llegan cartas

 

Inconcebible

 

 

Julia Tacca.

DNI: 30.109.390

Señores directores: No es ninguna novedad afirmar que los santafesinos somos futboleros. Esto se evidencia en esta época del año, cuando se está jugando el Mundial Sudáfrica 2010. Lamentablemente hay personas a las cuales el fútbol las obnubila de tal manera, que se dejan llevar por la pasión al punto de perder toda razón y cordura. Pasadas las 18 del día 22 de junio, luego del triunfo de Argentina contra Grecia, en pleno cortejo por el paso de la selección argentina a los octavos de final, me entero que en Bulevar y 25 de Mayo, mientras la gente orgullosa festejaba, había un perro que no la estaba pasando tan bien.

Cuando junto a un grupo de vecinos llegamos a la Recoleta nos encontramos con una situación no sólo lamentable sino por demás de cruel. Había un perro que se estaba desangrando. Alguien, demasiado “apasionado”, le tiró una bomba de estruendo en la cara. Algún desalmado, porque no hay otro apelativo, decidió que para festejar había que llevar a cabo un acto de crueldad: tenía que lastimar a un ser indefenso.

Pero no fue suficiente que un inconsciente le tire una bomba a un perro, sino que además todo un grupo de personas nos tiremos encima del perro para que otro no lo pise con su moto y otro no le dé una patada para que su vehículo no se manchara con sangre.

El perro necesitó atención veterinaria y cuidados intensivos. Actualmente esta siendo atendido por el Dr. Carlos Ayala en su clínica en Vera casi San Lorenzo y la internación está siendo supervisada por el veterinario Pablo Ortiz. Es por eso que a través de este medio pedimos la colaboración económica de toda aquella persona que pueda hacerlo. Para ello debe dirigirse a la mencionada clínica veterinaria.

Mi nombre es Julia, soy una vecina del barrio Mariano Comas, preocupada por los animales que día a día aparecen en las calles abandonados, desprotegidos, desnutridos y enfermos. Gracias a un grupo de vecinos y compañeros, también preocupados por lo mismo, decidimos comenzar a trabajar con un único objetivo: el bienestar de los animales.

Es por eso que desde hace algún tiempo llevamos adelante varias actividades como por ejemplo: campañas antisárnicas, dando los perros en adopción castrados, haciendo asistencias de urgencia -como en el caso del perro de la bomba-, vamos a barrios periféricos de la ciudad para concientizar a la población sobre la importancia de castrar los animales domésticos, sin importar el género.

Todo esto lo hacemos convencidos de que la situación se puede cambiar. Somos un grupo de personas que no responde a ningún tipo de banderas políticas, nuestro esfuerzo es independiente, y la lucha es constante, porque lamentablemente el Estado está ausente.

El motivo de esta carta también es invitar a todas las personas a que se sumen a esta lucha, para proteger los derechos de los animales. Entre todos podemos hacer un cambio maravilloso, un cambio de conciencia. Para emprender este camino de trabajo, dedicación y compromiso, pueden comunicarse conmigo a: [email protected].