Gripe, bronquitis, rinitis y faringitis

Las infecciones respiratorias

también enferman en verano

Es clave no bajar la guardia con las medidas de prevención porque los virus siguen activos y pueden generar catarro, congestión, dolor de garganta y fiebre.

 

De la Redacción de El Litoral

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Despertarse una calurosa mañana de noviembre con la nariz tapada, la garganta inflamada y tiritando de frío en la cama por la fiebre puede parecer raro, pero no es una locura. Los médicos advierten que el 25% de las infecciones respiratorias se producen entre septiembre y marzo, aunque en la ciudad el termómetro marque más de 40 ºC y todo el mundo ande en ojotas y en malla.

Son lo que la gente conoce como “las gripes del verano”. En realidad son casos de rinitis, faringitis, laringitis, enfermedad tipo influenza (gripe), bronquitis, bronquiolitis y neumonía. “Es importante no relajarse y mantener las medidas de prevención porque los virus de la gripe y otras afecciones respiratorias siguen activos y pueden generar infecciones”, explica a El Litoral el pediatra neumonólogo Fernando Meneghetti, de la Unidad de Medicina Respiratoria del Hospital de Niños de Santa Fe. En los hospitales de todo el mundo, las infecciones respiratorias agudas son la causa más frecuente de consulta al pediatra y sobre todo se desarrollan en el otoño y el invierno. “Los virus respiratorios más comunes son rinovirus, sincicial respiratorio, influenza (o virus de la gripe) y parainfluenza”, precisa el Dr. Meneghetti.

Hay que tener en cuenta que como son enfermedades producidas por virus, los antibióticos no son eficaces. Por eso, las medidas de prevención (ver “para no engriparse”) son claves. Una vez que se desarrolla el proceso infeccioso, lo que hacen los médicos es aliviar los síntomas hasta que el ciclo del virus termina (con antifebriles, descongestivos, nebulizaciones, etc.) y el paciente mejora. En las personas fumadoras, los cuadros gripales y las infecciones respiratorias suelen ser más severas. “Lo que sucede es que los mecanismos de respuesta del paciente ante la enfermedad son más débiles”, aclara el pediatra del Hospital de Niños. Los fumadores pasivos también corren con esta desventaja. En el caso de los niños es muy importante que no estén en ambientes viciados por el tabaco porque sus pulmones están en crecimiento.

Las más vulnerables

Los chicos más pequeños son los que corren los mayores riesgos. Sobre todo cuando hay antecedentes de enfermedades asociadas como bajo peso, prematurez, problemas cardíacos y afecciones respiratorias previas.

Cuando las familias son muy numerosas o los niños asisten a guarderías, jardines o escuelas, las posibilidades de enfermar son mayores.

Los padres se angustian mucho cuando sus hijos repiten cuadros de gripe o alguna otra infección respiratoria. Se preocupan y tienen miedo de que las defensas de sus niños estén bajas o que la causa sea una enfermedad más grave.

“Deben saber que los chicos sanos pueden presentar durante el año entre 5 y 10 episodios de virosis sin dejar de ser totalmente normales, además cada uno de esos procesos va dejando inmunidad (defensas) que protegerán al cuerpo de futuras infecciones provocadas por los mismos virus”, asegura Meneghetti, que además es integrante del Comité de Neumonología de la Sociedad Argentina de Pediatría.

De todas formas, siempre es el pediatra quien debe evaluar al niño y según su estado solicitar exámenes complementarios, como radiografías, análisis u otros estudios que ayuden al diagnóstico o tratamiento de la enfermedad.

En todos los casos resulta muy valioso conocer los antecedentes familiares del niño, si hay padres o hermanos con síntomas previos o similares, asmáticos, bronquíticos, neumonías y tuberculosis, entre otras afecciones.

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Protegerse. Los médicos insisten en la importancia de mantener las vacunas actualizadas e inmunizarse contra las cepas de gripe. Foto: Guillermo Di Salvatore

25%

de las infecciones respiratorias

se producen de septiembre a marzo

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¿Resfrío con calor? Los estornudos y los mocos, dos síntomas de procesos infecciosos, también pueden aparecer aunque el termómetro marque 40 ºC.

Foto: EFE

Para no engriparse

Lavarse las manos en forma constante.

Mantener limpia la nariz con papel descartable.

Ventilar y mantener la higiene en las casas, los lugares de trabajo, las escuelas y jardines.

Hidratar a los chicos y alimentarlos bien.

Vacunas actualizadas, en especial contra las cepas de gripe.

Estimular la capacidad respiratoria de los niños (para limpiar sus vías aéreas, por ejemplo con kinesiología respiratoria).

Fumar debilita la capacidad de respuesta y agrava las infecciones (tanto en fumadores activos, como pasivos).