La cara desconocida de Lichtenstein

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Roy Lichtenstein, famoso por su recreación de temas y estilos tomados de la historieta, también se dejó seducir por la escultura y por el blanco y negro.

Foto: Archivo El Litoral

Alejandra Palés

(EFE)

El artista Roy Lichtenstein, conocido por su uso de colores vibrantes, también se dejó seducir por la sencillez del blanco y el negro, como demuestra la exposición que desde hoy se puede ver en Nueva York.

La muestra del Museo y Biblioteca Morgan, centrada en el período de 1961 a 1968 del artista estadounidense, recoge cincuenta y cinco dibujos de gran tamaño en blanco y negro que permiten conocer una de las facetas más desapercibidas de Lichtenstein (1923-1997), uno de los principales representantes del Pop Art.

“Lichtenstein estuvo siempre interesado en el dibujo, tanto como elemento de preparación para sus pinturas como imágenes independientes con las que exploró diferentes técnicas y temas”, explicó la comisaria de la muestra Isabelle Devraux.

Un dibujo de Mickey Mouse y otro del Pato Donald, de la época en la que Lichtenstein aún estaba inmerso en el expresionismo abstracto, marcan el inicio de la exposición y sirven para ilustrar el gran cambio que dio la carrera del artista estadounidense al dar el salto al Pop Art.

Los dos dibujos, que datan de finales de los cincuenta, anuncian lo que fue su carrera posterior cuando la inclusión de personajes de dibujos animados e imágenes derivadas de los anuncios en sus obras se convirtió en una constante.

Influenciado por el artista Allan Kaprov, Lichtenstein construyó una carrera plagada de imágenes propias de la cultura popular conocidas como “Benday Tods” por estar realizadas con técnicas de impresión comercial.

La muestra, que podrá verse hasta el próximo enero, recorre de manera cronológica la evolución que sufrió el dibujo de Lichtenstein durante los años sesenta desde composiciones simples en las que un objeto solitario se muestra ante un fondo blanco hasta obras más complejas inspiradas en fuentes comerciales.

Revistas, listines telefónicos, anuncios y diarios se convirtieron en puntos de referencia para el artista estadounidense que elevó lo cotidiano a la categoría de obra de arte.

Entre las composiciones más tempranas reunidas en esta exposición, se destaca “Muchacha con una acordeón” en la que la sencillez de la figura femenina contrasta con el modelo de mujer que el pintor potenció en sus trabajos inspirados en el mundo del cómic.

De esa época más popular son “Bratatat” y “Jet Pilot”, dos dibujos inspirados en los cómics de guerra en los que se ven primeros planos de aviadores en sus cabinas. “Creo que hay muchas cosas de la carrera de Lichtenstein que se desconocen porque la gente tiende a centrarse siempre en los mismos trabajos icónicos”, explicó Isabelle Dervaux.

Entre los trabajos “ocultos” de Lichtenstein revelados en la exposición destaca la instalación que el artista estadounidense realizó junto a otro grupo de creadores como parte de Festival de Arte Contemporáneo de Aspen en 1967. “Es muy inusual y se relaciona con una temporada en la que Lichtenstein estuvo investigando con la escultura”, aseguró Devraux.