Al margen de la crónica

Una de cowboy...y de dólares

 

El Naked Cowboy (vaquero desnudo) de Nueva York, que toca la guitarra ataviado con un sombrero, botas y calzoncillos en plena plaza Times Square, declaró la guerra a su competidora más inmediata, la Naked Cowgirl, para que deje de copiar su imagen.

Robert Burck, el famoso vaquero que se gana la vida en ese céntrico lugar de Nueva York, ha pedido formalmente a Sandra Kane que deje de posar como un vaquera ligera de ropa en ese mismo punto, si no quiere verse envuelta en una batalla legal en la que está dispuesto a reclamarle ante la Justicia 150.000 dólares, por copiar su imagen y ganar dinero con ello.

Según el New York Post, Burck explica en la carta que ha enviado a Kane que el uso que ésta realiza “de la marca Naked Cowgirl es esencialmente idéntico al de Naked Cowboy y se trata claramente de una infracción”.

La batalla no se debe a un problema de protagonismo, sino de tinte económico, ya que lo que Burck pide a Kane es que o bien cambie de profesión o bien firme un acuerdo de franquicia por el que ésta se someta a la marca Naked Cowboy, algo a lo que la “vaquera desnuda” se ha negado rotundamente.

“Si ella vende productos y gana dinero con ellos, entonces va a tener que pagar”, señala al diario el Naked Cowboy, que tiene su marca registrada y ha establecido un sistema de franquicias por las que los interesados en convertirse en nuevos “vaqueros desnudos“ deben pagar unos 5.000 dólares al año o 500 dólares al mes.

Por su parte, Kane aseguró al diario que lleva varios años dedicada a divertir a los turistas en Times Square y que incluso había mantenido una buena relación con Burck, con quien quería grabar una canción hasta que éste le pidió que firmara un acuerdo económico.

“¿Saben cuánto dinero cobro? Dos dólares por fotografía”, explicó al Post la Naked Cowgirl, una mujer de unos cincuenta años, originaria del vecino Nueva Jersey, donde vive Burck, y que reside en la zona de Hell’s Kitchen, cercana a Times Square.

El Naked Cowboy ganó aún más notoriedad en 2008, cuando presentó una demanda contra el fabricante de chocolates Mars, al considerar que uno de los personajes que promocionaban su producto M&M’s estaba inspirado en él.