Una nadadora incomparable: ganó 26 títulos argentinos...
Alicia Boscatto, la mejor nadadora del siglo pasado
Santafesina por adopción, fue homenajeada esta mañana en el club Gimnasia y Esgrima.
Tomás Rodríguez
(Especial para El Litoral)
Alicia María Boscatto, galardonada por el Hall de la Fama de la natación Mundial con la réplica “Cabeza de Palenque”, obtuvo 26 títulos en los campeonatos argentinos; 14 preseas de oro y dos de plata en los certámenes sudamericanos; además de cuatro medallas doradas, tres plateadas e igual número de bronce en la “Copa Latina”, se constituyó en la mejor expresión femenina de la natación amateur santafesina del siglo pasado.
“La Tana” Boscatto con un notable espíritu de sacrificio, se levantaba diariamente a las 6, para comenzar a entrenarse a las 7 cuando el natatorio del club Unión era olímpico, se adiestraba con otros jóvenes nadadores, en doble jornada diaria, en verano o invierno, dirigida por el profesor Raúl Strnad, teniendo en cuenta que la pileta del emblemático Gimnasia y Esgrima solamente poseía 25 metros de extensión y era de verano (aire libre).
Su recuerdo más trascendente data de la Semana Santa de 1982, en la etapa final del proceso más violento y negro que recuerda la historia argentina, con miles de militantes populares desaparecidos, muertos y torturados en violenta represión por el gobierno de facto instalado el 24 de marzo de 1976. En ese momento se disputó la “Copa Latina” en el Parque Sarmiento de Buenos Aires con un natatorio colmado de aficionados, en pleno ataque de las fuerzas británicas y de la Otan sobre las Islas Malvinas ocupadas por los soldados argentinos.
Por primera vez en la historia de la natación nacional, la Argentina lograba acceder a una medalla dorada en la primera jornada. La mejor marca técnica femenina de la competencia coincidió con una de las preseas de oro que alcanzó Boscatto, en los 200 metros estilo pecho, con un coeficiente de 95,19 por ciento.
El conjunto de la Argentina estaba conformado por 11 varones: Martín Bellavita, Adrián Cejas, Julio César Falón, Edgardo Fernández, Fabián Ferrari, Daniel Garimaldi, Fernando Giacaglia, Luis Juncos, Alejandro Lecot, Conrado Simón Ceferino Porta y Carlos Roldán.
También conformaban el equipo 10 mujeres: Claudia María Boscatto, Alejandra Broglia, Cecilia Cuffini, María Duarte, Marcela Fernández, Claudia Gargano, Rosanna Juncos, Cinthia Perazo, Laura Pigliacampo y Virginia Sachero.
“Mi mayor alegría”
La nadadora mensana, durante su brillante y dilatada campaña, fue distinguida por el Círculo de Periodistas Deportivos de Buenos Aires con cinco premios Olimpia de Plata: al propio tiempo obtuvo una distinción “Konex de Platino”, revelando que “ése fue uno de los momentos de mayor alegría de mi carrera deportiva”.
Al respecto, agregó que “momentos después de darse a conocer mi triunfo, lo primero que intenté hacer fue abrazar a mi entrenador, profesor Strnad, a quien le debo mucho, hasta tuvo la audacia de cambiar mi método de trabajo, porque empecé a nadar con un estilo pecho bien moderno...”.
A comienzos de la década del ‘80 del siglo pasado, una noticia conmocionó al ámbito de la natación argentina, cuando la cordobesa Alicia María Boscatto, considerada la más veloz del país en los 100 metros pecho y primer registro sudamericano en los 200 del mismo estilo, abandonó la poderosa entidad que representaba para incorporarse a las filas del Club de Gimnasia y Esgrima de Santa Fe.
Luego de varios meses de inactividad, Boscatto, natural de San Francisco, la principal ciudad del departamento San Justo de la provincia de Córdoba, retornó a la práctica activa de su pasión deportiva, la natación. Y lo hizo bajo el mando del profesor Raúl Strnad, protagonista de su gran salto deportivo.
El martes 20 de abril de 1982, luego de aquella Semana Santa, la revista El Gráfico publicó en nota central con fotografía a dos páginas: “Quedará en la Historia” y nota subtitulada “Alicia, la Grande”, con el siguiente relato: “Alicia María Boscatto, 21 años, cordobesa de San Francisco, temperamental, símbolo del esfuerzo”.
“Desde noviembre del ‘80, cuando llegó a Santa Fe, no paró de entrenar. Quince mil metros todos los días, descansando los domingos; sacá la cuenta y fijate la cantidad de kilómetros que nadó. Hay mucho sacrificio detrás. Estoy muy contento por ella, se lo merecía...”, dijo feliz Strnad, su entrenador en Gimnasia y Esgrima de Santa Fe.