Habla el hijo del matrimonio asaltado en La Pelada

“No merecían un final así”

Es muy grave el estado de salud de Amildo Fassi. Su esposa se recupera lentamente. Mario Fassi (el hijo de ambos) reclama justicia.

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Tiempos felices. Amildo y su esposa Catalina, en una celebración familiar.

Foto: Gentileza familia Fassi

 

Danilo Chiapello

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Muy lejos del humor y las sonrisas, Mario Fassi deambula hoy de un sanatorio a otro.

El nombrado es el único hijo del matrimonio que ayer fue víctima de un cruento asalto en la localidad de La Pelada.

Tras el espantoso hecho, ambos esposos debieron ser hospitalizados. La golpiza bestial de la que fueron objeto dejó a Amildo en muy grave estado; en tanto que su esposa Catalina evidenció una leve mejoría que alentó alguna esperanza.

Mario aceptó un diálogo con este diario, mientras aguardaba novedades en la sala de espera de un sanatorio privado local.

—¿Cómo te enteraste de lo ocurrido?

—Fue mi madre la que alcanzó a llegar hasta el teléfono y llamó a una vecina, a la que le pidió auxilio. Luego esa vecina se comunicó conmigo.

—¿Cuál era la situación cuando llegaste?

—Mi mamá estaba sentada en la cocina, muy golpeada y lastimada. Estaba sentada en una silla, no la habían atado. Estaba todo dado vuelta. Todo tirado en el piso y lleno de sangre. En la cama estaba mi papá... todo golpeado también y rezando.

—¿Rezando?

—Sí. Pero me di cuenta de que estaba como bajo efectos de un shock, porque decía cosas sin coordinar. Repetía: Padre Nuestro, Padre Nuestro, Padre Nuestro...

—¿Pudiste hablar con tu madre?

—Mi mamá dijo que entraron. No sé decirte cuántas personas. No sabe si fue uno o varios. Me dijo que los golpearon y que todo fue un infierno. Que llegó hasta el teléfono y le pidió auxilio a la vecina.

—¿Qué pensás de todo esto?

—Yo creo que aquí actuó gente fuera de sí... no sé... drogados. Viste que a veces le dan de tomar algo para que vayan y roben... Tal vez vinieron a robar y como no encontraron plata se desató la golpiza. O el hecho de que se pongan a rezar quizás los enloqueció más. Como diciendo “yo te vengo a afanar y vos te ponés a rezar. Me estás agarrando de b... Peor entonces y le dieron maza. Para mí que se les fue de las manos.

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Mario Fassi (el hijo del matrimonio) no pierde las esperanzas. “Si alguien vio algo o puede aportar algún dato, por favor que lo acerque a la policía”, pidió.

Foto: Danilo Chiapello

—¿Es el golpe más duro en la familia?

—Sin dudas. Esto nos arruinó la vida para siempre. Es un giro terrible. Han destrozado varias familias. Vos viste cómo es la vida de los pueblos... Yo estoy a dos cuadras de mi viejo, a dos cuadras de mi suegra. Todo es como una gran familia. Después también podemos decir que pueblo chico... infierno grande, pero en fin. Tenían una nieta, mi hija, que la estaban disfrutando. Ellos estaban en una etapa de su vida en que debían disfrutar. (El relato de Mario aquí se entrecorta por las lágrimas). Mi viejo fue un hombre que a los 11 años tuvo que dejar la escuela para salir a trabajar de peón de campo. Después con el tiempo y con la familia logró hacer una modesta posición. Ahora estaban en una etapa de disfrutar y de descanso, cuando les viene a pasar esto.

Fueron trabajadores rurales, siempre con el tambo. Son muy católicos, de frecuentar la iglesia. De mucha fe cristiana. Fijate que los estaban matando y ellos rezaban...

Esto es lo más triste que me pasó en la vida. Me da mucha pena por ellos. No merecían un final así. Aquí se ha actuado con un salvajismo sin igual. Te arruinan la vida para siempre.

—¿Y de aquí en adelante?

—Lo que yo quiero es que la gente tome conciencia de que esto le puede pasar a cualquiera. Nadie está exento. Creo que hay tomar las medidas para que cosas así no pasen nunca más. Que sirva esto para que todos nos cuidemos más. Uno piensa que jamás le va a tocar, hasta que pasa. Por favor, si alguien vio algo que se lo diga a la policía. Siempre nos quejamos, pero nunca nos comprometemos.

—¿Tenían medidas de seguridad en la casa?

—En los pueblos no hay alarmas. Mis viejos se quejaban mucho por eso. Todas las puertas tenían llave y tranca, pero había una ventanita que daba afuera. Se cayó una tela metálica. Entonces entrar fue un juego de chicos.

Parte médico

Amildo Fassi sufrió trauma cráneo-encefálico grave, tórax contuso cerrado y fractura expuesta de peroné. Su estado es grave.

Catalina Sola tiene heridas cortantes en rostro, además de traumatismos y excoriaciones en distintas partes del cuerpo. Desprendimiento de uñas. Su estado es delicado.

 

INVESTIGACIÓN

Voceros allegados a la investigación dejaron trascender que existen algunas pistas que marcan el rumbo de la pesquisa. En este sentido trascendió que fue vital el trabajo de la sección Huellas y Rastros en el lugar del suceso. También el testimonio de personas que dieron cuenta sobre el movimiento de hombres y vehículos, en los momentos previos al desastre.