La naturaleza en casa

La naturaleza en casa

La jardinería es una actividad gratificante que se puede poner en práctica aún si se tiene poco espacio. Conviene tener en cuenta algunos factores antes de empezar.

FUENTE. BRICODECORACION.COM. FOTO. EL LITORAL.

Decorar y cultivar un jardín es una alegría que va más allá del simple hecho de hacer crecer plantas o flores. Trabajar en el propio jardín produce un enorme bienestar en el organismo ya que trabajamos cara a cara con la naturaleza y conectados con ella. Además, esta actividad nos permite ejercitar nuestro cuerpo.

Como hemos podido comprobar, decorar un jardín es un placer en todos los sentidos, tanto físicos cómo psíquicos. Por ello, si contamos con un espacio al aire libre, no debemos desaprovechar la oportunidad de decorarlo. Además de un remanso de paz, el jardín es un elemento importante de decoración dentro del hábitat de la casa.

Los comienzos son duros; para empezar debemos elegir las plantas o flores que vamos a poner en nuestro jardín. Para ello siempre se recomienda estudiar, en primer lugar, el tipo de clima de nuestra zona y las plantas que se adaptan a él.

CLIMA, SUELO Y ESPECIES

Elegiremos las plantas dependiendo su resistencia al frío. Como podemos comprobar, serán las inclemencias del tiempo de la zona dónde vivamos las que determinarán en gran medida qué plantas vivirán perfectamente a lo largo de todo el año.

Una buena forma de saber correctamente qué especies crecen bien en cada zona es consultar con un jardinero profesional que podrá informar de aquellas que se adaptan bien y las que no. Es una buena forma de asegurarse el éxito de la plantación.

También dependerá de las características del jardín, pues el tipo de suelo es tanto o más importante que el clima. Por ello, conviene hacer un ligero estudio de las características de nuestro suelo para determinar qué clase de plantas crecerán adecuadamente en el terreno.

Una vez que tengamos las debilidades y los puntos fuertes de nuestro terreno, entonces procederemos a decidir qué queremos plantar o cultivar, y dónde. Para ello, debemos hacer un estudio de los principales problemas que nos pueden surgir y de las posibles soluciones que podemos desarrollar.

Aquí viene quizás la parte más complicada del proceso, pues es cuando comenzamos a decorar nuestro jardín. Es recomendable que nos hagamos un mapa del mismo y que sobre el plano realicemos una pequeña representación de los colores que le vamos a dar, dependiendo de lo que se vaya a cultivar.

Lograr el jardín ideal es una cuestión empírica, de ensayo-error, hasta encontrar exactamente lo que se desea. Cómo consejo se puede decir que aunque hay multitud de posibilidades, todo depende de la imaginación. Se deben tener muy en cuenta las tallas, las formas, los colores y las texturas que tienen cada una de las plantas y flores.

DECORACIÓN FLORAL

Si se dispone de tiempo libre y se tiene el gusto de trabajar la tierra, es posible pensar, confeccionar y disfrutar de una buena disposición de flores en la casa. Los escenarios son múltiples y la elección dependerá del gusto e imaginación de cada uno. De la decoración más simple con flores o plantas, a la más sofisticada con una gran diversidad de materiales y de especies florales formando un jardín suntuoso con una fuente de agua en medio, todo es magnífico, aceptable y recomendable.

Si no se tiene paciencia suficiente para este tipo de jardín o no se dispone del espacio, se puede optar por colocar simples jardineras enganchadas a la ventana o tener plantas en el terraza, donde se pueden sembrar las flores que más se adapten al gusto y al entorno.

Si no se cuenta con un jardín exterior, pero se tiene la suerte de tener un espacio dentro de la vivienda, se puede optar por crear un jardín interior, siempre teniendo en cuenta las propias limitaciones y necesidades.