesó fue el teatro ideológico, sin entenderse por este concepto teatro político. Siempre que hablo de teatro ideológico me refiero al que tiene un corpus de ideas que le da forma, intención... El primer lugar donde comencé a recibir enseñanza fue la Escuela Nacional de Arte Dramático, en Buenos Aires. Paralelamente, y porque me daban los tiempos, me anoté en el Conservatorio. Terminar la Licenciatura en Filosofía es una cuenta pendiente que tengo, y que no descarto concretar en algún momento. Creo que cuando opté por el teatro hice lo que en ese momento necesitaba. Lo que me brindaba el Conservatorio era tan vital, tan distinto a lo intelectual, a lo que yo venía haciendo, que no me fue fácil al principio. Poner el físico en movimiento me costó. Mi familia tomó muy bien mi decisión, aunque a mi madre le hubiese gustado que terminara la licenciatura. Mi padre estuvo muy ligado al teatro y al canto, así que antecedentes de artistas había en la familia”.
EN EL ESCENARIO. “Mi primera actuación arriba de un escenario fue en el marco de un texto, de una pequeña novela de Bruno Hölm: Nietzsche. Fue para el Conservatorio, en el año 1981. Fijate qué casualidad: me había tocado representar al personaje principal de la obra, alguien a quien yo había estudiado con anterioridad. Hacer de él fue muy lindo, tenía una caracterización muy graciosa. Al año siguiente, también para el conservatorio, hice El gran deschave del autor Sergio De Cecco. Pero, sin lugar a dudas, lo que me significó un gran salto a nivel actoral fue Amadeus, en 1983. Ese fue un año muy bueno porque pude vivir del teatro y al mismo tiempo empezar a tomar clases fuera del conservatorio. Mi primer gran maestro fue Carlos Gandolfo y el último Julio Chávez, en el medio tuve grandes maestros también. A pesar de ser santafesino, mi formación actoral fue en Buenos Aires. Sobre finales de 1984 regreso a Santa Fe por cuestiones familiares. Después no volví a radicarme allá pero siempre mantuve vínculos ya sea estudiando o realizando talleres”.
CINE, T.V. Y DIRECCIÓN. “El trabajo actoral me interesa en cualquiera de sus planos pero personalmente me siento como más entrenado en el teatro. El cine me gusta. Es un universo totalmente diferente, donde si bien las técnicas aprendidas son útiles es la cámara la que va contando la historia. Mi primera actuación en cine fue en 1991, en la película Traspaso. La última en 2001, en Gerente en dos ciudades. Entre esos años, actué en seis películas más. Mi paso por la televisión fue en una serie que se llamaba Historias de café, donde actuaba y a veces escribía. En la búsqueda de mis propios proyectos encaré la dirección en teatro. Edipo Cumple Años. La frívola tragedia de un hombre olvidable es mi última producción. La escribí a lo largo de 2007 y 2008. Si bien en escena hay un sólo actor, no es un unipersonal porque a lo largo de la obra va interactuando con diferentes personajes a través de una pantalla. Me vi obligado a plantearla así porque mis compañeros de elenco son de Capital Federal. Por razones de presupuesto y de tiempo opté por filmar el trabajo de ellos y luego hacerlos interactuar con el personaje de la obra”.
A FUTURO. “Tengo bocetos, primeras ideas de cosas que quiero hacer. Pero sinceramente mi cabeza está puesta en lo que va a ser la gira de Edipo Cumple años en 2010. La obra está preparada para ser transportada a cualquier parte del país, con lo cual veremos a qué lugares la podemos llevar. El mercado local no permite vivir con continuidad de ésto aún en ciudades que tienen un mercado artístico y un público grande, salvo personas muy posicionadas. Muchos actores de Santa Fe deben su ingreso más significativo a la docencia del teatro y no a la actuación exclusivamente. Para el actor, una buena temporada da para no quejarse pero hay que trabajar de otra cosa. En mi caso, paralelamente me ocupo de cuestiones de diseño, de gráfica... De todas maneras, el 2010 me encontrará de lleno abocado a la gira de la obra. Es que el teatro es para mí algo que no puedo no hacer, es mi forma de comunicarme. Aunque no parezca, soy muy introvertido, a tal punto que en el mundo real prefiero escuchar y en el mundo del teatro decir”.
