Un golpe rodeado de misterio

Levantan huellas dactilares en

la bóveda del Banco Santander

En principio, se pensó que el insólito robo de 600.000 pesos fue perpetrado por un falso policía, pero ahora se barajan otras hipótesis

Télam

Una huella en la puerta de la bóveda del tesoro del Banco Santander Río de General Pacheco es la principal evidencia con la que los investigadores intentan identificar al ladrón vestido de policía que el viernes último robó un botín de 600.000 pesos.

Fuentes judiciales y policiales informaron a Télam que el fiscal de Tigre a cargo de la causa, José Ignacio Amallo, espera resultados de los peritos de la Policía Científica de San Isidro que trabajaron en el levantamiento de rastros.

“Hay una huella dactilar justo en la puerta de la bóveda del tesoro que sabemos fue tocada por el delincuente. Ahora hay que analizarla para determinar si se trata de una huella apta para cotejo”, dijo a Télam una fuente judicial.

La misma fuente explicó que, “de todas maneras no hay certeza de que esa huella sea del delincuente, ya que puede ser de cualquier otra persona, pero en los videos se ve claramente que el ladrón tocó la puerta”.

Otros rastros

Otros voceros de la investigación revelaron que se levantaron otros rastros dactiloscópicos de una notebook que también fue manipulada por el asaltante en la zona de la bóveda.

Todas las huellas están siendo analizadas y, en caso de ser aptas para un cotejo, serán cargadas en el Afis (la base de datos de personas con antecedentes), para intentar identificar así al autor del audaz robo.

La fuente judicial consultada indicó a Télam que los videos internos de las cámaras de seguridad del banco también eran objeto de análisis para intentar identificar al ladrón.

“El ladrón fue muy astuto. Se nota que sabía dónde estaban las cámaras y se cuidó de no mostrar del todo su cara, bajando la cabeza que tenía, además, cubierta con una típica gorra de la policía bonaerense”, explicó uno de los investigadores.

Sin embargo, hay algunas imágenes del rostro, aunque no muy nítidas, que también están siendo analizadas y comparadas con los álbumes de fotos de delincuentes conocidos, según explicaron las fuentes.

Dos sospechosos

También se analizan los rostros de dos hombres que salen caminando detrás del falso policía, de quienes se sospecha que podrían ser cómplices que estaban de apoyo en caso de que el robo se complicara.

El fiscal Amallo también le pidió colaboración en la pesquisa a la Secretaría de Protección Ciudadana del municipio de Tigre, para que aporte todas las grabaciones de las cámaras de seguridad cercanas al banco.

“Lamentablemente la cámara más cercana está a doscientos metros y no estaba enfocada para el lado del banco, con lo que no sé si el falso policía llegó o subió después a un auto, pero estamos analizando todos los vehículos que pasaron antes, durante y después del robo por la zona”, aseguró uno de los investigadores.

De acuerdo con estas imágenes, la sospecha de los pesquisas está centrada en una camioneta del tipo utilitaria color gris que podría ser una Citroën Berlingo o una Peugeot Partner.

Los hechos

El robo se inició el viernes último, a las 10.10, en el Banco Santander Río situado en la avenida Hipólito Yrigoyen 797 (Ruta 197), a sólo media cuadra de la comisaría 3ra. de Tigre.

El ladrón, perfectamente uniformado como policía bonaerense, entró al banco, encaró al vigilador privado y le dijo: “Vengo a ver a Marilyn por el control bancario”.

Marilyn es el nombre de pila de la mujer policía que custodiaba la entidad desde el búnker y el control bancario es un chequeo policial de rutina.

El vigilador entonces condujo al ladrón vestido de policía hasta la puerta que divide el sector público y de cajas de la sucursal, con las oficinas de los gerentes y el tesoro, tipeó la clave y lo dejó pasar.

Ya en el sector restringido del banco, el ladrón uniformado se dirigió al búnker donde estaba la mujer policía, la encañonó, le robó el celular y el arma reglamentaria y la tuvo retenida en esa casilla, con las luces apagadas, durante una hora.

El remate

Cuando por allí pasó el tesorero, el ladrón salió del búnker con una pistola en cada mano y llevó a la mujer policía y al tesorero a la bóveda, donde los obligó a llenar un bolso que llevaba consigo con todo el dinero disponible.

Tras la realización de un arqueo en el banco, se determinó que el total robado fue de unos 600.000 pesos y no 350.000 como se creyó en un principio, según confirmaron hoy a Télam fuentes policiales y judiciales.

Con el botín en su poder, el asaltante realizó todo el camino inverso y salió caminando por la puerta del banco sin que nadie se diera cuenta de que acaba de robar el tesoro.

Levantan huellas dactilares en la bóveda del Banco Santander

Investigan quiénes son dos hombres que dejaron el banco al mismo tiempo que el ladrón.

Foto: DyN