Bellas holandesas fueron echadas del Soccer City por la policía

Brasil: ¿dónde está Kaká?; las

minifaldas naranjas y el negocio

Enrique Cruz (h) (Enviado Especial a Johannesburgo, Sudáfrica)

Un poquito de jerarquía del pentacampeón ante un rival digno. Hoy es feriado en Sudáfrica. El día en que el periodista fue tan rápido como el viento con la notebook encima.

 

Anoche, vimos a Brasil. En realidad, anoche sufrimos un frío polar que partía los huesos de periodistas, hinchas y meros espectadores. Elio Rossi, el colega argentino, me decía: “Este frío no me deja ni hablar”. Y tenía razón. Pero vimos a Brasil. En realidad, vimos algo de Robinho, un muy buen partido de Maicon (hizo un gol a lo Toresani en sus mejores tiempos jugando de “8” en Unión), vimos una perfecta definición de Elano apareciendo por sorpresa para tocar suavemente una habilitación exacta de Robinho. Y no vimos nada más de Brasil. Nada de Kaká, que se fue reemplazado; nada de Luis Fabiano y, en general, muchas dificultades para superar a un rival que volvía a jugar la Copa del Mundo luego de 44 años (fue en Inglaterra, en 1966, cuando provocaron la gran sorpresa de ese Mundial al ganarle a Italia, sucumbiendo luego ante la enorme capacidad del gran Eusebio, el portugués).

Basta un dato nada más: en el equipo titular de Brasil, sólo Robinho juega en el fútbol local (es la figura del Santos). El resto lo hace -y con gran suceso- en Europa. Y lo propio ocurre con el banco de suplentes. En cambio en Corea, hay uno solo que juega en Japón y el resto es “made in casa”. Y se la bancaron los norcoreanos. Armaron un flor de cerrojo al que Brasil no supo cómo superar. No atacaron casi nunca, pero la vez se animaron a armar una jugada punzante (cambio de frente a las espaldas de Maicon y aparición de Nam para definir en gran forma ante el achique de Julio César).

Uno se pregunta, en este fútbol de la tecnología y las tácticas estudiadas hasta en los mínimos detalles, ¿cómo puede ser que Corea del Norte no se haya dado cuenta de que Brasil les iba a marcar un gol en alguna acción por el costado de Maicon?, ¿cómo puede ser que no se le haya puesto alguien permanentemente para que lo cubra y no lo deje prosperar, con o sin pelota, en los últimos metros de la cancha? Quizás, la respuesta sea natural: porque se trata de Corea del Norte, un equipo sin figuras, sin historia, sin jerarquía y que toma este Mundial como un premio al esfuerzo, evidenciado en las lágrimas emocionantes de sus jugadores antes del comienzo del partido, cuando los monitores instalados en los pupitres de prensa nos acercaban los rostros de los coreanos.

Debutó Brasil, hoy era el turno de España. Ya están todos. ¿Quién mostró algo interesante hasta ahora?, Alemania (por su goleada) y los primeros 20 minutos de Argentina. Lo nuestro fue superior a lo de los brasileños, pero no es para imaginarse que tendremos, por eso, un mejor Mundial que ellos. En las eliminatorias demostraron que están por encima de Argentina. ¿Lo harán ahora en el Mundial?

El negocio de las vuvuzelas

“Al fútbol no se juega sólo con los pies, también se juega hablando, comunicándose. Yo no lo escuchaba ni a Verón, que estaba al lado mío. Hay que hablar, dar órdenes, acomodarse en la cancha. Y con ese ruido infernal se hace imposible. Y hasta distrae”, fue la confesión de Javier Mascherano al enviado especial de El Litoral a Sudáfrica, luego del partido con los nigerianos.

Sin embargo, las vuvuzelas se han transformado, junto al resto del atuendo bafana (nombre de la selección sudafricana) en un gran negocio. Así lo señalan los medios y los estudios que se hicieron. Y es título de portada de los periódicos de Johannesburgo, que reportan, por ejemplo, ventas cercanas a los 100.000 pesos en algunas tiendas (unos 50.000 pesos argentinos), sólo por elementos alusivos a la copa del mundo, siendo obviamente, las vuvuzelas las que mayor negocio generan.

El presidente de la Fifa, Joseph Blatter, salió a defender el uso de las vuvuzelas más allá de que se mencionaba cierta inquietud del ente rector del fútbol mundial por prohibirlas. “Es la idiosincrasia del pueblo sudafricano y no las vamos a prohibir”, señaló.

¿Qué pasó con las chicas?

Treinta y seis bellas holandesas fueron detenidas y demoradas en la oficina de la Fifa por usar unas llamativas minifaldas asociadas a una marca de cerveza que no es la que forma parte del listado de sponsors oficiales de la Fifa. Esto ocurrió antes del encuentro que jugaron Holanda y Dinamarca en Soccer City. Menos mal que el día estaba muy lindo -nada que ver con el frío polar de ayer- y las chicas pudieron pasearse bien sueltas de ropa a la hora del mediodía... Hasta que llegó la Fifa y la policía, y se las llevaron.

