La tercera fue la vencida
Colón de San Justo campeón
El festejo más esperado. Colón de San Justo tuvo su día de gloria y lo celebró a lo grande.
Foto: Carlos Yesciani
El equipo rojiblanco se quedó con el Clausura 2010 y, así, dejó atrás el intento de conseguir los dos torneos anteriores, en los que no pudo dar la vuelta olímpica.
Julián Monzón
Fue una fiesta emocionante. El partido dejó poco para analizar. Fue más de dientes apretados que de juego asociado. Fue de mucho nerviosismo y de pocas ideas. En resumen, fue mal jugado. Pucará planteó un esquema que sorprendió a Colón. Porque “Chiche” Schemberger salió a buscar el resultado, pero manejando la pelota lejos de su área. Algo que molestó y paulatinamente fue poniendo nervioso al equipo de Restelli. A tal punto que un par de jugadores (Cejas y Torres) vio la amarilla por faltas violentas. Es más, Cejas cometió otra infracción, que le habría valido la segunda amarilla. Sin embargo, Córdoba ni siquiera cobró la falta y dejó seguir el juego. Leites y Marchini como delanteros eran en lo previo el esquema ofensivo de Pucará. Pero Cariaga se paró en tres cuartos de cancha, teniendo la pelota muy cerca del área de Franz. El juego criterioso de Espinosa y la solidez defensiva del “Cacique” fueron argumentos que Colón no supo contrarrestar.
A os 16, Marchini, en acción individual, dejó varias marcas en el camino y cuando tenía todo para abrir el juego sobre la derecha con César Espinosa, prefirió su propio remate, que fue muy débil a las manos del arquero. A los 31, Albano Leites, al borde de la media luna, abrió juego hacia la izquierda y lo tuvo Espinosa, que remató cruzado y desviado. Colón reaccionó un minuto más tarde, cuando Hozgan mandó el centro pasado desde la derecha, Torres devolvió de cabeza y Hozgan se perdió un gol increíble de errar. Rancéz pudo, con disparo cruzado, lograr la ventaja y Ferrari logró despejar al córner. Bertola casi logró sorprender, al ejecutar con celeridad un tiro libre y forzar una nueva atajada de Ferrari. Aunque Colón brindó una imagen de equipo con pretensiones, el primer tiempo dejó mucho mejor parado a Pucará.
Nerviosismo y festejo
Las mejores noticias para Colón llegaban desde Santa Fe. Tanto Argentino como el Colón de Javier López también igualaban sin tantos. Con esos resultados, el Conquistador se consagraba campeón. El ingreso de Paiva, pasados los 20 minutos, le dio al equipo algo más de presencia en cercanías de Ferrari. Justamente Bertola se asoció con el ex Newell’s y tras centro del goleador “Chichi” Alessio cabeceó débil. El propio Alessio, a los 24, luego de una excelente jugada individual, luchó, ganó, gambeteó y remató: la pelota fue a escasos centímetros del palo derecho. Bertola mandó, con centro desde la derecha, un buscapié que ni Paiva, ni Alessio lograron desviar, aunque sí lo hizo un defensor de Pucará para mandar al córner. De repente, un hincha de Pucará se acercó al puesto de quien escribe: “¿Cómo va San Cristóbal?”. En ese mismo instante llegó la noticia, gol de Sanjustino. Grito hacia la tribuna y festejo en la hinchada local. Es que, gracias a esa derrota en Ángel Gallardo del “Verde de las quintas”, Pucará aún sueña con la permanencia. Luego, el silencio invadió la tribuna local. Es que el tiempo transcurría y los fantasmas de la definición con Unión en el Apertura comenzaron a aparecer. Hasta que un estruendo sonó en el Mercedes Alesso de Bieler. Empató Argentino en Santa Fe y el grito de “¡Dale, campeón!” comenzó a sonar sin cesar. El miedo a perder por parte de ambos pudo más que la ambición del triunfo y los últimos minutos transcurrieron sin mayores sobresaltos. El pitazo final de Carlos Córdoba desató el festejo de jugadores y de hinchas, que invadieron el campo de juego. Dirigentes, jugadores de reserva, jugadores que quedaron afuera de los 16, se fundieron en un mismo grito. “¡Dale, campeón! ¡Dale, campeón!”. Hasta el propio Restelli se fundió en un puñado de personas con colores rojo y blanco que prolongaron el festejo contenido de los últimos 2 torneos. Pucará, por su parte, también se fue victorioso. La derrota consumada de San Cristóbal deja aún una puerta abierta a la posibilidad de permanencia.