Cumbre de la Otan en Lisboa

Debatirán la seguridad de Europa

Se aprobará un nuevo concepto estratégico. Prevén más operaciones fuera de sus fronteras. También, cooperar con países como China e India. La ciberseguridad será otro de los temas a tratar.

De la Redacción de El Litoral

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EFE

La cumbre que la Otan celebra esta semana busca ser una de las más ambiciosas, con decisiones sobre Afganistán, la creación de un sistema de defensa antimisiles y una amplia reestructuración interna para adaptar la Alianza a la nueva realidad mundial.

Pero, aunque las decisiones están ya prácticamente cerradas y sólo se busca aprobarlas el fin de semana en Lisboa, la ejecución de muchas resoluciones depende de factores que aún no están definidos.

La cumbre aprobará un nuevo concepto estratégico, que pretende adaptar la Alianza a la realidad del siglo XXI, y que prevé que haya operaciones más frecuentes fuera de sus fronteras, actuar en cuestiones como ciberseguridad o extender su cooperación a países como China o India.

También prevé acordar la creación de un escudo de defensa antimisiles que proteja el territorio y la población de los socios europeos de la Alianza contra un ataque con cohetes balísticos.

El sistema usaría como base el nuevo proyecto lanzado por el gobierno de Barack Obama -que ha generado menos reticencias entre los aliados europeos y Rusia que el de George W. Bush- y al que se acoplarían los medios técnicos europeos.

La Otan argumenta, en favor de la decisión, que bastarían 200 millones de euros escalonados durante diez años para acoplar los medios militares europeos al dispositivo de EE.UU. en Europa.

Sin embargo, funcionarios aliados reconocen en privado que, en realidad, hará falta bastante más dinero para adquirir nuevos equipos a fin de que el sistema llegue a proteger en la práctica la integridad del territorio europeo.

Tras esa decisión, habrá una reunión con el presidente ruso, Dmitri Medvédev, para escenificar la oferta al Kremlin de que participe en el sistema, dentro del objetivo de dar un nuevo empuje a la cooperación con Rusia en asuntos globales.

Aunque Moscú se ha mostrado abierta al diálogo, su participación final puede depender de cómo evolucione la compleja relación político-militar de Rusia con Occidente, en la que hay muchas otras cuestiones que negociar.

Afganistán

Los líderes de los países de la Otan también celebrarán una reunión especial sobre Afganistán, en la que se anunciará formalmente el inicio, durante los primeros meses de 2011, de la transferencia de la responsabilidad de la seguridad en algunos distritos a manos afganas.

En cuanto a la reforma interna, los jefes de Estado y Gobierno de la Alianza Atlántica también tienen previsto aprobar el plan para recortar el número de cuarteles generales (de once a siete) y de agencias de la organización (de catorce a tres).

El objetivo de esta medida es reducir la maquinaria interna a fin de ganar eficiencia y recortar de forma significativa los gastos de la Otan en época de crisis económica y reducción de presupuestos de defensa.

El secretario general de la Otan, Anders Fogh Rasmussen, insistirá ante los 28 países miembro para que los recortes de gastos de defensa que muchos de ellos están haciendo por la crisis no afecten algunos capítulos prioritarios, como transporte estratégico, helicópteros de transporte o lucha contra artefactos explosivos.

Actualmente, sólo cinco países de la Otan (EE.UU., Reino Unido, Francia, Grecia y Turquía) cumplen con la recomendación de que el presupuesto de defensa sea al menos el 2 % del PBI nacional.

Contra-cumbre

Los movimientos pacifistas europeos han organizado una “contra-cumbre” a la Otan con actos culturales, políticos y una manifestación callejera que quieren convertir en un multitudinario rechazo a la Alianza Atlántica y su “militarización creciente”.

Los actos de la contra-cumbre culminarán con una manifestación, organizada por una plataforma cívica agrupada en torno a la campaña “Paz, sí; Otan, no” y en la que participan, entre otros organismos, el mayor sindicato luso, la Confederación General de Trabajadores de Portugal, de línea comunista.

Las acciones callejeras previstas son “culturales y divulgativas”, según los organizadores, y se celebrarán en el centro de Lisboa, lejos del recinto del Campo de las Naciones, donde se reunirán los 28 jefes de Estado y de Gobierno de la Otan. La contra-cumbre, dicen sus organizadores, servirá para denunciar el papel de la Alianza en el control de los recursos energéticos y su contribución al agravamiento del cambio climático. Además, cuestionará su línea militar “agresiva”, cuyo objetivo es “preservar” los intereses capitalistas.

La contradicción de invertir en el sector militar en tiempos de crisis y defender la promoción de “la paz permanente” es uno de los mensajes centrales que los anti-Otan quieren transmitir.