El cascabel, al gato

Oscar Schneider

D.N.I 6.613.537

Señores Directores: tengo en mi poder un viejo pero no por ello menos útil- Pequeño Larousse en color, edición del año 1976, que dice en su página 885 lo siguiente: Tocable adj. Que se puede tocar, y, en la 502, reza esto: Intocable adj. Que no se puede tocar. Cortitas definiciones. Escuetas. Las busqué porque deseo relacionarlas con el tan traído y llevado tema del caos vehicular en Santa Fe, pero, más precisamente, con los casos violatorios de las normas vigentes al respecto y sus penalizaciones.

Recorriendo La Cordial llego fácilmente a dos conclusiones: Primero, que las medidas punitivas anunciadas cada tanto con bombos y platillos para comenzar a educar al santafesino, son un verso más grande que toda la producción de Neruda y Bécquer juntas y, segundo, que las mismas sólo conllevan un ánimo recaudatorio. Así que, según mi modesto entender, a los vehículos en Santa Fe los dividiría en dos grupos: los “Tocables”, que son los vehículos cuanto más nuevos mejor: plata segura- cuyos propietarios los tienen en perfectas condiciones, además de los papeles en regla, y los “Intocables”, grupo en el cual podríamos mencionar los sin luces ni patentes, los atados con alambre, los remises truchos, los que cuyos propietarios no poseen ningún papel en regla, es decir, una gama de cadáveres de 2 ó 4 ruedas que transgreden cuantas normas a uno se les pueden cruzar por la cabeza, y hacen gala de ello con total impunidad. Pueden ser ubicados el 99% de ellos- en el norte de la ciudad.

Pruebas al canto: ¿Ninguno de nuestros sesudos funcionarios pasó alguna vez por Peñaloza y Berruti, o por Blas Parera y Peñaloza en toda su extensión, o la zona del complejo Las Flores? ¿Ninguno de ellos ha visto la cantidad vergonzosa de remises truchos que hay fuera del Mira y López, el Iturraspe, el Hospital de Niños, los grandes supermercados del norte de la ciudad o a sólo dos cuadras de la Municipalidad, los que bajan y suben pasajeros a cualquier hora del día en la Plaza del Soldado? Sólo por dar algunos pocos ejemplos y porque la carta se me está haciendo larga. ¡Vamos señores!, si queremos empezar a transitar el camino hacia el Primer Mundo, alguna vez se le debe poner “el cascabel al gato”. El pueblo, que paga religiosamente sus impuestos y demás yerbas se los va a agradecer. Cordialmente.

In memoriam

Carlitos Néstor.

A mi primo Ciro.

Nos dejaste acongojados y partiste / envuelto entre los humos del Colastiné, / como tules que el cielo te señaló, / en el camino a la eternidad.// No cantaron más los zorzales ni las calandrias, / sólo se oyó la tonada triste de las palomitas del monte, / y el silbido del viento frío del atardecer / que inclinaba las copas de los árboles, / como reverenciando al que nos dejó.// Aunque el destino te haya llevado lejos, / dejándonos el paisaje solitario y melancólico, / no evitaremos decirte: / ¡Te hemos querido tanto! / ¡Cómo cuesta decírtelo!/ ¡Me ahoga el llanto!