Santa Fe y Paraná, origen y destino comunes (VII)

Creación del obispado de Paraná

Creación del obispado de Paraná

Casa particular de Urquiza, hoy edificio de Correos, que el ex gobernador y presidente de la Nación cedió en préstamo al Obispo del Litoral. Foto: Archivo el litoral

 

Griselda Depaoli (*)

Después de Caseros, Paraná se convirtió en el centro político del país, y por ley del Congreso Constituyente de Santa Fe, las autoridades pasaron a residir en ella, después de haberla declarado Capital Provisoria. El Congreso Nacional, abrió aquí sus sesiones el 22 de octubre de 1854, precisamente en la iglesia parroquial, con la presencia de Urquiza y treinta y cuatro legisladores. (1)

Un año después, el Congreso Nacional dicta una ley que autoriza al Poder Ejecutivo a iniciar los trámites civiles y canónicos para gestionar la creación de una nueva diócesis que integrarían precisamente las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes. Las gestiones fueron ciertamente exitosas ya que su SS. Pío IX envió un delegado apostólico -Mons. Marino Marini, arzobispo de Palmira-, que llegó a Paraná después de entrevistarse con Urquiza en San José, en una visita de cortesía. Transcurría 1858. Este delegado crea, mediante un decreto, el Vicariato Apostólico Paranaense, como primer paso hacia la creación del Obispado, y deslinda a las tres provincias mencionadas de la diócesis de Buenos Aires. Se designa como primer vicario apostólico al cura párroco de la Iglesia Matriz, Mons. Miguel Vidal, en tanto que la instalación formal del Vicariato se produce el 15 de agosto de 1858.

Nos dice Pérez Colman que “La instalación canónica del Vicariato Apostólico se celebró por Monseñor Marini con gran solemnidad, en presencia del presidente de la Nación, General Urquiza, y altos funcionarios civiles, militares y eclesiásticos...”. (2)

Las gestiones para la creación del Obispado continuaron adelante. Y a ese fin, el gobierno federal designó al Dr. Juan del Campillo como ministro plenipotenciario y enviado extraordinario cerca de la Santa Sede, con instrucciones precisas -expresa el autor citado- para lograr la nueva Diócesis.

El junio 13 de 1859, el Papa expide la Bula Bel a primis que crea a perpetuidad el Obispado Paranaense transformándose la ciudad de Paraná en sede episcopal y la iglesia parroquial en su Catedral. Allí, precisamente, se lleva a cabo la proclamación de la Bula, el 23 de octubre, en presencia del entonces presidente Santiago Derqui, en momentos en que Urquiza triunfaba en Cepeda unificando el país. De modo paralelo, se acepta la promesa del gobierno nacional de adjudicar un edificio cercano a la catedral para habitación del obispo y su curia.

El primer obispo de Paraná fue el Pbro. Luis José Gabriel Segura y Cubas, que prestó juramente el 2 de junio de 1860. Su designación produjo el cese del entonces vicario Vidal, quien sólo dos años después debió hacerse cargo de la Diócesis por la muerte del obispo. Su actuación se extendió hasta 1865, cuando inició su misión el segundo obispo, monseñor José María Gelabert y Crespo, quien impulsa la construcción de un nuevo templo para la Catedral y la de un Seminario que pudo instalarse recién en 1899. Entre tanto, el nuevo templo que había comenzado a construirse en 1883 fue bendecido en octubre de 1886 al conmemorarse la fiesta de Nuestra Señora del Rosario.

Desde la instalación del Obispado, la casa destinada para residencia del obispo y el establecimiento de oficinas, era alquilada a doña Isabel Latorre de Carriego y pagada por el gobierno. Estaba situada en la esquina que forman las actuales calles 25 de Mayo y Monte Caseros (por entonces, Industria y Pronunciamiento). En ese solar, Urquiza mandaría a construir luego su residencia, casona que más tarde cedería en préstamo al Obispado del Litoral para su funcionamiento.

Hacia 1892, el gobierno nacional decide adquirir este inmueble para uso del Correo y construir en forma definitiva el Palacio episcopal junto a la Catedral Metropolitana. El edificio del palacio comenzó a construirse en 1889 con monseñor José María Gelabert y Crespo, y los trabajos terminaron en 1898, de acuerdo con el proyecto realizado por el Departamento de Arquitectura de la Nación

La Diócesis de Paraná es elevada a Arquidiócesis en abril de 1934. Ello significa una unidad territorial que agrupa varias diócesis e iglesias particulares para reforzar, según el pensamiento del Concilio Vaticano II, la eficacia de la acción pastoral y fomentar la relación y comunión entre los obispos.

Se trata de una unión de diócesis vecinas que, manteniendo su individualidad territorial, quedan bajo la autoridad del arzobispo metropolitano y del Concilio Provincial. Desde entonces, la cronología registra como obispos a Mons. Zenobio Guilland (1935-1962), Mons. Adolfo Tórtolo (1963-1986), Mons. Estanislao Esteban Karlic (1986-2003) y, desde el 9 de julio de 2003 hasta ahora, Mons. Mario Luis Maulion.

(*) Profesora de Historia. Presidente de la Junta de Historia de Entre Ríos.

Bibliografía

(1) - Demonte, Cristina y Troncoso, Rosa Coralia. “Paraná y su Parroquia”. Adhesión de la Junta de Estudios Históricos de Entre Ríos al 250 Aniversario de la Erección de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario. Paraná. Talleres Gráficos del Boletín Oficial e Imprenta. 1980

(2) - Pérez Colman, César Luis. “La Parroquia y la Ciudad de Paraná en su segundo centenario. 1730-1930”. Paraná, Talleres Gráficos La Acción. 1930.

- Godoy de Cáceres, Celia (Responsable de Archivo Arquidiocesano de Paraná) http://www.arzparan.org.ar/Paginas/archivo.html

En 1854, el Congreso Nacional autoriza al Poder Ejecutivo a iniciar los trámites para gestionar la creación de una nueva diócesis que integrarían las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes.

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Catedral de Paraná y, a la derecha, parte de la Casa Parroquial.

Foto: Archivo el litoral

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Mons. José Gabriel Segura y Cubas, elegido por Pío IX el 21 de junio de 1859 fue el primer obispo. Se hizo cargo de la sede el 3 de junio de 1860 y falleció el 13 de octubre de 1862

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Obispo Monseñor José María Gelabert y Crespo. archivo El Litoral