Murió la joven panadera asaltada y golpeada por motochorros en barrio María Selva

Un dolor sin límite

La joven agonizó una semana, en la unidad de terapia intensiva del Cullen. No hay detenidos por el hecho.

Un dolor sin límite

Despedida. El cartel pegado en la panadería Boneo deja expresa constancia de la huella que dejó Marianela entre sus compañeros de trabajo.

Foto: Danilo Chiapello

 

Danilo Chiapello

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Marianela Brondino (25) cerró sus ojos para siempre.

Su corazón dijo basta en la tarde de ayer, luego de una semana de agonía en la Unidad de Terapia Intensiva del hospital Cullen.

El fallecimiento de la joven enluta a una querida familia y a gran parte del barrio María Selva, cuyos vecinos hoy se mostraron consternados por la infausta noticia.

José Luis Brondino, su esposa Graciela y los hijos de ambos (Marianela y Pablo Sebastián) fueron definidos como gente ejemplar. Hace ya más de 40 años llegaron al barrio, y a fuerza de mucho trabajo y sacrificio se abrieron paso.

Los hermanos Brondino cursaron sus estudios en los establecimientos educativos de la zona. Marianela concurrió a la escuela Monseñor C. Macagno, mientras que su hermano hizo lo propio en la Julio Bello.

Quienes conocieron a Marianela dijeron de ella que era “como un ángel. Tan buena y educada que quizás no era para este mundo. Su vida era ir de su casa al trabajo y del trabajo a su casa. Siempre bien dispuesta, con una sonrisa. No se le conocía un mal gesto. Esto es una tragedia terrible”, dijeron de modo coincidente nuestros entrevistados.

Recientemente había terminado un curso de alta cocina. Sus ilusiones apuntaban hacia ese horizonte.

En “La Italia Chica”

El miércoles de la semana pasada, Marianela cumplió con otra jornada laboral en la panadería Boneo, ubicada en Alvear al 6100.

Este sector de la barriada es conocido también como “La Italia Chica”, por la gran cantidad de inmigrantes que se radicaron en la zona.

Culminado el turno de la tarde, la joven saludó uno por uno a sus compañeros de trabajo. Luego, como siempre, salió a bordo de su bicicleta rumbo a su domicilio.

Pero la chica no pudo llegar a su casa. No alcanzó a recorrer una cuadra cuando dos malditos le cayeron como un rayo.

Motochorros y asesinos

Marianela circulaba en su bicicleta por Gorostiaga al 1900, casi esquina con Alvear. La joven jamás se enteró que por detrás suyo, con ladina intención, venían dos individuos que se conducían en moto.

De los sujetos se supo que eran dos hombres de unos 30 años. Vestían con ropas oscuras y “nada de ellos hacía sospechar que eran delincuentes”, según relató uno de los testigos.

Un brusco tirón a su cartera arrancó a la chica del asiento de la bicicleta, que voló por el aire y cayó al suelo. La mujer pegó contra el pavimento con su cabeza. “Fue un golpe muy duro y seco. Produjo un ruido feo que se escuchó a varios metros”, agregó el testigo.

Pese a la embestida los cacos no lograron hacerse de la cartera, que quedó debajo del cuerpo de la víctima. Entonces uno de los rufianes se bajó de la moto y comenzó a patear el cuerpo de la joven, que ya comenzaba a tener convulsiones.

Ante semejante cuadro los delincuentes desistieron de sus planes y se dieron a la fuga.

Un muchacho que ocasionalmente pasó por el lugar y observó lo ocurrido, intentó frenar a los sujetos. Para ello les arrojó una patada a la moto. Sin embargo los cacos le respondieron con una trompada que no llegó a destino, para finalmente escapar a toda velocidad.

El mismo muchacho fue entonces en auxilio de la joven, que ya estaba inconsciente. Lo que siguió fue el desesperado llamado a las ambulancias y a la policía.

Marianela llegó al hospital Cullen en estado desesperante. Ingresó en estado de inconciencia y en plena crisis respiratoria.

Los médicos que la recibieron le diagnosticaron hematoma sub-craneal con desplazamiento lineal. Fue intervenida quirúrgicamente dos veces. Quedó en situación crítica y con respiración asistida.

La agonía de Marianela se prolongó durante cinco días hasta ayer en que se produjo su fallecimiento.

Los restos mortales de la joven eran velados en una sala mortuaria de nuestra ciudad y esta tarde serán inhumados en un cementerio privado.


Un dolor sin límite

Escenas de profundo pesar se observaron durante toda la mañana en la sala de velatorio entre amigos y familiares de la víctima.

Foto: Amancio Alem

Robo a la embarazada

Ayer a la mañana un adolescente de 15 años fue detenido en inmediaciones de Pavón al 3000. El adolescente era intensamente buscado, por haber consumado un hecho de robo, ocurrido días atrás, en perjuicio de una joven embarazada. Por cuestiones de jurisdicción, fue trasladado a la seccional 26a. de barrio Pompeya y puesto a disposición del magistrado interviniente en la causa.

/// EL DATO