Al margen de la crónica

Kamasutra moderno

En las últimas horas se conoció la noticia de que la editorial británica Penguin publicará próximamente una edición de bolsillo y sólo de texto del Kamasutra, que presentará como “manual de estilo de vida para uso del hombre y la mujer modernos”. Sin embargo, la edición no incluirá las ilustraciones eróticas que acompañan muchas de las publicaciones anteriores de ese texto hindú, el cual ha sido traducido de nuevo por el experto en sánscrito A. N. D. Haksar.

Se cree que al Kamasutra lo escribió en el siglo III el sabio indio Vatsyayana como guía para un caballero de la corte de aquella época. “Kama” significa “deseo de placer sensual”, pero, contrariamente a lo que piensan muchos, sólo uno de los siete “libros” del Kamasutra está dedicado exclusivamente al sexo.

El segundo libro, el más largo de todos, ofrece consejos sobre cómo aumentar el placer sexual y da descripciones detalladas de las posturas que con tal fin deben adoptar los amantes.

Las otras seis secciones tratan de la etiqueta social, de la buena vida, de la forma de cortejar a una dama, del matrimonio, de las relaciones extraconyugales, de las concubinas y cortesanas o de cómo aumentar el propio atractivo físico.

También da consejos a las mujeres, por ejemplo, sobre cómo evitar a los hombres que hablan demasiado o cuyo “aliento apesta a grajo”.

Según Alexis Kirschbaum, directora editorial de Penguin, la nueva versión, que saldrá en febrero, será “menos pornográfica y más bien un manual de estilo de vida para uso del hombre y la mujer urbanos y modernos”.

La nueva versión, de 152 páginas, es, según Kirschbaum, “la más precisa y auténtica de las existentes. Hasta ahora se había presentado siempre al Kamasutra como un texto escandaloso y pornográfico influido por los hippies de los años sesenta. Pero, en realidad, se escribió como una guía para uso de los caballeros sobre cómo vivir una buena vida y no sólo una vida de pasiones sexuales. Por eso lo hemos despojado de todas las interpretaciones pornográficas y lo presentamos como una guía sabia y moderna sobre la buena vida”, agregó la responsable de Penguin.

Entonces, alejada aquella imagen de la pura pornografía, el Kamasutra adquiere otra dimensión que hay que tener en cuenta: es que una buena sesión amatoria puede contener algún tramo de poses extrañas, osadas o clásicas, pero que, antes de eso, hay que transitar un largo camino de buena comunicación en la que las buenas costumbres, el halago, el reconocimiento del otro y, fundamentalmente, el afecto, se ponen en juego. Una noche romántica puede desbarrancar por un ajo inapropiado o cebollas poco cocidas. O un error fatal: elegir mortadela a la hora de la picada, ¿alguien se anima a dar un buen beso? Es que, cuando las emociones están a flor de piel, cuidar las formas permite llegar -también- al corazón.