Y VOS... ¿EN QUÉ ANDAS?

EN UN RENAULT MÉGANE II 2010

JOK.JPG

Roberto “Pipi” Rivero

Periodista, locutor y conductor de radio y televisión.

—¿Lo compraste porque te gustó o fue un negocio?

—Soy fanático de Renault. Por lo que significó y por su trayectoria. Tengo autos de colección que pertenecieron a la IKA Renault. Tengo un Kaiser Carabela, de un Kaiser Bergantín, de un Torino TSX ‘79. He tenido casi todos. Tuve Cupé Fuego, 18, 21, 19, 11, 12, break. Prácticamente pasé por toda la gama. Renault Argentina me distinguió por mi auto cuando se cumplieron los 50 años, en lo que fue una experiencia extraordinaria. Había 110 autos entre los que había tres Kaiser Carabela; uno era el mío. Como segundo auto tengo una Traffic que convertí en Van ejecutiva.

—¿Qué es lo que más te gusta del Mégane?

—Fundamentalmente la reacción que tiene, aun cuando tiene motor 1.6. Espectacular. Te puedo garantizar que tiene una reacción fantástica, un confort muy bueno y una insonorización impactante. Adentro no se escucha nada.

—¿Tuviste alguna vez una anécdota cómica, como dejar las llaves adentro?

—Con este vehículo no, porque no viene con llave, sino con una tarjeta. Entonces me cuido mucho. Ando con mayor cuidado porque si pierdo la tarjeta me quedo “a pata”. Esa misma tarjeta, además, tiene adentro una llave por si el auto tiene algún problema electrónico. Ahí sí funciona manualmente con la llave. Sí me ha pasado con la Traffic, porque la usaba mucho para viajar, que se me ha quedado, pero por problemas técnicos como el bendix o algo así.

—¿Cuál fue tu primer auto?

—Inolvidable. Un Renault 12 break, setentón.

—¿Alguna vez tuviste ganas de quemarlo por algún desperfecto técnico?

—No, al contrario. Yo estaba enamorado de esa break blanca. Por ese entonces apareció una serie más moderna que tenía otro paragolpes, los marcos pintados de negro y llantas. Era tal mi enamoramiento que la traté de adaptar. Le pinté los marcos, le puse un volante deportivo. Era preciosa. Aparte, el Renault 12 era un fierro que nunca te dejaba a pie. Mi primer viaje con ella fue a La Falda y tenía flojo el filtro, que ajustaba yo mismo. La tuerquita se cayó dentro del carburador y hacía un verdadero desastre. Lo cierto es que pude llegar igualmente a destino.

—Una pregunta redundante: ¿le sos fiel a Renault?

—Totalmente. No hay ninguna duda. No me han podido vencer. A mis hijos, como te comentaba, les gustan otras marcas pero no hay forma de que varíe.

—¿Sos de maltratar el Mégane?

—No. Igualmente noto que en los últimos tiempos ya no cuido al auto como cuidaba a otros, al menos en el aspecto exterior. Pero no los maltrato porque tengo la cultura de los autos antiguos. Sí me gusta pisarlo en la ruta. Este coche alcanza los 190 kilómetros por hora.

—¿Tenés algún auto de tus sueños?

—Sí. En principio compraría un Renault Mégane cabriolet. Pero si pudiera, me compraría también una cupé Ford ‘39 descapotable. La Ford Club. Sería la primera vez en serle infiel a Renault.

—¿Qué consejo le darías al automovilista de calle?

—En principio, que tomen la precaución que debemos tener todos, porque parecería que a nosotros nunca nos va a pasar nada. Hay que tener los papeles en regla, más allá de todo lo que se exige, como el cinturón de seguridad, etcétera. Además hay que poner mucha atención a la hora de manejar.