Una iniciativa de Santa Fe que es referencia en el mundo

“Proyecto Yacaré” cumple veinte

años y apuesta a seguir creciendo

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Alejandro Larriera junto a un nido de yacaré.

Foto: Gentileza Alejandro Larriera

La propuesta nació en la granja La Esmeralda. Dirigida por su creador, Alejandro Larriera, logró proteger la especie y garantizar la reproducción con un método que permite, incluso, destinar una porción al circuito comercial.

 

De la redacción de El Litoral

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La hazaña empezó casi como la aventura personal de un joven veterinario. Pero a veinte años, se transformó en una experiencia única en Santa Fe, ejemplo en el país, y referencia en el mundo. En diálogo con El Litoral, Alejandro Larriera recorrió los inicios, complicaciones, logros y ambiciones de su creación: “Proyecto Yacaré”.

“Arranqué con esto, en realidad, en 1983 como veterinario de la granja La Esmeralda. Empecé a trabajar en el criadero cerrado de yacarés, y a partir de ello, a obtener la reproducción en cautiverio. En eso fuimos pioneros, pero preocupados por la conservación de la especie, me fui chocando con una cuestión de números, porque de los criaderos cerrados, sacábamos tres o cinco nidos al año y nada más. Trabajábamos en una especie de burbuja”, relató.

Larriera comentó los inconvenientes propios de la época para acceder a métodos o información sobre el tema en el resto del mundo -Internet no era todavía una herramienta-, y recordó que recién en 1988 descubrió el ranching, una técnica usada en Estados Unidos y África, para cosechar los huevos en la naturaleza, incubarlos artificialmente y criar los animales. El método permite devolver a la naturaleza una proporción de los animales que sobreviven y el resto se derivaba al circuito comercial.

Hallada la técnica, lo que siguió fue el armado del proyecto. “Empecé a recorrer la provincia donde había alguna referencia de que existían yacarés, y en 1990, formalmente nació el diseño y la propuesta de trabajo, con la presentación del proyecto en una reunión en Florida (EE.UU.), ante especialistas en cocodrilos”, recordó.

Amplia cosecha

En ese mismo año 90, empezaron los monitoreos formales de poblaciones silvestres y se obtuvo la primera cosecha de huevos. “La cosecha que hicimos en ese año fue de 10 nidos con 372 huevos”, precisó. Con el tiempo, la producción crecería significativamente. “Hoy -ejemplificó-, una cosecha normal para la provincia de Santa Fe está por encima de los 10 mil huevos, y si consideramos las otras provincias en la Argentina, con nuestra dirección, se están cosechando alrededor de 60 mil huevos de yacaré por año”.

En tanto, de las hembras que se reproducen en la naturaleza, “el 50 por ciento de las que están haciendo nido tienen la marca de proyecto Yacaré, es decir, son animales devueltos por el proyecto ya no sólo en Santa Fe, sino en otros lugares como Corrientes o Formosa. La incidencia del proyecto está clara”, remarcó.

Pero además de los efectos sobre la especie, Larriera destacó los logros en materia de investigación y generación de ciencia.

“Empecé esto como una aventura personal -insistió-, y luego se fue incorporando más gente. Hoy, el cuerpo científico del proyecto es de más de veinte personas, todos investigadores (biólogos, bioquímicos, veterinarios). El núcleo duro del proyecto es de Santa Fe. La ciencia que produce Proyecto Yacaré hoy no la produce ningún grupo de investigadores en cocodrilos en el mundo; somos potencia en materia de producción de material científico”, aseguró. Según dijo, “la mayor parte de los papers en investigación dura -estudios sobre genética, inmunología, estado poblacional, estado natural, crecimiento o alimentación- proviene de Santa Fe”.

En total, el proyecto involucra a más de 800 personas entre las que realizan las cosechas de huevos en el campo, y los que trabajan en criaderos y operaciones de aprovechamiento de la carne y el cuero.

Comercialización

Larriera explicó que siempre interviene una instancia gubernamental en la determinación de las fracciones de producción que se destinan al comercio.

“Se sabe que si uno libera el 10% de lo que nace en el criadero de los huevos cosechados, no sólo se mantiene la población silvestre, sino que es más de lo que logra sobrevivir en condiciones naturales”, explicó.

Básicamente, la carne de yacaré se comercializa en el mercado nacional. “Esto es por dificultades en el volumen y por el costo de la exportación. Para exportar carne de manera económica -comentó-, habría que exportar contenedores de 24 mil kilos, y ni todos los criaderos sumados producen de ninguna manera este volumen”.

En cuanto a los cueros, se exportan directamente a Europa y EE.UU. o se destinan a la exportación indirecta; se confeccionan piezas como cinturones, por ejemplo, pero para el turismo internacional.

Respecto de las expectativas de aquí en adelante, Larriera dijo que la intención es seguir creciendo. “En lo personal -remarcó-, soy vicepresidente del Grupo Especialista en Cocodrilos a nivel mundial y tengo la suerte de que me convocan a conferencias desde distintos puntos del mundo; vengo de Manaos, el mes que viene estoy en Medellín, y a principios de 2011, en Viena. Hay un prestigio que ha ganado el grupo santafesino que hace que seamos fuente de consulta permanente”, concluyó.


Un método saludable

Larriera destacó las bondades del ranching como método. “La gran maravilla que tiene es que sin poblaciones silvestres saludables, no hay negocio. Así funciona el sistema. Por qué cada vez hay más yacarés -se preguntó-; porque nadie los caza, porque los pobladores locales están interesados en cobrar el dinero de la colecta de los huevos, entonces se mantiene la población reproductora saludable porque todos están interesados; todos necesitan que existan esas poblaciones lo más saludables posibles. No sólo no los cazan -agregó-, sino que no permiten que nadie los cace porque es su interés económico. Esta gente está genuina y económicamente interesada en que haya poblaciones silvestres saludables. El sistema cierra en ese sentido”.

El “secreto” de esta técnica, destacó, es que permite devolver al hábitat más animales de los que lograrían sobrevivir en condiciones naturales. “En condiciones naturales -señaló-, el 90 por ciento de los animales muere antes de cumplir un año. Eso que le ahorramos a la naturaleza en mortandad es lo que se deriva al circuito comercial”.

Por kilómetro

Si se suman las producciones de las tres provincias que ejecutan el programa de rancheo (“Yacarés Santafesinos de MUPCN”, “Caimanes de Formosa” y “Yacaré Porá” de Corrientes), en lo que va de la instrumentación del proyecto se cosecharon más de medio millón de huevos, se liberaron más de 40 mil animales de un año, y se mantuvieron más de 110 mil animales en crianza. Las densidades poblacionales que en los “90 eran de 0,2 a 0,4 yacarés por km, hoy es de a 25 a 35.

Geografía

El sitio en el que comenzó la explotación para el desarrollo de Proyecto Yacaré fue la planicie de inundación del río Salado en los departamentos San Cristóbal y Vera. “Allí se encontraron las poblaciones más estables”, recordó Larriera. El trabajo se extendió después a San Javier y General Obligado. Este año, se comenzó a rastrear el valle del río Paraná, y la pretensión es seguir investigando el oeste del departamento Vera y sumar 9 de Julio.