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“Obras completas” de Amaro Villanueva

La Universidad Nacional de Entre Ríos ha publicado en tres tomos la obra de Amaro Villanueva, nacido en Gualeguay en 1900, y radicado en Paraná desde 1927, donde residió casi treinta años. En 1956 se trasladó a Buenos Aires, donde permaneció hasta su fallecimiento, en 1969.

En Gualeguay, se graduó de maestro normal, luego de bachiller e inició estudios de medicina en Buenos Aires. Desde sus comienzos, como escritor y periodista, Villanueva demostró su sensibilidad hacia los matices del lenguaje popular, a los refraneros y a las historias de circulación oral. Al transferirse a Paraná, comenzó a colaborar en distintos periódicos, llegando a ser jefe de redacción del diario Entre Ríos. En El Diario, de Paraná, comenzó a publicar sus composiciones de tono gauchesco y contenido político. Además, como informan las notas biográficas de la publicación de la Uner, “intentará desarrollar proyectos independientes, como el periódico semanal Comarca, en 1937, que llegó a tener seis meses de vida. Este proyecto implicaba además la creación de un sello editorial, donde publica, ese año de inauguración, su primer libro: “Versos para la oreja”.

“Es el periodismo, entonces, su principal medio de subsistencia. Y en el seno de este trabajo, en sus entretelones principalmente, va a desarrollar un formidable taller de escritura. En El Diario y también en El Litoral de Santa Fe (con el que comienza a colaborar a principios de los años ‘40), aparecen las primeras versiones de las crónicas, los ensayos, los poemas y los relatos que fundarán sus distintos libros. Principalmente los de “El arte de cebar’ y “Crítica y pico’ (cuyas primeras ediciones son, respectivamente, de 1938 y 1945). En estos medios, entre 1942 y 1946 desarrolla las columnas semanales que conforman “Paraná, rosa de otoño’ o “Después de la guerra’”.

Aparte de colaborar en El Litoral, Amaro Villanueva publicará en 1955, bajo el sello de nuestro diario su libro “El ombú y la civilización (monografía y antología. Prosa y verso)”, en el que reseña histórica, paisajística y literariamente ese “vegetal que debía ser el pionero del período arbóreo en nuestras pampas”. El ombú ese “faro en las dilatadas heredades de la cultura que debemos poseer, trabajar y enriquecer con sostenido y lúcido esfuerzo nacional”.

Según declaraba el autor en la introducción, “en su conjunto, este trabajo tiende a rescatar y difundir -abonado por la constancia de los mejores testimonios- el conocimiento razonado del gigante herbáceo y del papel social que desempeñó en el proceso de nuestra civilización, papel que hoy resulta poco menos que un misterio hasta para nuestros hombres más eruditos, aunque constituyó, en el pasado, una noción común en la vida de los pueblos rioplatenses”.

Entre los otros libros de Amaro Villanueva citaremos: “Versos para la oreja” (con ilustraciones de Sergio Sergi, Miguel Lozano Muñoz y Trinaz Fox) , “Mate (Exposición de la técnica de cebar)” (que mereció el primer premio de literatura folclórica, región del Litoral, discernido por la Comisión Nacional de Cultura, en 1938), “Crítica y Pico” (ensayos sobre literatura rioplatense, editado en Santa Fe, 1945, con algunos adelantos de los estudios que publicará más tarde sobre “Martín Fierro”), “Son sonetos”, “La mano y otros cuentos”, “Garibaldi en Entre Ríos”, “El lenguaje del mate” y “Lunfardópolis”. En 1953 tradujo, en colaboración con Julio H. Meirana, “Poemas del poeta turco Nazim Hilmet”, a partir de una versión francesa.

Fue amigo de importantes escritores entrerrianos, como Alfredo Veiravé, Carlos Mastronardi, Juan L. Ortiz y Juan José Manauta.

Precisamente Carlos Mastronardi escribió que en la obra de Amaro Villanueva “coexisten de manera armónica las certeras conclusiones del indagador consciente y el sabor de lo autóctono, de las expresiones y formas que más arraigo tienen en el alma de nuestro pueblo, en el contexto social argentino. Preciso es recordar que el estudioso que esclarece y eslabona con justeza los hechos se aliaba en él a una intensa pasión que lo llevó a identificarse con el ámbito nacional y con las costumbres verbales de sus gentes. Innecesario es destacar que esa pasión, ese fuerte y abarcante sentimiento, engendró al erudito, y no al revés, como corresponde a toda rica naturaleza estética. El hombre versado y experto en todo lo que concierne a nuestra tierra fue la consecuencia natural de una sensibilidad vibrante y compleja, la que se acuña en libros que sin duda el porvenir recogerá con veneración”.

La publicación de las obras completas en tres volúmenes de Amaro Villanueva lleva el sello de la Editorial de la Uner, cuya directora es María Elena Lothringer. Fueron director de la publicación y coordinador, respectivamente, Sergio Delgado y Guillermo Mondejar.

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Amaro Villanueva