Dramático relato del joven estudiante de arquitectura que fue asaltado en barrio Chalet

¡Nos asaltaron... Santiago está herido!

La víctima es un joven de 29 años. Resistió un asalto a mano armada y recibió tres tiros a quemarropa. Su estado es delicado.

¡Nos asaltaron... Santiago está herido!

La mamá, la novia y amigos de Santiago aguardaban esta mañana novedades en la puerta de la Sala 6 del hospital Cullen.

Foto: Danilo Chiapello

 

Danilo Chiapello

[email protected]

¡Nos asaltaron... Santiago está herido... vamos para allá! La frase cayó una bomba en el seno de la familia Weibel y era la voz de una joven que daba cuenta de lo ocurrido minutos antes.

Noche de viernes

Era la noche del viernes, minutos después de las 22, cuando Santiago Weibel (29) llegó hasta su domicilio de pasaje Alfonso al 1000, esto es, en el corazón de barrio Chalet.

La intención era buscar un bolso donde había unos planos y seguir viaje.

El joven es un avanzado estudiante de arquitectura, que además trabaja en la Dirección Provincial de Vialidad.

Santiago llegó al lugar al mando de su camioneta acompañado por su novia. Tras estacionar el vehículo ingresó a la vivienda y buscó el bolso en cuestión.

“Sacá las llaves y dame todo”

Al cabo de unos pocos minutos ya estaba otra vez sobre el rodado listo para continuar. Ambos se demoraron algunos segundos haciendo comentarios sobre los documentos específicos de la profesión.

Terminada la charla Santiago quiso cerrar la puerta del rodado y arrancar. Pero no pudo. Alguien la había trabado con una pierna. Acto seguido Santiago vio el cañón de un arma apuntándole a la cabeza.

El delincuente era un hombre de unos 30 años, de pelo oscuro, y complexión robusta. Actuó a cara descubierta. Se mostraba nervioso y excitado, como bajo los efectos de alguna droga.

“Sacá las llaves y dame todo”, fue la orden que impartió el rufián.

Fue entonces cuando Santiago decidió jugarse al límite. Abrió la puerta del vehículo con gran violencia. El movimiento fue de una violencia tal, que hizo caer al rufián. Sin más Santiago se tiró de la camioneta y se trabó en lucha con el caco.

Pero en plena refriega el rufián jugó su carta más brava. Efectuó un primer disparo con su arma el que impactó de lleno en el cuerpo de Santiago (en la zona del abdomen). La situación paralizó por unos instantes al joven, y provocó que el malviviente iniciara su fuga.

En medio de la conmoción por lo ocurrido el joven se puso tras los pasos del asaltante el que, al verse perseguido, volvió a disparar. Otros dos balazos (en el muslo y en la ingle) hicieron blanco en la víctima que desistió en su persecución.

Con el último aliento

Herido y todo, el joven volvió sobre sus pasos y llegó hasta la camioneta. Tomó el mando del rodado y partió rumbo a la zona céntrica.

“Nos asaltaron... Santiago está herido... vamos para allá”, era el grito con el que la novia de Santiago avisaba sobre lo ocurrido.

Al llegar a calle Saavedra al 1100 las fuerzas de Santiago estaban por decir basta. Detuvo la marcha de vehículo y quedó semidesvanecido. Había perdido mucha sangre.

En dicha circunstancia apareció en escena un remisero, de la empresa Isis, matrícula 365. Su conductor, al advertir que algo anormal estaba ocurriendo, se ofreció para ayudar.

Sin dudar dejó el remís y se puso al mando de la camioneta, con la que partió en dirección al hospital Cullen. A poco de ingresar el joven fue sometido a una delicada intervención quirúrgica. Lo peor fue que uno de los balazos le perforó los intestinos.

Hoy, Santiago permanece internado en dicho nosocomio en estado delicado, siendo su pronóstico de carácter reservado.


Fallecido

Esta madrugada se produjo el fallecimiento de Mauro Olivera, de 15 años. El nombrado fue alcanzado por varios impactos de bala la noche del sábado, tras un incidente ocurrido en Amenábar y Roque Sáenz Peña. Este delicado asunto quedó denunciado en la subcomisaría 10ma., que interviene por jurisdicción.

/// EL DATO