Grave acusación

Capogrosso habló de una seria amenaza

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El arquero sufrió un corte que suspendió el partido del martes pasado.

Foto: Gustavo Conti

Redacción de El Litoral

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Darío Capogrosso denunció que un directivo de Atlético de Rafaela amenazó a su mujer e hijo, que viven en la ciudad del oeste santafesino. En su edición de hoy, el diario deportivo Olé publica en su página deportiva y con el título “Amenazaron a mi familia”, declaraciones del jugador, días después del día martes, cuando sufrió una agresión desde la tribuna de Atlético, que le provocó un corte en el cuero cabelludo, tras lo cual se suspendió el partido entre la CAI -donde ataja hoy Capogrosso- y el club local.

Pero eso no fue todo. Según el ex arquero de la Crema, la pasó muy mal desde que llegó a las instalaciones de Atlético, donde nadie parece perdonarle haber perdido la Promoción ante Gimnasia y Esgrima de La Plata el año pasado, y muchos lo hacen directo responsable de esa situación.

“Pasaron varias cosas que no tendrían que haber ocurrido. Cuando llegamos al estadio me quisieron pegar unos hinchas porque me hacen responsable de la pérdida del ascenso. Por versiones que tiraron los dirigentes de Rafaela que me usaron como chivo expiatorio. Armaron un circo para que la pasara mal en la cancha”, le contó Capogrosso a Olé.

Pero la denuncia más importante fue la siguiente: “Un directivo (no dio el nombre) amenazó con matar a mi familia que vive en Rafaela. Por eso estoy haciendo los trámites para sacarlos de la ciudad, conocen todos los movimientos de mi familia. Saben dónde trabaja mi mujer y a qué jardín va mi hijo. Cuando hicimos el gol quisieron pasar el alambrado y venir a pegarme. Colgaron banderas ofensivas que el árbitro (Pablo Díaz) ordenó sacar. En el primer tiempo me tiraron de todo y no pegaron. En el segundo, fui al arco con menos gente y se llenó esa popular sólo para hostigarme. Alguien les abrió la puerta para que pudieran pasar”, agregó. Y finalizó: “Después voló el proyectil que me pegó. Estaba mal y no podía seguir. No fingí para nada”.