Quinto Festival Internacional de Teatro para Niños y Jóvenes

Córdoba, la meca teatral

Una vez más, la capital de la vecina provincia dio muestras de por qué ratifica año tras año su excelente capacidad para organizar festivales de teatro.

Roberto Schneider

Fotos: Gentileza Prensa Teatro Real

1984 marcó para la cultura de Córdoba el inicio de un ciclo de festivales teatrales que fueron, sin duda alguna, bisagra no sólo para la cultura de la Docta sino para el mapa teatral del país, enriquecido siempre con propuestas que llegaban desde todo el mundo, con diversidad de estéticas, de poéticas y de dramaturgias, que construyeron el puntapié de una historia que fantásticamente se sigue escribiendo. Eran años de apertura democrática y de fervor: el teatro ganaba las salas y las calles para protagonizar el verdadero sentido de la palabra fiesta. En el teatro se veían y escuchaban otras culturas, otros modos de entender y hacer la actividad y, esencialmente, otras formas de expresar las distintas facetas de la condición humana.

Por aquellas épocas, el público disfrutaba de toda la movida. Los años pasaron y los hijos de aquellos espectadores ganaron ahora también las salas y las calles cordobesas para disfrutar del Quinto Festival Internacional de Teatro para Niños y Jóvenes -organizado por la Secretaría de Cultura de la Provincia de Córdoba a través de su Subdirección de Artes Escénicas-, pleno de sabores y placeres estéticos, distintos e igualmente enriquecedores. Una vez más, los cordobeses se apropiaron del festival y, con su presencia, otorgan la real jerarquía que el encuentro posee. Octubre es para Córdoba el mes de los festivales. Su público exige. Y responde.

El destinatario de este encuentro es el público menudo. Pero también se hace un trabajo previo con escuelas, con docentes, para llegar más al núcleo familiar. Hay entonces otro grado de participación y por eso la programación especifica muy bien qué es para los chicos y qué para los adolescentes, e incluso para los adultos. Se orienta a los espectadores con edades aproximadas para que disfruten más y, después, los padres disfrutan tanto como sus hijos.

En amable diálogo con El Litoral, el director de este festival, Raúl Sansica, pone especial énfasis en destacar que las diferentes ediciones de este gran encuentro han puesto de manifiesto diferentes formas de abordar, acercarnos, escuchar o interpretar aquello que denominamos infancia o adolescencia. Obras de países muy similares o completamente disímiles demostraron que no existen formas únicas ni acabadas para trabajar con estos grupos etarios tan demarcados.

“Surgieron así -sostiene Sansica-, obras que expusieron lo que quieren que los adultos escuchemos, obras con objetivos más pedagógicos, cuestionamientos sobre la falta de valores claros por parte de la sociedad, ejemplos de niños desprotegidos y miles de propuestas más. En todas, pudo verse un interés profundo y genuino por abrir un espacio de diálogo con ellos.

“La globalización, la hipercomunicación han signado nuestro tiempo. En paralelo, hemos desoído voces fundamentales y el siglo XXI en nuestro país, en materia de infancia, nos deja con mucho recorrido por realizar. Incluso para brindar accesos básicos a derechos fundamentales y a esa información que algunos sectores disfrutamos con nuestros hijos y de los que muchos están excluidos.

Más de 30 obras ocuparon distintos escenarios de Córdoba capital e interior con: seis propuestas internacionales provenientes de Brasil, Chile, México, Francia, Israel y Dinamarca y ocho obras de nuestro país de: Buenos Aires, Mar del Plata, Mendoza, Río Negro y Salta. Córdoba se sumó a la grilla con más de 15 propuestas de teatro independiente, en su mayoría representadas en sus propias salas.

Los mejores

Tras la multitud que presenció la actuación de Piñón Fijo en la Ciudad de las Artes en una fría noche, comenzaron a presentarse los elencos. Consignaremos aquí aquellos que por sus poéticas y sus calidades hicieron las delicias de los espectadores. Esencialmente porque en ellos no se subestima a los chicos, sus destinatarios.

Desde Dinamarca llegó lo mejor del festival: “Rickshaw”, por la Compañía Dansk Rakkerpark, de Niels Gronne y Niels Peter Kloft, también actores de la propuesta, un espectáculo callejero mudo, apto para toda la familia. La primera función pudimos disfrutarla en el Centro Socioeducativo Camino 60 Cuadras, con adolescentes a la expectativa de la “primera vez” para ver teatro. No fue difícil meterse adentro del montaje, de fuerte contenido político y divertido. A partir de un lenguaje en apariencia infantil, el mensaje de indiscutible tono poético se adentró en los vericuetos de la eterna oposición entre víctimas y victimarios, opresores y oprimidos. La realidad de una historia que se podría revertir y qué pasaría si se revierte, en cualquier lugar del mundo. En sólo 45 minutos los actores dinamarqueses hicieron disfrutar y conmover a partir de su entrega, con una energía fantástica y risa, mucha risa. En su actuación, un fuerte homenaje al cine mudo, a los Tres Chiflados y al genio, Carlitos Chaplin. Las andanzas de un “hombre blanco imperialista” y el conductor hindú permanecerán por mucho tiempo en nuestra memoria.

