“Estamos molestos por la decisión de la Municipalidad”, expresan en un escrito

Esmeralda Este: vecinos se oponen a la llegada de las familias de Playa Norte

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La extensión de terrenos sobre la que se relocalizará a las familias de Playa Norte está ubicada al oeste del ex Gada 121.

Foto: Luis Cetraro

La reubicación de las 245 familias de Playa Norte en las inmediaciones de Callejón Funes y las vías del Ferrocarril, barrio Esmeralda Este, no cayó bien en los habitantes de la jurisdicción. Temen problemas de inseguridad y de convivencia.

 

De la Redacción de El Litoral

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El inminente traslado de las 245 familias que habitan en Playa Norte generó malestar en quienes residen en las inmediaciones de las vías del ferrocarril y Callejón Funes, el lugar elegido para la reubicación definitiva. En una nota enviada a nuestra redacción, los vecinos manifiestan estar molestos con la decisión de la Municipalidad de trasladar “la villa de Playa Norte a nuestro, hasta ahora, olvidado barrio Esmeralda Este”.

“Decimos olvidado, porque el desmalezamiento, la falta de agua potable, del mejorado de las calles y de desagües, y la escasa iluminación han sido un olvido de nuestro intendente. Pero ahora, como por arte de magia, aparecieron las ansiadas máquinas para desmalezar y mejorar las calles. Sabemos que el intendente consulta a los vecinos y ellos votan para llevar a cabo alguna mejora para el barrio: plazas, playones o lo que fuera. Sin embargo, en una decisión tan trascendente para los que habitamos en este barrio, no la hubo”, expresan los vecinos en el texto enviado. Y agregan: “Nadie desconoce la inseguridad que se vive a diario en nuestra ciudad y de la cual estábamos un poco al margen: nuestros hijos pueden jugar en la plaza, andar en bicicleta, hacer los mandados solos. Quién nos garantiza que esto continuará del mismo modo”.

Entre los interrogantes, los habitantes de Esmeralda Este plantean si junto con la llegada de las nuevas familias también se instalará una subcomisaría en la zona. Ello tiene que ver con que la más cercana es la Seccional 8va., donde se sabe que los efectivos policiales ya tienen una amplia jurisdicción por cubrir y que “muchas veces no cuentan ni con un móvil para realizar patrullajes por la zona o recurrir ante un hecho”.

“Pagamos nuestros impuestos, pero no contamos con ningún servicio municipal. Sufrimos la falta de transporte, siendo la Línea 10 de colectivo la única a la que tenemos acceso. Padecemos los cortes de energía, a causa del incremento en la población y la falta de mantenimiento y/o extensión en las redes eléctricas. Tampoco contamos con desagües, entre otros problemas. La carencia total de planificación urbana la venimos soportando hace varios años, y ahora otro barrio totalmente improvisado se instalará continuo al nuestro”, señalan los vecinos. Y finalizan: “Éste es un mensaje desesperado de madres y padres, de trabajadores y estudiantes hacia quienes tienen en sus manos la posibilidad de frenar esta situación. Rogamos que algún concejal defienda nuestros intereses”.

“Viven en reservorios”

Las 245 familias de Playa Norte serán trasladadas de manera definitiva por habitar en un asentamiento irregular sobre reservorios del noreste de la ciudad.

Según lo informado desde la Municipalidad, la reubicación será progresiva, comenzando la semana entrante por 12 familias que ya tienen agua en sus precarias viviendas.

En una entrevista concedida a El Litoral, el secretario de Desarrollo Social de la Municipalidad, Alejandro Boscarol, explicaba días atrás que en el reservorio donde están asentadas las familias en cuestión desagotan las cuencas de Guadalupe Central y Guadalupe Oeste, por lo que “es importantísimo mantenerlo en excelentes condiciones”. “El reservorio debe funcionar como reservorio, eso está claro. Esas familias no sólo se anegan con crecidas del río sino con lluvias intensas, por lo que no pueden quedarse allí”, fueron sus palabras.


Propietarios

Con la relocalización, las familias podrán acceder a la titularidad de las tierras y a viviendas construidas con placas de cemento. En principio habitarán en las mismas construcciones de chapa que disponen en Playa Norte hasta tanto se terminen las nuevas.