Día Mundial del Lavado de Manos
Agua y jabón contra la diarrea infantil
De la redacción de El Litoral
La diarrea y la neumonía son dos de las enfermedades que causan la mayoría de las muertes infantiles en todo el mundo. Cada año fallecen más de 3,5 millones de niños y niñas menores de 5 años por esta causa. El lavado de manos con agua y jabón es una de las maneras más efectivas y baratas de prevenir enfermedades. Se estima que con esta sencilla práctica se podrían reducir las muertes por diarrea a casi la mitad y evitar un 25 por ciento de la mortalidad en las infecciones respiratorias agudas.
Por eso, hoy se celebra el Día Mundial del Lavado de Manos. Una iniciativa apoyada por organizaciones como Unicef, el Banco Mundial, el CDC (Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades) de Estados Unidos, el Colegio Londinense de Higiene y Medicina (en la Argentina la fecha es promovida por la firma Valot).
Un lavado sistemático de las manos además es la medida de prevención clave en enfermedades como la gripe A, la neumonía, la hepatitis A y el cólera. La fecha del 15 de octubre comenzó a ser conmemorada a partir del 2008. La estableció la Asamblea General de las Naciones Unidas en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), es que una de las metas de este programa es reducir en dos terceras partes las muertes de niños menores de cinco años para el 2015.
En la ciudad
“Para la población en general el lavado de manos es la medida más eficiente para prevenir diferentes enfermedades como las gastrointestinales y las de vías respiratorias, que son las que provocan mayores problemáticas en menores de 5 años”, explicó Mónica Berno, la directora del Programa de Atención Primordial de la Salud de la Municipalidad de Santa Fe.
Dada la importancia del lavado de manos en sitios públicos, el gobierno de la ciudad informó que la ordenanza 8.973, establece los requisitos mínimos de las denominadas “áreas sanitarias” de los locales habilitados por el Municipio.
Estos espacios deben contar con “un jabón sólido, en polvo o líquido, suspendido en un soporte rígido que evite el contacto directo con el agua”, así como también con un “dispensador de toalla de papel descartable y/o sistema eléctrico que expulse aire caliente”, y un “cesto contenedor de residuos cada seis piletas”.
