Piden intervención de Gendarmería

Enfrentamiento entre policías y civiles en Bariloche continúa

El caso de gatillo fácil que sublevó a los vecinos - aún después de otras dos muertes- , dio lugar a nuevos episodios de violencia.

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A los gases y disparos con postas de goma siguen las pedradas, el lanzamiento de bombas incendiarias y, dicen, también algunos saqueos.

Foto: Télam

 

Télam

Violentos incidentes continuaron ayer, por segundo día en Bariloche, en repudio por la muerte de un chico de 15 años que fue baleado el jueves por un policía, y tras conocerse que otros dos jóvenes murieron baleados durante la protesta por el caso.

A raíz de estos hechos el gobernador rionegrino, Miguel Saiz, dispuso el pase a disponibilidad del comisario Jorge Carrizo, jefe de la comisaría 28 de Bariloche en cuya jurisdicción se produjeron las tres muertes.

Del mismo modo, se dispuso separar de sus funciones a los efectivos policiales que intervinieron en el procedimiento realizado en la madrugada del jueves, cuando el joven recibió un balazo mortal.

Desde la mañana de ayer centenares de manifestantes volvieron a provocar disturbios, por lo que el gobierno provincial decidió solicitar la colaboración de Gendarmería Nacional.

Así lo anunció anoche el ministro de Gobierno Diego Larreguy quien, por orden del gobernador, permanecía en la ciudad junto al secretario de Seguridad, Víctor Cufré, y el titular de la Policía provincial, Jorge Villanova.

Todo se inició el jueves en el barrio Boris Furman de Bariloche, cuando Diego Bonefoi (15) fue perseguido por varios policías y durante un forcejeo recibió un balazo mortal en la cabeza.

Bonefoi huía a las 4.40 tras un robo en el vecindario, y un cabo de la comisaría 28 -cuya identidad no fue informada- lo alcanzó y se trenzó en una pelea corporal, momento en el que se le escapó un tiro.

El juez Martín Lozada dispuso la inmediata detención del policía implicado, y el secuestro de las armas de él y sus compañeros de operativo.

Familiares de la víctima y vecinos del Barrio Alto protestaron durante toda la tarde del viernes, en la que se sucedieron algunos enfrentamientos con la policía, en los que resultaron muertos a balazos Nicolás Carrasco (17) y Sergio Cárdenas (29).

Ante estos hechos unas 200 personas llegaron ayer al Centro Cívico para reiterar su repudio por el crimen del adolescente, que consideraron una acción de “gatillo fácil” provocada por el cabo de la comisaría 28, y por la muerte de los otros dos jóvenes.

Los manifestantes arrojaron piedras contra la seccional 28 y más tarde se juntaron con otros que protestaron en el Centro Cívico y prendieron fuego a cubiertas frente a la jefatura policial de la ciudad.

Minutos después arrojaron bombas tipo incendiarias, por lo que fueron dispersados por la policía con gases lacrimógenos y postas de goma.