Rosales ganó el duelo jugando al fútbol

La pelota fue micrófono

Todas las miradas estaban puestas en el “10” de Unión y el “9” de Almirante. Mientras Bazán Vera no la tocó, el “Pichi” se fue ovacionado.

La pelota fue micrófono

Mano a mano, cara a cara: los protagonistas fuertes de la noche y la pelota como juez del pleito. En esta jugada, Rosales lo dejó clavado al “Indio” y la gente aplaudió como si fuera un gol. Foto: Pablo Aguirre

Darío Pignata

[email protected]

Fue la “bomba” de la semana. Justo antes de Unión-Almirante, el “Indio” Bazán Vera, un tribunero y terrible goleador que pasara por Unión y ahora está en el Mirasol, encendió la mecha del artefacto explosivo mediático por los micrófonos de FM X 107.3 cuando dijo “pude volver a Unión después que me fui, pero cuatro jugadores me bajaron el pulgar: Zapata, Desvaux, Pereyra y Rosales”. Según el mismo delantero, a la revelación se la hizo un ex directivo.

Más allá de alguna tibia respuesta en los medios, anoche quedó en claro que ante la bomba de Daniel Eduardo Bazán Vera, el cordobés Paulo Rosales decidió contestarle al “Indio” en la cancha y con la pelota en los pies. “Todo lo que dice es mentira y lo hace con un solo objetivo: tirarle a Paulo (por Rosales), la gente en contra”, deslizó el “Pipo” Héctor Desvaux.

Las miradas seguían a Bazán Vera: cuando Márquez señaló el penal, corrió algunos metros como capitán para protestar pero nada más que eso. Lo mismo que en el momento de la expulsión de Mena. Cara a cara con Limia, no le quedó una sola pelota en toda la noche a Bazán Vera, que había avisado que si metía un gol no lo iba a gritar por respeto a la gente de Unión.

Así, como resumiendo el duelo, Rosales decidió responder en la cancha y con la pelota. Jugó un partido caliente, especial. Y jugó bien, con la pisada lujosa antes de habilitar a Gaitán en la jugada previa al penal. Corrió mucho, la pisó como siempre, aportó esos toques de calidad que a veces saben a poco pero que anoche alcanzaron.

Cuando cerca del final Kudelka ordenó su reemplazo, la cancha se vino abajo. Los hinchas de Unión aplaudieron a Rosales en Santa Fe como muy pocas veces se escuchó en el 15 de Abril. Fue el gran ganador del duelo impensado.

A la hora del balance, las declaraciones de Bazán Vera terminaron “agrandando” a Rosales (salió a jugar como una furia) y en parte pusieron a un sector de la hinchada de Unión en contra del “Indio”. Si Bazán Vera no hubiera dicho lo que dijo, seguramente nadie lo habría silbado o insultado y los aplausos habrían sido mayores. Ni siquiera el “Olé...olé...olé...Indio....Indiooo”, se escuchó en la noche.

Pasó la bomba, las polémicas, el partido. El “9” de Almirante aseguró que lo que dijo fue a raíz de un comentario que le realizó un ex directivo de Unión. Habló de un complot de cuatro jugadores para evitar su vuelta a Unión y apuntó todos los cañones contra Rosales. La polémica no pasó desapercibida, y la gente también jugó “su partido” con Bazán Vera: aplaudiendo, ignorando o insultando. Rosales dejó en claro que prefirió usar la pelota para contestar y se escuchó más fuerte que con el micrófono. Esta vez, al “Indio” la flecha se le volvió en contra, porque al duelo lo ganó Rosales. Y porque de la mano de Rosales, ganó Unión.

Lo hizo pasar de largo

Lo mejor de la noche llegó en el complemento, a la salida de un córner, donde el delantero de Almirante Brown bajó al área de Monasterio para colaborar en el juego de aire. Vino el centro, la pelota fue rechazada y cayó a los pies de Rosales, ubicado como un wing izquierdo entrando al área, de espaldas a la platea lateral más cercana a la cancha auxiliar. Fue entonces donde el destino quiso que quedaran mano a mano, sin micrófonos, sólo con la pelota como testigo en peligro. Rosales la tenía, Bazán Vera marcaba.

El “10” de Unión se la mostró, quebró el paso, la cintura, hizo el “meneíto” y lo dejó atornillado al piso al corpulento delantero con el amague. Otra vez, la gente festejó como un gol.


Nada de andar saludando

Bazán Vera había avisado que saludaría a Rosales por una cuestión reglamentaria y por el ser el capitán de Almirante, pero cuando Flavio Márquez dio la orden para romper filas, los que tenían la obligación de saludar eran los locales. Allí, Paulo Rosales ignoró a Bazán Vera y se escuchó un griterío como si hubiera marcado un gol Unión. Al toque, cuando quedó de frente a la popular de Cándido Pujato, el “Indio” se llevó de ese lado la mayor ovación. Respondió levantando las manos y golpeándose el corazón. De fondo, mezclados con los aplausos, bajaban silbidos.

Cuando la pelota se movió, Avendaño (líder y capitán, además su marca en las pelotas quietas) lo habló en la cancha.

En un salto, Bazán Vera tiró al piso a Cárdenas y la gente se le puso en contra.

BAJO LA LUPA

LIMIA (5): transmitió seguridad bajo los caños toda la noche. En el trabajo en sí, un espectador más, casi nunca requerido.

ZURBRIGGEN (5): cumplió, haciendo un trabajo ordenado en la marca y sólo pasando al ataque por sorpresa, aunque priorizando no desvirtuar la zona.

AVENDAÑO (6): le ganó casi siempre el duelo a Bazán Vera en las pelotas quietas, porque el capitán de Unión era la marca del “Indio” en cada centro.

CORREA (6): jugó un buen partido el uruguayo, sacando todo de arriba y de abajo. Encimó a Bazán Vera cuando la pelota estaba en juego, como stopper pero por el centro del campo sin salir a los costados.

CARDENAS (4): el más flojo partido del “Changuito”. Se lo vio con dudas en la marca y equivocando demasiado los pases, tomando decisiones incorrectas y perdiendo demasiados balones.

GAITAN (6): es ordenado para el puesto que ocupa. No tiene tanta dinámica como un carrilero típico para pasar al ataque pero colabora con la marca. Inventó la jugada del penal y se comió uno de contra.

VIDAL (7): otra vez fue el pulpo impasable de la mitad de la cancha. Le tocó bailar con el “Rengo” Díaz, jugador de otra categoría y lo terminó anulando por completo. Nunca da una pelota por perdida.

VELAZQUEZ (5): levantó un poco en el complemento, pero no logra jugar bien en Santa Fe como sí lo hace afuera, de visitante.

ROSALES (6): ya está debidamente explicado porqué jugó un partido más que especial. La pidió siempre, fue desequilibrante. A la técnica, le agregó sacrificio para recuperar.

PIRCHIO (6): terminó fundido, pero jugó por lejos el mejor partido con la camiseta de Unión en Santa Fe desde que llegó a Unión. Corrió todas, generó infracciones que provocaron amarillas en los rivales y justificó la titularidad.

ZARATE (7): se le abrió el arco de penal en Santa Fe, porque la “Chancha” no había logrado festejar ante su gente en el 15 de Abril (el único gol hasta ahora fue en Jujuy). Aportó el compromiso y la potencia de siempre.

MONTERO (-): le costó hacer pie y entender el juego, hasta que le encontró la mano. Fue como si hubiera entrado frío, sin estar tan metido.

MANNARA (-): se abrieron un poquito los espacios al final, pero no como indicaba el 0-1 para Almirante y el hombre de más en el campo.