VIERNES EN EL ROSA

Un cabaret imaginario para espectadores de buen gusto

La puesta “Night & Day”, que dirige Osvaldo Pettinari, se presenta este viernes en el escenario del Museo Provincial de Bellas Artes.

Un cabaret imaginario para espectadores de buen gusto

Un espectáculo musical de humor y transformismo, donde intervienen siete actores santafesinos.

Foto: ARCHIVO EL LITORAL

 

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL

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El último viernes de agosto trae al ciclo Viernes en el Rosa el espectáculo musical de humor y transformismo “Night & Day”, la atmósfera de un cabaret imaginario del mejor cuño, a cargo del grupo Blanco y Negro, con dirección de Osvaldo Pettinari. Será este viernes, a las 21.30, en la sala didáctica del Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez (4 de Enero 1510, planta alta).

Cabe destacar que el ciclo se enmarca en el programa Santa Fe en Escena, del Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia.

LA PUESTA

Dirigido por el reconocido actor, director y vestuarista Osvaldo Pettinari, se trata de un espectáculo musical de humor y transformismo; una dinámica y entretenida puesta en escena en la que intervienen siete actores, estructurada en dos bloques, los cuales, a su vez, contienen diferentes cuadros coreográficos con estética de videoclip.

Los protagonistas en escena serán: Rafael Alessio, Gastón Gerstner, Adrián Cáceres, Toto Gutiérrez, Luis Karlen, Javier Mareco y Osvaldo Pettinari.

En lo que respecta a las facetas técnicas: producción y edición de la banda sonora, Monona Méndez; luces, Mario Pascullo; maquillaje, Alfredo Fiant; coreografía, Gastón Gerstner; asistentes de vestuario, María José Sánchez y Paula Rodríguez; diseño de programa, Emmanuel Méndez; producción general, grupo Blanco y Negro.

“La atmósfera de un cabaret imaginario del mejor cuño revive en trasnoche después de que su dueño baja las imaginarias cortinas, después de que -en la imaginación- el último parroquiano apura su copa de champagne. Cantantes, actrices, aspirantes a poetas de la bohemia, guapos que presumen de machos, mujeres que los ponen en duda, guapos de verdad, todos los personajes retornan encarnados por actores, como duendes que quedaron pegados a las paredes del entorno. Las fantasías dormidas se desvelan, rodean a los espectadores y penetran nuevamente sobre la escena”, escribió Roberto Schneider, crítico de El Litoral y presidente del Círculo de Críticos de las Artes Escénicas de la Argentina.

“Quienes ejercen el humor y lo entregan al prójimo practican una de las formas más altas y más puras de la misericordia. No sólo por lo que el humor significa, sino porque, por caminos aparentemente contrarios, dice el refranero anónimo que “el mal humor es la tristeza del alma’. El verdadero humorismo exige un espíritu poético, capaz de elevarse a la libertad y dotado no de un gusto vacío, sino de una manera más alta de considerar el universo”.