Informe del Pnuma


Las actividades con más impacto ambiental

Las actividades con más impacto ambiental

La agricultura y el uso de combustibles fósiles son las dos actividades que provocan mayor impacto ambiental, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Foto: Archivo El Litoral

Julio César Rivas

EFE

El uso de combustibles fósiles y la agricultura son las actividades que más impacto medioambiental causan en todo el mundo, según un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y que recomienda un cambio radical de la dieta alimentaria para paliar las consecuencias.

Los propios autores de “Impactos medioambientales del consumo y producción: productos y materiales prioritarios” reconocieron en declaraciones a Efe que las conclusiones del informe son controvertidas y que ellos mismos resultaron sorprendidos por los resultados.

Pero, al mismo tiempo, aseguraron que los datos son irrefutables.

“Me quedé sorprendido. Pero cuando uno contempla la situación general y se observa la fertilización excesiva, el cambio del uso de la tierra y la utilización del agua fácilmente se ve que el impacto de la agricultura es en verdad muy importante”, afirmó el profesor Edgar Hertwich, de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología y principal autor.

El estudio, de 149 páginas, es el último preparado por los 27 expertos internacionales que constituyen el Grupo Internacional para la Gestión Sostenible de Recursos y establece categorías sobre los productos, materiales y actividades económicas y sociales de acuerdo con su impacto medioambiental y sobre los recursos naturales.

Según los expertos, los puntos prioritarios para reducir la presión sobre el medio ambiente son el cambio climático, las modificaciones de hábitat, el despilfarro de nitrógeno y fósforo, la explotación excesiva de los recursos pesqueros y forestales, las especies invasivas, el agua potable y la salubridad, entre otras.

Pero la parte más controvertida del informe está contenida en las prioridades para transformar la actual situación.

Según los expertos, la humanidad tiene que cambiar radicalmente tres aspectos: la forma en que produce bienes agrícolas, la utilización de combustibles fósiles y la producción de materiales, especialmente plásticos, hierro, acero y aluminio.

En el capítulo agrícola, los expertos consideran especialmente preocupante la producción de animales que son alimentados con más de la mitad de todos los cultivos mundiales.

La producción agrícola representa el 70 por ciento del consumo de agua dulce del mundo y el 38 por ciento del uso total del territorio.

La producción de alimentos es responsable del 19 por ciento de las emisiones mundiales de gases con efecto invernadero, del 60 por ciento de la contaminación con fósforo y nitrógeno y del 30 por ciento de la contaminación tóxica en Europa.

El consumo de carne

Sangwon Suh, otro de los autores del estudio y profesor de la Universidad de California en Santa Bárbara (EE.UU.), señaló que el consumo de productos cárnicos se está convirtiendo en uno de los principales problemas medioambientales de nuestra civilización y advirtió que el informe no analiza futuros impactos.

“La población mundial está aumentando y cada vez se está consumiendo más carne por persona. Y eso es algo que no hemos planteado en el informe, pero que para 2050 tendrá implicaciones medioambientales incluso mayores”, dijo Suh. El científico estadounidense señaló que por ejemplo el consumo per cápita de carne en China aumentó un 42 por ciento de 1995 a 2003.

“Y recientes previsiones señalan que en los próximos años el consumo aumentará otro 30 por ciento. En China se consumen 70 kilos de carne por persona al año. En EE.UU. la cifra es de 120 kilogramos, por lo que hay mucho espacio para que el consumo aumente en China”, explicó.

Aunque los autores del informe señalaron que son los legisladores los que tienen que estudiar los datos y plantear las soluciones adecuadas, apuntaron que la problemática tendrá que ser respondida con cambios en la gestión de recursos y dietas más equilibradas.

“Uno de los estudios señala que hay una sustancial cantidad de alimentos que son desperdiciados. Y comer carne de vacuno tiene un impacto más elevado que el consumir alternativas. Por ejemplo, los pollos tienen un impacto más reducido que las reses”, indicó Hertwich.

Otro de los problemas apuntados son los “enormes subsidios” que reciben los agricultores para producir sus alimentos, lo que provoca también el despilfarro de recursos.

Por ello el informe señala que “una sustancial reducción de los impactos sólo será posible con un cambio sustancial de la dieta mundial que se aleje de los productos animales”.