Tristeza en Santa Rosa de Lima
Funciona hace menos de un mes y ya
robaron en la planta de premoldeados
Herramientas de todo tipo, fundamentales para la producción de caños de hormigón armado, fue lo sustraído de la sede del emprendimiento que comenzó a funcionar en el populoso barrio a mediados de mayo. Para volver a trabajar al 100%, necesita ayuda.
De la Redacción de El Litoral
Indignación, bronca, impotencia y tristeza fueron algunos de los sentimientos que tuvieron las once personas que trabajan en la planta de producción de caños de premoldeados de hormigón armado, puesta en funcionamiento hace menos de un mes en Santa Rosa de Lima, cuando ayer a la mañana concurrieron a su sede de Mendoza 4299 y detectaron que las rejas del salón donde guardan las herramientas habían sido violentadas.
Esta mañana, en la recorrida realizada por El Litoral, los hombres y mujeres que luego de meses de capacitación pusieron en marcha el emprendimiento gracias al apoyo de la asociación civil Canoa y de una ONG italiana lamentaron lo sucedido. Es que todo lo sustraído era fundamental en el proceso de fabricación de medias cañas y tubos de desagües que llevan a cabo y saben que volver a contar con ello les llevará tiempo.
“Eran alrededor de las 8 cuando llegamos y nos dimos cuenta que algo malo había pasado. Adentro del salón las cosas estaban todas desparramadas y había papeles quemados que seguramente encendieron para poder ver porque las luces estaban apagadas. Cuando empezamos a indagar qué se habían llevado detectamos la faltante de muchas herramientas y, lo que más lamentamos porque quién sabe cuándo los podremos reemplazar, de un motor y de un compresor”, contó Marcela Sala, una de las damnificadas.
El robo a la planta afectó a quienes trabajan en ella tanto anímica como laboralmente. Sin embargo, ninguna de las once personas está dispuesta a bajar los brazos: esta mañana, cada una de ellas había llevado desde su casa herramientas que, aunque son mucho más chicas que las que tenían, le son de gran utilidad a la hora de trabajar.
“Vamos a seguir trabajando pese a todo lo que nos robaron. Seguramente nuestra producción va a disminuir pero no podemos caernos. Todos tenemos muchas expectativas en este emprendimiento, lo consideramos como nuestra salida laboral en una época que no está fácil conseguir trabajo”, señaló la joven que conversó con El Litoral, reconociendo que ayer el primer sentimiento que los invadió fue la bronca pero hoy, cuando reflexionaron sobre lo acontecido, se dieron cuenta que el robo no escapa a la realidad que está viviendo la sociedad en general. “Cuando uno roba este tipo de cosas es porque hay alguien que las compra, si no los ladrones no correrían el riesgo”, agregó.
Por último, Marcela Sala indicó que no es la primera vez que sufren un robo en la sede de la planta, ya que hubo uno similar cuando estaban construyendo el obrador, pero sí con grandes consecuencias porque todo lo robado les era fundamental para producir los caños de premoldeados de hormigón. “Ojalá alguna persona solidaria o gente del Estado nos dé una mano para que podamos salir de ésto lo antes posible”, finalizó.