El otro espectáculo delicioso y excelente fue “Hide and Seek 3-4”, de Israel, una creación del Dina Telem Group, una producción que toma como eje estructurante el mundo de los chicos (en este caso todas niñas) y sus juegos. Durante el juego, según se adelantó, el niño participa en un rico mosaico de experiencias, tanto personales como grupales. En este caso, las diversas secuencias permitieron expresar poéticas que trascienden las palabras y explicitan con contundencia el discurso. La directora no dejó nada librado al azar y cada una de las secuencias cerró de manera perfecta su propia unidad. La agradable música y un vestuario de increíble belleza fueron el marco ideal para que el elenco se luciera. Las sonrisas de las bailarinas cautivaron a la platea y así Hila Boaron, Chen Estrugo, Mariana Sinchuk, Limos Maske, Shir Tsarfati, Maayan Afriat y Shiran Eliaserov demostraron todo su talento puesto al servicio de una vital historia. Otra cultura, la israelí, mostrada con contundencia en este festival. Y de la mejor manera.

Córdoba, brillante

En la nutrida cartelera de los espectáculos cordobeses se destacó por sus altos valores éticos, estéticos y de recreación el estreno de la Comedia Infanto Juvenil Cordobesa titulado “La Librería”, de Marie Josée Bastien, exquisitamente dirigido por Diego Aramburo. La historia contó cómo Juana, la nueva propietaria de una preciosa librería, se encuentra con Samuel, el encantador vecino chocolatero del que se enamora, y con Víctor, un fantasma que hace más de 40 años fue dueño de la misma librería y cuya alma divaga a la búsqueda de terminar de escribir un libro destinado a abrir sus sentimientos a Petra, la extranjera a quien secretamente amó. Ambas historias, de tierno amor, escribirán una dulce historia a medida que las palabras de la librería se entremezclan con los sabores del chocolate.

El director estructuró su trabajo a partir de una puesta en escena rica en matices, en la que sobresalieron las brillantes actuaciones de Matías Etchezar, Martín Gaetan, Eugenia Hadandoniou y Nancy Rodríguez, todos entregados al juego de una totalidad enriquecida por vestuario, escenografía y maquillajes diseñados por el mismo director, de una riqueza visual pocas veces vista. Los chicos (y los grandes también) disfrutaron esta propuesta que encontró en la riqueza del lenguaje otro de sus valores esenciales, para demostrar que se puede llegar alto cuando texto y puesta se ensamblan de manera perfecta.

Con fuerte tono poético se ofreció “Hay alguien ahí”, teatro sensorial para bebés, un espectáculo escrito por Marina Abulafia, Coqui Dutto, María Eugenia Pastor -las tres actrices del montaje- y Adolfo Simón. Faltan palabras para intentar describir las fuertes emociones logradas a partir de un juego exquisito, profundamente elaborado, en el que la imagen tiene una indiscutible presencia que los chicos (más precisamente los bebés) disfrutan desde el inicio hasta el lúdico final. Una tarde cargada de emotividad y poesía, para entender una vez más por qué el teatro posibilita la magia.

Otros espectáculos de calidad fueron el brasileño del Grupo ACB Teatral titulado “Levitador Interplanetario Xereta Orbital” (Levitador Interplanetario Entrometido Orbital), que combinó perfectamente una película con el juego actoral; el Grupo Les Élephants Roses con “Voyage...” y una exquisita interpretación de la mima Florencia Ávila y “Malas palabras”, del Grupo La Galera Encantada, para contar una dolorosa historia de adopción magníficamente escrita por Perla Schumacher, dramaturga y directora argentina, a quien se tributó un emotivo homenaje. En el montaje, dos actrices de excepción con emoción trasladada a la platea a partir de una historia de dolorosos ribetes: Luli Romano Lastra y Guillermina Calicchio.

Para el final, un agradecimiento especial para Raúl Sansica, Alicia Manzur, Alejandra Fogliatti, Elena Di Lollo y Gabriel Abrile, las caras visibles de una organización sin fisuras.

1 /

25.000

personas

Córdoba recibió la visita de artistas de distintos lugares del mundo y de nuestro país, con el fin de dar forma al V Festival Internacional de Teatro para Niños y Jóvenes que contó con la presencia de 25.210 personas.

Los números en detalle: Público en Salas: 17.100 espectadores; Extensión (hospitales, correccionales y vía pública): 3.800 espectadores; Interior: 4.000 espectadores; Talleres: 250 espectadores; Mateando: 60 espectadores. Otras cifras: llegaron de México, Israel, Francia, Chile, Brasil y Dinamarca que junto a los grupos de Buenos Aires, Salta, Mar del Plata, Mendoza, Río Negro y Córdoba (elencos oficiales e independientes) presentaron 77 funciones, a cargo de 30 obras.