Posición oficial del G-7

Empresarios se suman contra el proyecto para repartir ganancias

Apoyan la iniciativa de la UIA para negociar el mecanismo en paritarias y cuestionan la escalada sindical encabezada por Hugo Moyano. Reclaman la necesidad de promover más inversión.

 

De la redacción de El Litoral

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DyN

Los empresarios que integran el denominado Grupo de los Siete reafirmaron ayer su rechazo al proyecto de ley de la CGT sobre distribución de ganancias de las empresas, horas después de que la Unión Industrial Argentina (UIA) anunciara que tiene una iniciativa propia.

Así lo decidieron los directivos de las principales cámaras del país luego de un almuerzo que tuvo lugar en la sede de la central fabril (UIA) en Avenida de Mayo. Estuvieron el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), Carlos Enrique Wagner, el vicepresidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Eduardo Eurnekian y el titular de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi.

También participaron el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Luis Biolcati; el de la Asociación de Bancos de Capital Argentino, Jorge Brito, y el presidente de la UIA, Héctor Méndez, acompañado por el secretario de la entidad, José Ignacio de Mendiguren.

Los empresarios volvieron a rechazar de manera tajante la iniciativa del diputado Héctor Recalde de distribuir 10 por ciento de las ganancias de las empresas entre sus empleados y de generar un fondo especial para atender a los trabajadores en situación irregular.

Agenda más amplia

Aseguran los empresarios que el proyecto de Recalde fue “presentado de manera intempestiva, sin respetar los compromisos de consulta previa entre los sectores establecidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y firmado por Argentina como país miembro”.

También dicen que el fondo para el trabajo en negro es un mecanismo “ineficaz” y que es “contraproducente”, de modo que reclaman “la inclusión del tema en una agenda más amplia que contenga la totalidad de los grandes problemas económico-sociales”.

Por otro lado, criticaron al titular de la CGT, Hugo Moyano, al afirmar que “excesos verbales como los difundidos días pasados en boca de importantes dirigentes sindicales, no son constructivos ni conducentes y alejan a las partes de cualquier posible entendimiento”.

El comunicado del Grupo de los Siete se conoció horas después de que la UIA anticipara que elabora un proyecto propio de reparto de utilidades, que consiste en que se negocien porcentajes de ganancias en paritarias, al estilo brasileño.

Fuentes empresarias dejaron entrever el malestar de algunas cámaras empresarias con relación a esa iniciativa de la central fabril, ya que consideran que no es el momento para debatir sobre reparto de utilidades cuando es necesario promover la inversión. Los empresarios del Grupo de los Siete decidieron volver a almorzar el próximo 18 de noviembre en el marco de la Conferencia Industrial que organizó la UIA para esa fecha en Costa Salguero.

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Esta vez Eduardo Eurnekian no caminó por los senderos de la Casa Rosada. El empresario se sumó al reclamo contra el proyecto de Recalde.

Foto: Archivo El Litoral

Inflación

Nouriel Roubini, el especialista que predijo la crisis global y que es escéptico sobre el devenir de las principales economías del mundo advirtió que “la inflación está desenfrenada y creciendo” en la Argentina. “Probablemente ahora sea de más del 20% y se espera que el año próximo llegue al 30%”, agregó. La suba de precios aprecia con fuerza al peso, a pesar de los esfuerzos del Banco Central por contener el valor de la moneda, y mina la competitividad de la economía, indicó.

 

Ironía

“Si ellos quieren la cogestión sindical de las empresas, nosotros pediremos la cogestión de las obras sociales”, aseguró uno de los empresarios que ayer almorzó en la UIA. Fue en realidad Julio Cobos quien había advertido la necesidad de abrir esos libros, luego de que Hugo Moyano amenazara con un escenario de “confrontación” si Cobos resultaba electo presidente. El mundo empresario, la figura del líder de la CGT le cae especialmente pesada, en especial tras el acto de River.