Una impetuosa  ciudad de superlativos

El río Chicago atraviesa el corazón mismo de la ciudad.

Una impetuosa ciudad de superlativos

Ella creció y se desarrolló sin ayuda foránea, solo con el trabajo de su dinámica población, y el tesón y el genio creador de famosos arquitectos como Frank Lloyd Wright, Louis Sullivan y Philip Johnson que hicieron de Chicago, la magnífica realidad que hoy es.

TEXTOS Y FOTOS. MARIO A. LAGUZZA.

El que suscribe no es arquitecto ni pertenece a ninguna de las ramas de la construcción o de la ingeniería. Sólo soy profesor de Geografía, y como tal, un observador de todo lo que nos rodea.

Sí en cambio, debo decir, me gusta mucho la arquitectura, en particular la moderna, y me agrada conocer las ciudades de este tipo.

Chicago es una de ellas y como tal, la visité en cuatro oportunidades, en 1988, en 1996, en el 2000 y en el 2006. A pesar de ello uno nunca alcanza a conocer todo lo que quisiera, por las más diversas razones: el idioma, las distancias, el desconocimiento del lugar, etc.

Después de Nueva York, Chicago es la ciudad más populosa de los Estados Unidos. Con sus grandes Bolsas de materias primas, de comercio y de valores, entre otras, la ciudad es hoy día uno de los centros financieros más importantes del mundo. Además es también un centro de las ciencias y alberga numerosos establecimientos de artes gráficas y empresas editoriales. La metrópolis es, por otra parte, importante sede de ferias y congresos, con una capacidad enorme. El McCormick Place, es uno de los centros de convenciones más grandes que se conocen.

Lo más manifiesto sin embargo, es el papel líder de Chicago en el campo de la arquitectura. La urbe es la capital de la arquitectura moderna. Tiene una mezcla ecléctica de edificios famosos a través del mundo entero.

Lo que hace a esta ciudad tan especial en materia arquitectónica, empezó con el gran incendio que sufrió en 1871. De pronto hubo un nuevo escenario que construir. Fue tan notable, tan inesperado que un pueblo ganadero del medio oeste se convirtiera en el lugar de nacimiento de rascacielos y otras innovaciones arquitectónicas.

Pocas ciudades tienen un marco comparable; se extiende por kilómetros a lo largo de la costa sudoccidental del lago Michigan, con rascacielos que se levantan casi al filo del agua; es el resultado de una planificación urbanística de gran visión, concebida a principios de siglo. Más de 30 kilómetros de las orillas del lago se han conservado para deleite de la población; integran una magnífica faja de playas arenosas, parques y jardines, hermosos bulevares y amplias autopistas, museos y estadios deportivos, atracaderos para yates, etc.

CIUDAD DE LOS RASCACIELOS

Chicago es una mezcla del pasado, el presente y el futuro. Los edificios de principio de siglo se codean con la arquitectura innovadora del siglo XXI. Aquí nacieron los rascacielos y la más antigua construcción con estructura metálica.

Tres de los edificios más altos que se conocen en América figuran en su dinámico perfil arquitectónico; así por ejemplo, la Torre Sears, de 110 pisos y 442 metros de altura, es la construcción líder y fue el mayor rascacielos del mundo durante veinticinco años, con el piso habitable más alto construido en todo el siglo XX. Si tomamos en cuenta las antenas gemelas que se encuentran sobre el edificio, le dan una altura total de 520 metros, lo que lo convierte en el quinto más alto del mundo.

Su construcción comenzó en 1970 y finalizó en 1974. La torre no sólo se convertía en la reina de Chicago, sino que batía también el récord del rascacielos más alto de Nueva York, por entonces, en 26 m y los arquitectos mostraron su deseo de resucitar la tradicional rivalidad entre Chicago y Nueva York, que en aquellos momentos asistía a la construcción de las Torres Gemelas.

