Los santafesinos consumen el doble de lo necesario
El medidor de agua, centro de un debate saludable
Las cooperativas que prestan el servicio de distribución de agua potable en el interior de Santa Fe cuentan con caudalímetros.
Foto: Archivo El Litoral
Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y Mendoza buscan bajar el consumo irracional de agua potable. Todos identifican a la micromedición como necesaria. Sin embargo, no siempre hay acuerdo respecto de quién paga el equipo y su instalación.
De la redacción de El Litoral
Las audiencias públicas sobre el aumento de tarifas pretendido por Assa permitieron exposiciones que fueron bastante más allá del tema convocante. Además de la necesidad de actualizar las boletas de Aguas Santafesinas, en las audiencias convocadas por el Enress, hubo propuestas concretas para hacer más justo, y más eficiente, el servicio que la empresa estatal brinda en 15 distritos.
El reclamo por la instalación del medidor en los domicilios fue mencionado reiteradas veces, como una herramienta para procurar varios objetivos: impulsar el uso racional del recurso, obligar a los usuarios a pagar más cuanto más consuman y así disminuir el derroche, y someter a la prestadora a verificar su eficiencia a la hora de las reparaciones de las pérdidas callejeras en las redes.
El tema de los medidores es parte de la resolución que el Enress emitió por estos días (alternativa al pedido de aumento presentado por Assa). Contempla la instalación en el corto plazo de 100 mil caudalímetros domiciliarios y reclama un plan de mediano y largo plazo para que -en diez años- sea universal la micromedición.
Assa sostiene que el consumo promedio es de 450 litros por persona y por día, mientras que según la OMS debería ser de 250 litros.
Mal de muchos
El debate en Santa Fe sobre los medidores se repite en otras provincias. Aquí, como en Capital Federal, Córdoba o Mendoza (donde por estos días se habla en la prensa del asunto) se admite desde las autoridades de las empresas prestadoras del servicio de agua potable que lo ideal es que cada usuario pague por lo que consume. Sin embargo, no hay acuerdo sobre quien debe cubrir ese costo y respecto de su oportunidad.
En la ciudad de Buenos Aires, los diarios de tirada nacional hablan de las enormes cantidades de agua desperdiciada a diario. Clarín dice en su edición de ayer que “por el mal uso cotidiano, se gasta diez veces más agua de lo recomendado”.
“La empresa AySA (que reemplazó a Aguas Argentinas) estima en 500 litros diarios el consumo por habitante para usos domésticos. Advierte que en Europa el consumo oscila entre 170 y 200 litros diarios por persona.
Marcha atrás
En Córdoba, otra ciudad en la que (como en Santa Fe y Buenos Aires) actuó el grupo SUEZ y ahora tiene un prestador público, el diario La Mañana vuelve sobre el tema de los medidores: la noticia es que no habrá en la factura un incremento para pagar la instalación de los caudalímetros.
La ciudad mediterránea sufrió durante el peor momento de la sequía que afectó al centro del país una crisis de abastecimiento (cuando el lago San Roque bajó su nivel). Desde entonces, se busca cómo limitar el derroche de agua y el medidor parecía la opción más indicada. Sin embargo, ahora la decisión de colocarlos parece volver a foja cero.
La Mañana dice que “no se cobrará un cargo fijo para medidores en la factura. De esa manera, el incremento que Aguas Cordobesas será del 10%, y no del 28,58% propuesto si se hubiera incluido un cargo fijo del 18% para costear los medidores”.
Una tarifa
En Mendoza, en tanto, el debate sobre los medidores también se reactualiza: el intendente de la ciudad de Luján de Cuyo, Omar Parisi, ha propuesto a la Legislatura Provincial que se creen condiciones para obligar a Obras Sanitarias de Mendoza a instalar medidores de agua en los domicilios de la provincia, con una sola tarifa.
“Actualmente hay 40 tarifas distintas, pero no se cobra por el consumo de cada uno”, dijo el intendente de esa ciudad del Gran Mendoza, donde se debate el problema de obtener agua cruda para su potabilización y de tender redes para los nuevos barrios.
Encuesta
Clarín cita la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Palermo que encararon con sus alumnos una encuesta a 1.126 personas residentes en la Ciudad y el Gran Buenos Aires, para conocer la actitud de los ciudadanos respecto del consumo y del cuidado del agua.
El trabajo confirma el poco interés por cuidar el recurso: se repite que el agua debe consumirse en forma racional pero pocos lo llevan a la práctica. Un dato es más interesante, la encuesta no advirtió diferencias en el uso del servicio entre quienes tienen o no medidor.
Además de las fugas domiciliarias, de las canillas que gotean o chorrean, hay altos consumos al lavar el auto, la vereda, o durante el baño diario.