Sentir miedo de verdad

El enviado de El Litoral estuvo el último lunes en Pretoria. Al anochecer, debió tomar un taxi para cubrir el trayecto entre Hatfield -un hermoso patio de comidas que sirve de punto de encuentro de los turistas- y el Southern Sun que es el hotel en donde están los dirigentes de AFA y en el que había quedado de punto de encuentro con el remís que lo iba a traer de vuelta a Johannesburgo.

Un par de letras de más en el nombre de una de las calles hizo que el chofer del taxi (son pocos y cobran cualquier disparate) lo llevara cuatro cuadras más adelante del punto indicado. Más allá de haber acordado una tarifa carísima (quería cobrar 100 run, arreglamos por 80 -40 pesos- y sólo para recorrer un trayecto de unas 30 cuadras), el problema fue que cuando el periodista se bajó del taxi, se dio cuenta de que no era el lugar indicado.

Entonces, teniendo en cuenta que era casi de noche (las 17.20 aproximadamente), no quedó otra que empezar a correr esas cuatro cuadras con notebook, filmadora, cámara fotográfica, etcétera.

Sólo morenos en la calle, la mayoría de a tres o de a cuatro, muy pocos caminando en soledad. Y un ambiente que metía miedo. El periodista transitó en breves (brevísimos) minutos esas cuatro cuadras. Y confieso que fue la primera vez que sentí miedo de verdad.

A propósito, la semana pasada se produjo un robo a un periodista español y dos portugueses. Según The Star, los responsables del atraco fueron detenidos y devolvieron lo que se llevaron, que era por un valor de 388.000 run, o sea unos 200.000 pesos de los nuestros, aproximadamente.

“La policía está haciendo un excelente trabajo”, se dice en esta ciudad. Muchos no opinan lo mismo, salvo en lugares cercanos a los estadios, que es donde puede apreciarse la mayor afluencia policial.


A Prediger no lo quería el DT

El Centro de Prensa de Ellis Park es un amplio lugar con algunos sectores prefabricados que permiten llegar, atravesando algunos puentes del tipo Bailey, al estadio propiamente dicho. Allí, en el estadio, es donde aparecen las complicaciones: hay cientos de voluntarios que no tienen la menor idea de dónde están las ubicaciones, pero que se esmeran casi denodadamente para servir a los periodistas que buscamos nuestro lugar y no podemos encontrarlo. Sucedió en Argentina-Nigeria y también anoche, en la helada noche de Johannesburgo, en Brasil-Corea del Norte.

En ese Centro de Prensa, donde igual hace frío, nos encontramos con colegas de todas las latitudes. Joan Manuel Freitas, por ejemplo, es un portugués que prefirió ver a Brasil en el mismo estadio y seguir a su selección por TV. Y habló de Sebastián Prediger.

“Lo conozco y lo tengo perfectamente identificado a pesar de que no jugó. Es que el caso de Prediger, como también el de Valeri, por ejemplo, es el mismo. A ellos no los trajo el técnico del Porto y por eso no los puso. Pero ahora se fue y el que está los va a poner. Prediger es un buen jugador y tiene que triunfar en el fútbol portugués, porque los jugadores de su fibra y de su entrega son así, triunfadores”, dijo el colega.

De más está decir que Prediger estuvo en los planes sabaleros para ser “repatriado”, pero ahora quedó descartada la alternativa ante la llegada de Cristian Erbes.

Brasil: ¿dónde está Kaká?; las minifaldas naranjas y el negocio

Robinho fue el único de los jugadores de ofensiva que mostró parte de su gran calidad técnica ayer. Le puso un pase bárbaro a Elano en el segundo gol.

Foto: Agencia EFE

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Desde un ángulo “imposible”. Maicon fue el mejor jugador de Brasil y abrió un partido complicado con un golazo: aprovechando el descuido del arquero la puso en el primer palo casi desde la línea de meta.

Foto: Agencia EFE

Brasil: ¿dónde está Kaká?; las minifaldas naranjas y el negocio

Los diarios de Sudáfrica priorizan el color antes que el juego. Por eso, la noticia de hoy no fue tanto el triunfo de Brasil como el incidente con las holandesas y sus minifaldas.

Foto: Enrique Cruz (h)

/// SÍNTESIS

Brasil 2

Corea del Norte 1

Brasil: Julio César; Maicon, Lúcio, Juan y Bastos; Gilberto Silva, Felipe Melo y Elano; Kaká; Robinho y Luis Fabiano. DT: Carlos Dunga.

Corea del Norte: Ri Myong Guk; Cha Jong Hyok, Pak Chol Jin, Pak Nam Chol y Ri Kwang Chon; Ji Yun Nam; Mum In Guk y Ri Jun Il; Hong Yong Jo y An Yong Hak; Jong Tae Se. DT: Kim Jong-Hun.

Goles: en el segundo tiempo, a los 10 min. Maicon (B), a los 27 min. Elano (B) y a los 44 min. Yun Nam (C).

Cambios: Dani Alves por Elano (B), Nilmar por Kaká (B), Kun Il por Mum In Guk (C).

Árbitro: Viktor Kassai (Hungría).

Cancha: Estadio Ellis Park (Johannesburgo).