En su último piso posee un “mirador” al que se accede por medio de ascensores expresos, que en no más de un minuto suben hasta allí. Desde dicho lugar se tiene una sorprendente y singular vista de la ciudad y su extensa planicie, y del inmenso lago Michigan, y en días claros se alcanza una visibilidad de hasta 95 kilómetros. Asimismo, la vista de noche es incomparable. Millones y millones de luces multicolores resplandecen y se pierden a la distancia marcando calles, avenidas, autopistas... y un sinnúmero de luces dibujan el perfil de los rascacielos... Es una de las vistas más espectaculares que se pueden tener.

La Torre Sears no es un edificio de viviendas, sino de oficinas.

El otro rascacielos es el John Hancock Center que, con sus 95 pisos, es hasta ahora el edificio más alto del mundo destinado a viviendas.

Inaugurado en 1969, fue el primer súper rascacielos que se construyó en Chicago, y se destaca por su elegante acabado metálico en negro y por los tirantes de acero de su fachada. Su gran altura, 344 m y su forma de pirámide truncada también lo hacen fácilmente reconocible y pone en evidencia su revolucionaria ingeniería estructural, tan bella como tecnológicamente avanzada, que rinden tributo al genio de sus creadores.

En ésta “pirámide truncada” en su penúltimo piso se encuentra un elegante restaurante denominado “Skywalk”, y un piso más arriba, se halla el observatorio mirador.

Asimismo en Chicago se encuentra el edificio más alto que se conoce, enteramente revestido en mármol blanco: tiene 90 pisos y pertenece a la compañía Standard 011. Se levanta frente mismo donde comienzan los jardines del “Grant Park”.

De acuerdo con ésto, hasta ahora, tres de los cuatro edificios más altos del país se encuentran en Chicago. El restante se levanta en la ciudad de Nueva York y es el emblemático Empire State Building de 102 pisos.

ARQUITECTOS DE ELITE

La historia de Chicago sería incompleta si no se mencionara el papel destacado que en la ciudad tuvieron para el desarrollo de la arquitectura moderna en los Estados Unidos, los nombres de grandes y famosas mentes de renombre mundial, con los arquitectos Henry Richardson, Daniel Burnham, Louis Sullivan, Frank Lloyd Wright, Walter Gropius, Ludwig Mies van der Rohe, Helmut Jahn y Philip Johnson, que se congregaron en Chicago con una visión idealista inspirada en la naturaleza. Y de pronto, sorprendentes edificios que nadie había imaginado posibles surgieron por todas partes.

En sus numerosas creaciones han dejado plasmado, en la urbanización de la metrópolis, como una especie de “gran museo al aire libre” donde se contemplan los diferentes estilos que enriquecen su arquitectura. Así se podrán ver grandes edificios, monumentales rascacielos, uno de los aeropuertos más modernos y de mayor movimiento del mundo, grandes estadios deportivos, monumentos y esculturas de conocidos y afamados artistas (Picasso, Marc Chagall, Alexander Calder, Jean Dubuffet, Miró, etc).

LA MILLA MAGNÍFICA

La avenida Michigan, que se extiende por kilómetros, es equivalente a la Quinta Avenida de los neoyorquinos. Su tramo norte, comprendido entre el río Chicago y el Lincoln Park, se denomina “Magnificent Mille” o Milla Magnífica. ¡Y vaya si lo es! Esas quince cuadras que corren paralelas al lago homónimo tienen a un lado rascacielos altísimos, lujosos hoteles, bancos, edificios elegantes, grandes shopping, tiendas con las más prestigiosas marcas del mundo se suceden unas a otras en un catálogo que deslumbra. Entre todo ello se intercalan restaurantes, galerías de arte, tiendas de antigüedades, etc.

Pero el encanto de esta Milla Magnífica se complementa en la riqueza y variada arquitectónica de sus edificios, monumentos, esculturas y fuentes.

