La basura del mundo se expone en París

(EFE)

Las latas vacías de Coca-Cola de París, los paquetes gastados de fideos de China, los cartones usados de pizza de Moscú o los periódicos viejos de Qatar se exponen a partir de hoy en la Grande Halle de La Villette, de París. La exposición, llamada “Global Trash” (“Basura global”), pretende mostrar a través de grandes cuadros fotográficos cómo la basura es un elemento que se repite en todas las partes del mundo, aunque con diferencias entre los países occidentales y los que están en vías de desarrollo.

Así, en el espacio dedicado a Malawi se observan restos de paja, mientras que en el del “Moscú rico” aparecen una caja de Chanel o varias carátulas de discos. Más allá de mostrar las desigualdades, el objetivo de los fotógrafos de “Global Trash”, Bruno Mouron y Pascal Rostain, es exhibir “un catálogo mundial de diseño y “packaging’ de los bienes de consumo”. Su meta es realizar este trabajo en cincuenta países y ya lo han hecho en doce de ellos: China, Congo, Qatar, Malawi, Tahití, Rusia, Kuala Lumpur, Isla Mauricio, Antillas, Argelia, Japón y Francia.

Testimonio de la globalización, la basura sirve también para saber más acerca de “la política, la sociología, la ecología y la economía” de otras naciones, indicaron los organizadores.

A través de una estética pop de “collage”, la exposición, que se inaugura hoy, es un retrato “del consumismo, de la sociedad, de la producción de los bienes de masas y del tratamiento de los desechos”.

Mouron y Rostain iniciaron este proyecto en 1988, fecha desde la que se han dedicado a recolectar la basura de individuos y familias en el extranjero, que luego han llevado a Francia para convertirla en “naturalezas muertas contemporáneas” y fotografiarla en su estudio.

Ordenados por color y forma, los embalajes, restos de alimentos, cartas privadas, periódicos y demás desperdicios se expondrán dentro de la feria dedicada al reciclaje de basura en la capital francesa.