Especialistas en motos y autos valiosos

Robos de alta gama

El robo de autopartes de vehículos de alta y mediana gama, además de motos de gran cilindrada va en aumento.

Robos de alta gama

En contados minutos, desaparecieron las ruedas de un VW Bora en barrio Candioti, ayer a la siesta.

Foto: Luis Cetraro

 

 

José Luis Pagés

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De unos meses a esta parte existen llamativas denuncias asentadas por la sustracción de motovehículos y autopartes en los libros de guardia de las secciones 3a., 5a. y 8a., de nuestra ciudad.

Estas presentaciones, a diferencia de los ilícitos que son referidos habitualmente por los vecinos en sede policial, hablan de la profesionalidad de los delincuentes que trabajan sobre vehículos de alta y mediana gama, también sobre motocicletas de gran cilindrada.

Hasta poco tiempo atrás en las jurisdicciones que comprenden a barrios como Candioti, Sargento Cabral y Guadalupe los autos robados, casi sin excepción, eran los Fiat Duna y otras marcas cuyas partes tienen gran demanda en el mercado negro.

Pero ahora, los amigos de lo ajeno se muestran más ambiciosos y selectivos. A la hora de actuar -no importa si es en la oscuridad de la noche o a la luz del día-, son decididos, rápidos y precisos.

Estos especialistas pueden dejar sin sus ruedas a una 4X4 o desaparecer con la más valiosa de las motocicletas, burlando sistemas de alarma y cortando cadenas, en cuestión de pocos minutos.

Ayer no más, en calle Maipú al 1500 un Volkswagen Bora se quedó sin dos de sus ruedas. A la hora de la siesta, un hombre y una mujer fugaron con ellas a bordo de un Ford Escort.

A los delincuentes les bastó que el dueño del vehículo, Miguel Sciaurro, ingresara a la casa materna para, como por arte de magia, hacer desaparecer dos ruedas que tienen un costo unitario que va de los ochocientos a los mil pesos.

Colegas entendidos en la comercialización de vehículos, motos y automóviles, aportaron su lectura de los hechos. En el mercado nacional no se encuentran cubiertas originales -dijeron-, por lo que el mercado negro puede proveer usadas al costo de un ojo de la cara.

Por otra parte, en lo que hace al robo de motos de gran cilindrada, no es un misterio que además de aquellas que van a la venta en otros puntos del país, otras quedan en poder los “motochorros”, muy activos últimamente.

Pero también esta actividad tiene otro capítulo, el que tiene por protagonistas a los narcos y los intoxicados de siempre.

Los primeros cargan con los vehículos para canjearlos por droga en la frontera o en otras provincias, mientras que los segundos, sólo se apoderan de inocentes insignias con la sola intención de procesarlas y consumirlas, al modo de pasta base. Ellos sabrán cómo hacerlo.

Las seccionales policiales mencionadas en esta nota no son las únicas en las que se verifica este tipo de delitos, pero sí aquellas donde se registran con mayor frecuencia.

En realidad, es en la zona céntrica donde los chorros se alzan con las mejores motocicletas, mientras que en el extremo norte de la planta urbana, alguien puede perder un Toyota Corola a manos de un delincuente armado de cuchillo o pistola, tal cual fue denunciado días atrás.