Aumentó su comercialización
El efecto “Mundial” se
nota en la venta de LCDs
A días de que empiece la copa del mundo, las casas de electrodomésticos reforzaron el stock de estos aparatos. Los planes de 50 cuotas sin interés tentaron a más de uno. ¿Ya nadie compra televisores comunes y corrientes?
Para algunos, las 50 cuotas representan una oportunidad única. Otros lo ven como un disparate.
Foto: Flavio Raina
De la redacción de El Litoral
“Siempre los mundiales son una buena ocasión para la venta de televisores y, este año, el boom fueron los LCD”, comentó el gerente de ventas de Casa Rizzi, Cristian Drunday.
Esta afirmación se repitió en cada una de la casa de electrodomésticos que recorrió El Litoral. Todos coinciden en que “el efecto mundial” es sumamente positivo para la venta de LCDs y, en menor medida, televisores.
“El crecimiento empezó hace dos meses. Se nota una diferencia comparado con el año pasado. Hace cuatro años pasó lo mismo”, agregó Drunday.
“Comparado con el 2009, las ventas de estos aparatos han aumentado muchísimo, arriba del 100%. A medida que Argentina avance en el mundial, vamos a seguir vendiendo”, expresó Nicolás, subgerente de Frávega.
¿LCD o televisor común?
La particularidad de este mundial es que muchos compradores se vuelcan a una nueva tecnología: los LCD.
“La relación está 10 a 1: por cada TV común que vendemos, se llevan 10 LCD. Los más buscados son los de 32 pulgadas”, indicó el subgerente de Frávega.
“Los que más se venden son los LCD de 32’ HD, es decir alta definición. Los full HD se venden menos porque cuestan $400 ó $500 más que los otros”, detalló Ariel, subgerente de Garbarino.
Sin embargo, en Casa Rizzi aseguraron que “todavía se venden muchos televisores”. En este sentido, remarcaron que la diferencia económica es un factor decisivo.
“Tenemos en oferta un TV 21’, pantalla plana, a $ 849. Ese se vende muy bien. Tené en cuenta que para acceder a un LCD hay que gastar de $3.000 para arriba”, señaló Drunday.
Espacio y comodidad
En esta disyuntiva entre el televisor y el LCD no sólo está en juego el precio, sino también otras variables. “La verdad es que me encantaría tener un LCD en casa, más allá del mundial, para poder ver unas pelis.
Pero mi departamento es muy chiquito y no tiene sentido tener una super pantalla y no tener otras comodidades como espacio o un buen sillón para poder disfrutarla”, comentó María.
“Por supuesto que la plata influye a la hora de elegir entre un LCD o un televisor, pero de última lo podría comprar en cuotas. Lo que pasa es que no tengo mucho espacio para poner un aparato tan grande”, señaló Priscila.
Por el contrario, Charly se mostró decidido: “Antes de que empiece el mundial me compro un LCD porque quiero verlo bien. Ya tengo pensado dónde lo voy a poner: en el comedor”.
Ahora bien, aquellos que deciden incorporar esta nueva tecnología en sus hogares, ¿qué piensan hacer con el viejo televisor? La mayoría contestó que iba a parar a otro lugar de la casa: “mi dormitorio”, “el cuarto de los chicos” y “la cocina” serán los nuevos espacios que contarán con el viejo TV. Algunos pocos aseguraron que se lo regalarán a algún familiar que lo necesite. Nadie mencionó la posibilidad de donarlo a alguna institución o venderlo.