Sólo dos jugadores de Unión hablaron después de la derrota...

“El tren está pasando y

hay que subir cómo sea”

Limia hizo referencia también a la “visita” de los barras en la práctica del domingo. “Ellos quieren lo mismo que queremos nosotros, o sea, ganar”, señaló el experimentado arquero tatengue.

“El tren está pasando y hay que subir cómo sea”

Gonzalo Saucedo le pega con firmeza la pelota. El ex Estudiantes, que había marcado varios golazos en la primera rueda, ahora no está tan preciso para convertir desde afuera del área. Foto: gentileza Matías Nápoli

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Sólo Lucas Pratto y Alejandro Limia fueron los jugadores que aceptaron el diálogo con la prensa. En realidad, el resto del plantel (técnico incluido) optó por salir del vestuario en forma directa hacia una salida que está ubicada detrás de la tribuna cabecera que da a las vías del ferrocarril, con lo cual eludieron al periodismo que aguardaba la palabra de los protagonistas.

El primero en salir fue Lucas Pratto, quien enseguida tiró la primera frase: “Muchachos, no busquemos excusa de ninguna naturaleza. Jugamos mal el segundo tiempo y punto”, señaló el delantero rojiblanco.

—¿Por qué está costando tanto ganar de visitante?

—No sólo de visitante, porque el otro día contra Ferro merecimos ganar 4 a 1 y terminamos empatando 2 a 2 y nos retiramos con un sabor amargo, casi de derrota. Así no se puede seguir, porque los de arriba se nos escapan.

—Futbolísticamente, ¿qué opinás del equipo?, ¿se está jugando bien?

—Yo tengo, por allí, una opinión que no es muy coincidente con la de ustedes. A mí me parece que con Ferro hicimos un partido aceptable y que hoy ante Platense jugamos bien el primer tiempo. De todos modos, acá lo que importa es ganar. Y nosotros ante Ferro merecimos otra cosa.

—¿Hacés una autocrítica por los goles errados?

—Sí, claro... A mí me trajeron a Santa Fe para hacer goles y la realidad indica que hace varios partidos que no marco.

Luego de la salida de Lucas Pratto de ese sector contiguo al vestuario, hubo que aguardar un rato hasta que se produjo la Limia. Dentro del recinto, el arquero conversaba con el Gato Esmerado, que estuvo en la cancha viendo el partido y fue a saludarlo pues lo conoce de los tiempos de Arsenal. Limia fue un poco más allá que Pratto, fue más contundente y habló de un tema del que poco se mencionó en Unión y se refiere a la “visita” que recibieron los jugadores el domingo en el entrenamiento por parte de un minúsculo grupo de hinchas.

—¿De quién es la responsabilidad, Alejandro?

—Nuestra... No hicimos bien las cosas, con un par de jugadas nos dieron vuelta el partido en forma inexplicable.

—¿Estás caliente?

—Tengo una calentura terrible, todavía tenemos chance y vamos a dar pelea hasta el final. La ilusión de ascender con Unión no la voy a regalar y estoy convencido de que vamos a salir adelante.

—¿Pensabas que se debían sacar más resultados con la CAI, Ferro y Platense?

—Seguro... En mi cabeza tenía nueve puntos en la cabeza y resulta que sólo me quedé con dos. Por eso tengo una calentura bárbara y no queda otra que seguir trabajando y dándole para adelante... Jugar, no jugamos bien. Y me parece que pasa por ahí, por no saber manejar los ritmos de los partidos para mantener resultados, cosa que no estamos haciendo.

—¿Qué te indica la experiencia?

—Que hay que estar tranquilos, hablar mucho y trabajar... Si nos quedamos con que fue una semana mala no ganamos nada... La verdad, es que ésta fue una semana de m..., así que hay que mentalizarse de que hay que ganar diez partidos, aunque parezca una frase hecha o difícil de conseguir.

—¿Qué podés decir de lo que pasó el domingo con la visita de los barras?

—Sin palabras, sin palabras... Sólo puedo decir que nosotros somos los primeros en querer ganar.

—¿Influyó en el grupo?

—Nosotros estamos todos por lo mismo, ellos quieren que ganemos, nosotros queremos ganar, los dirigentes también y ustedes, los periodistas, también quieren que ganemos. Lo que ellos dicen es algo lógico y entendible. Pero quiero que sepan que nosotros también queremos ganar.

—¿Te tocó vivir alguna vez una situación así?

—¿Como la del domingo?

—Sí.

—... Sí, pero son cosas que no me gusta hablar... No quiero darle mucha importancia, lo quiero tomar como cosas aisladas y que ellos quieren ganar, como nosotros, y nada más.

—¿Por qué dijiste recién que pasaron una semana de m...?

—Porque pensábamos ganar los tres partidos y no ganamos ninguno... Y porque el tren está pasando y tenemos que subirnos cómo sea.

—¿Y el grupo?

—Golpeado pero no muerto. Somos conscientes de lo que estamos jugando y vamos a dar la vida por Unión.

—¿Se tira para el mismo lado?

—¡No tengas ninguna duda!... Más te voy a decir, tengo casi 35 años y éste es el mejor grupo que me tocó participar en mi vida. Lo digo en serio y no por cumplido. Cuando llegás a un lugar, percibís enseguida si el grupo está bien o si está desunido. Y acá en Unión estamos bien, así que lo único que le queda es conseguir el objetivo del ascenso. Pero para eso tenemos que subirnos al tren, no queda otra.

Aparecieron pibes.

Fausto Montero no debutó en Unión, pues había jugado un par de minutos en el partido del torneo pasado ante Aldosivi, en Mar del Plata. Por su parte, Pablo Magnín, oriundo de San Jerónimo Norte como Zurbriggen, le tocó debutar en un partido que no recordará desde lo futbolístico y matemático. En las horas previas, se dudó sobre la presencia del pibe o de Rosales como titular, pero Alí se inclinó por la experiencia de Paulo para jugar el encuentro de ayer en Vicente López.

/// el dato

11

partidos

lleva Unión sin ganar de visitante. En ese lapso, el equipo empató cuatro y perdió los otros siete. El nivel de eficacia es de un poco más del 10 por ciento.