Junto al lago Michigan y cubriendo buena parte del centro de la ciudad, espaciosos parques y jardines como el Grant Park y el Lincoln Park, al sur y al norte respectivamente, adornan y embellecen la urbe.

En el Grant Park, se encuentra una verdadera estrella que es la Buckingham Fountain que, con sus 60 metros de diámetro, es considerada la más grande del mundo. En el Lincoln Park se destacan sus lagos, bosques, jardines, clubes y el zoológico.

El Art Institute, uno de los museos más renombrados del planeta, alberga en exposición permanente una de las colecciones de arte europeo más completas del mundo, del Renacimiento al impresionismo.

Otros museos dignos de visitar son el Field Museum de Ciencias Naturales; el Shedd Aquarium; el Adler Planetario; etc. Chicago cobra vida con arte y museo, un sitio histórico o una escultura.

Muchos de los festivales y conciertos de verano son gratis. La Orquesta Sinfónica de Chicago es una de las mejores del país.

Los visitantes de todas las edades encuentran cientos de cosas para ver y hacer en esta ciudad.

Para finalizar, bien vale una sugerencia: cuando planee conocer ésta ciudad, hágalo desde finales de mayo y no más allá de fines de setiembre. Recuérdelo siempre.

Por todo lo expuesto, no es exagerado decir que Chicago es una urbe de superlativos.

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Paseando por el río Chicago, entre rascacielos.

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Chicago de noche es una sinfonía de luces y colores.

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Espléndida vista del lago del Lincoln Park, con la ciudad de Chicago como fondo.

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Un sector de la ciudad donde se destaca el rascacielos John Hancock Center, visto desde el lago Michigan.

UNA ARQUITECTURA INNOVADORA

Luego del incendio que padeció la ciudad en 1871 sus ciudadanos, lejos de dejarse abatir, reiniciaron una sorprendente reconstrucción digna de imitar. Probablemente sea por esa necesidad de renacer rápidamente de sus cenizas, que Chicago renació a sí misma con una calidad y originalidad en sus edificios muy poco habituales.

En Chicago, como tal vez en ningún otro lugar, se puede apreciar la variedad de estilos y tendencias por los que atravesó la arquitectura desde finales del siglo XIX hasta el presente y que marcó el camino de la Escuela de Chicago.

Desde la impronta del genial Frank Lloyd Wright, que quedó plasmada en numerosas obras que aún se conservan en excelente estado, pasando por el vanguardismo de Ludwig Mies van der Rohe, las creaciones de estilo neoclásico y moderno de Raymond Hood, Helmut Jahn y Philip Johnson, hasta el futuro encarnado por Adrian D. Smith y Santiago Calatrava. Todos ellos y muchos otros han contribuido para hacer de Chicago una ciudad única.

De éste último arquitecto debemos señalar que es el diseñador del edificio “Chicago Spire”, cuya inauguración está prevista para finales del presente año.

Este súper rascacielos de 610 metros y 150 plantas, transformará una de las áreas de rascacielos más importantes del mundo dominada, durante más de cuatro décadas, por las torres John Hancock Center y Sears.

Será el segundo edificio más alto y el primero exclusivamente residencial del planeta; asimismo será el más alto del hemisferio occidental.

La lista de hitos arquitectónicos es interminable, la pasión por el crecimiento que caracterizó a la ciudad en la última centuria, continúa y se evidencia en la cantidad de obras monumentales que se observan a cada paso; entre ellas, la originalísima obra de Calatrava.

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El autor de la nota y su señora esposa en el piso 95 del edificio John Hancock Center. Detrás, el centro de Chicago.


+info DIFUSIÓN

El autor pone a disposición de los Colegios Profesionales y de las Facultades de Arquitectura y entes de la construcción en general, un video documental de 35 minutos donde se destaca el papel líder que la ciudad de Chicago tiene en el campo de la arquitectura. Para obtener detalles sobre el particular, comunicarse llamando al teléfono (0342) 4522123.